Nidome no Yuusha - Capítulo 45

Capítulo 45: El día en que el Mundo de Cierto Individuo se puso Patas Arriba – 1

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Ese día comenzó como cualquier otro, y para la mayoría, probablemente eso fue exactamente lo que fue.

Pero para mí, fue mucho, mucho más. Para mí, los acontecimientos del día fueron tan impactantes que se grabaron en mi memoria.

Todavía puedo recordar vívidamente cómo bostezo ligeramente y me froto los ojos mientras escucho el canto de los pájaros.

Todavía puedo recordarme vívidamente a mí mismo disfrutando del calor del sol de la mañana.

Todavía puedo recordar vívidamente mi mirada en la hermosa puesta de sol del atardecer.

Porque ese día todo cambió.

Y por eso estaba tan seguro de que no podría olvidarlo nunca, ni siquiera si tuviera que morir.

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「Tampoco parece que Kaito vaya a venir hoy…」

Me hundí por completo en la bañera y comencé a soplar burbujas en ella.

Habían pasado cuatro días desde que Kaito, el espíritu, se había colado por primera vez en mi puerta. Me sorprendió mucho entonces. Nunca pensé que tendría la oportunidad de conocer a un espíritu de verdad. Verlo me recordó un cuento de hadas que me había contado mi madre cuando era más joven. La niña semielfa de la que se trataba vivía con el espíritu de la luz, que casualmente habitaba dentro de su muñeca. Siempre se encontraban con problemas y tenían que enfrentarse a ellos devanándose los sesos, pero siempre encontraban una salida. Al final, se encontraron viviendo felices para siempre. Naturalmente, era consciente de que la historia era sólo eso, un cuento. Es imposible que se aplique a mí. Además, para empezar, ni siquiera era un medio-elfo. Sólo era un humano con una fuerte sangre élfica. Tampoco quería especialmente convivir con un espíritu para siempre. Todo lo que quería era hablar con uno y quizás convertirme en su amigo.

「… Supongo que debería haber sido más cuidadoso en no ser tan excesivamente familiar después de todo.」

Los espíritus solían ser caprichosos y difíciles de complacer. También parecían tímidos y no les gustaba mostrarse a la gente. Podían esconderse del común de la gente con facilidad siempre que quisieran, pero mis Ojos Escarlata podían detectarlos porque eran básicamente bultos de magia andantes. Por eso casi nadie los veía a menos que quisieran revelarse.

「…me aseguraré de pedirle que sea mi amigo la próxima vez que nos encontremos.」

Sabía que había objetos que podían invocar espíritus, pero eran realmente caros. La persona promedio nunca sería capaz de ver uno, y mucho menos de usarlo. Yumis tenía uno, pero no me dejaba verlo por lo delicado que era.

（Probablemente tenga que hablar con él de algo que le interese, pero no soy muy bueno manteniendo conversaciones largas…）

Seguí pensando mientras chapoteaba en la bañera.

Nunca había visto un espíritu antes, así que casi confundí a Kaito con un fantasma cuando lo vi por primera vez, pero realmente se materializó, y pude tocarlo, así que tenía que haber sido realmente un espíritu real.

Me aseguraré de preparar algunos temas con antelación para no aburrirle la próxima vez que hablemos.

Salí del baño, me limpié, me puse el camisón y empecé a usar una toalla para secarme el pelo.

A continuación, utilicé una jarra para llenar mi taza de agua antes de cogerla con las dos manos y beberme todo lo que contenía de una sola vez. Una taza no era suficiente, así que repetí la acción tres veces antes de quedar finalmente satisfecha. El anciano que vivía en la casa de al lado me había enseñado a beber cada taza de una sola vez cuando era pequeño. Me dijo que era el protocolo adecuado después de salir del baño. A decir verdad, la forma correcta de hacerlo era poner una de mis manos en la cadera mientras bebía, pero mi madre me regañó cuando me vio hacerlo, así que acabé sujetando la taza con las dos manos.

