Versatile Mage - Capítulo 2919

Capítulo 2919: 

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Wei Guang había visto los verdaderos colores de aquellas dos personas.

Caminó hacia el exterior de la Cueva de Hielo, pero Mu Rong apareció de repente ante él con el rostro ensombrecido.

Mu Rong puso la mano en el hombro de Wei Guang. Sus ojos mostraban hostilidad e ira.

“¡Si insistes en hacerlo, no me culpes de las consecuencias!”.

“Aunque no parezca muy estirado y recto, sigo siendo un hombre de principios”, dijo Wei Guang.

“Los principios no te dan resultados, muchacho. No soy un hombre de principios. ¡Sólo me importan los resultados efectivos!” dijo Mu Rong con mirada asesina.

La Cueva de Hielo empezó a temblar y las estalactitas se estrellaron contra el suelo.

La barba de Mu Rong se agitó y sus ojos se volvieron afilados. Utilizó la magia para enterrar fácilmente la salida de la Cueva de Hielo. Aquellas rocas de hielo incomparablemente gruesas y duras como el acero se amontonaron frente a Wei Guang, aislando por