Y luego, con el cuerpo bien calentado, finalmente me acurruqué en la cama. Yumis me dijo que sólo pasarían unos días más hasta que mi magia se transfiriera a ella.

Pronto sería el momento de despedirme de la habitación que tenía en la mansión de Yumis. Me dijeron que podía llevarme todos mis peluches, pero aun así no pude evitar sentirme un poco sola, pero no importaba. Porque por fin iba a empezar a vivir con mamá y Shelmy de nuevo.

「¡Espera! ¡Oh, no! ¿Cómo sabrá Kaito encontrarme cuando me vaya de aquí?]

Mi cuerpo se levantó de la cama con un sobresalto. Al principio, pensé que podría pedirle a Yumis que lo redirigiera, pero luego me di cuenta de que ella nunca podría verlo a menos que él se mostrara ante ella porque no tenía los Ojos Escarlata. Además, me había pedido que mantuviera en secreto todo lo relacionado con él, incluso para ella.

Al final, nunca fui capaz de averiguar qué hacer. En cambio, acabé por quedarme dormida mientras seguía perdida en mis pensamientos.

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¡「Todo está hecho, Shuria! El hechizo por fin ha terminado de hacer su trabajo. Gracias por aguantar tanto tiempo.」

Mi hermana mayor me visitó unos días más tarde, con el rostro decorado con una suave sonrisa. Ya sabía lo que venía a informarme, no sólo porque me había dicho que el día estaba cerca, sino también porque mis Ojos Escarlata me habían permitido ver que la magia que se había arremolinado dentro de la habitación finalmente se había disipado. El primer pensamiento que me vino a la mente fue que, lamentablemente, no había podido volver a encontrarme con Kaito después de todo.

「…¿Significa eso que por fin puedo volver a salir fuera?」

「Sí. Verás, en realidad había planeado que hoy fuera un día libre. ¿Qué te parece si salimos juntos?]

Una excursión… Eso suena muy bien.

「De acuerdo, supongo que eso está sucediendo entonces. Sori, ¿podrías preparar todo?]

Sí, señora. Considere sus órdenes recibidas.

Sori hizo una reverencia y salió de la habitación.

Por fin iba a salir al exterior por primera vez en mucho tiempo, y además iba a pasar tiempo con Yumis. No podía esperar.

「Parece que hoy va a ser un día muy bueno.」

「Eso parece.」

Yumis sonrió con su habitual y gentil manera de responderme.

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Yumis me llevó por las calles de Elmia para que pudiéramos comprar. No había tenido la suficiente compostura para mirar a mi alrededor cuando llegué, así que en realidad era la primera vez que veía bien la ciudad.

¡「Elmia es enorme! Creo que también lo dije cuando llegué, ¡pero hay tanta gente y tantas tiendas! 」

「Fufu, Elmia es en efecto una ciudad bastante grande. Debe de ser un espectáculo para alguien que nunca ha vivido fuera de un pueblo.」

Mi hermana mayor se había disfrazado poniéndose un gran sombrero y unas gafas. Del mismo modo, yo también llevaba un sombrero, pero era varias tallas más grande para mí y me dificultaba la visión.

¡「…Yumis, Yumis! ¿Qué es eso?]

「Eso es un objeto mágico que se supone que enciende el fuego. En realidad tenemos uno de esos en la cocina de casa.]

¿Y eso?

Es uno de los muchos juegos de mesa que la gente juega en su tiempo libre.

El tiempo era estupendo, así que los comerciantes llamaban animadamente a todos los que se cruzaban con sus tiendas y puestos. Mirando a mi alrededor, me di cuenta de que el número de personas que caminaban por esta calle ya era mucho mayor que el número de personas que vivían en todo mi pueblo.

「Oh…」

「¿Qué es esta vez? Oh, ya veo. Ese adorable animal de peluche debe haber llamado tu atención.」

Vi una serie de grandes peluches blancos con forma de gato sentados en un puesto cercano de venta de artículos varios. Llevaban un tenedor en una mano, un cuchillo en la otra y un babero con una sustancia parecida al ketchup salpicada por todas partes. No pude evitar quedarme helado en cuanto los vi, a lo que mi hermana mayor reaccionó con una risita.

「Hola. ¿Cuánto costaría uno de estos?」

「Una te costará ocho grandes monedas de cobre.」

Suena perfecto. Tomaré una. Toma, Shuria. Es tuyo, así que guárdalo, ¿de acuerdo?

「…¿Realmente puedo tenerlo?」

「Ahaha, ya me adelanté y lo compré, así que en todo caso, estaría más preocupado si no lo aceptaras.」

Estaba muy contento. Por supuesto, mi estado de ánimo se debía en parte a que me habían regalado un bonito peluche, pero sobre todo a que mi amable hermana mayor me había hecho un regalo personalmente.

No pude evitar sonreír un poco mientras le daba un fuerte abrazo al peluche.

「Parece que ya es hora de comer. ¿Qué te parece si nos dirigimos al parque para encontrar un sitio donde comer los sándwiches que nos ha preparado Sori?」

「Eso suena maravilloso.」

Yumis me condujo hacia un hermoso parque. Había visto fotos de parques muchas veces porque a menudo estaban ilustrados en los libros que me regalaban, pero nunca había tenido la oportunidad de ver uno en persona. El pueblo nunca había tenido nada tan elegante.

Elegimos un banco, nos sentamos y nos comimos cada uno la mitad de los bocadillos de la cesta que nos habían dado. Los dos habíamos comido juntos varias veces en el pasado, pero la comida de hoy nos parecía extra especial.

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Seguimos comprando incluso después de terminar el almuerzo. Me divertí tanto que el tiempo casi parecía volar; la noche llegó antes de que me diera cuenta.

「Um… ¿realmente te pareció bien pasar el día conmigo, Yumis? Me he divertido mucho, pero… 」

「¿Tiene algo que ver?」

「Estaba un poco preocupado por haber arruinado tu día libre. Me pareció que me dejabas tener toda la diversión.]

No te preocupes por eso. Hoy era la primera vez que iba de compras en bastante tiempo, así que me estaba divirtiendo tanto como tú. Además, estaba celebrando la finalización de mi hechizo de tres años, así que no te preocupes, ¿vale?

Yumis me sonrió amablemente una vez más.

「Parece que el sol se va a poner pronto, así que ¿por qué no pasamos a nuestro siguiente destino?」

¿Nuestro próximo destino?

「Verás, la verdad es que tu madre y tu hermana vienen hoy a Elmia!」

「Espera… ¿En serio?」

「Haha, no te lo dije porque quería mantenerlo como una pequeña sorpresa, pero Sori, tu madre y tu hermana están actualmente trabajando juntas para preparar una fiesta.」

（¡No puedo creerlo…! ¡Por fin puedo ver a mamá y a Shelmy! ）

Nunca me aburrí mucho porque Yumis me visitaba, y porque podía intercambiar cartas con mamá y Shelmy una vez al mes. Pero siempre me había sentido un poco sola.

Ya habían pasado tres años enteros desde la última vez que vi al resto de mi familia.

Ya sabía que no podría verlos en mucho tiempo, pero tres años me habían parecido mucho más largos de lo que esperaba.

「De acuerdo, vamos. Todos te están esperando en tu nueva casa.

「¡Seguro! No puedo esperar!」

Caminé durante la tarde con mi hermana mayor a mi lado. Conseguí impedir que me precipitara por las calles que se oscurecían, pero, no pude contener los sentimientos que surgían en mi pecho. Por fin habían pasado tres años. Por fin iba a volver a ver a mi familia.

No tenía ni idea de adónde íbamos, así que me aseguré de ir un paso por detrás de Yumis y dejar que me guiara en la dirección correcta.

Y fue por eso que no supe la expresión que tenía en ese momento.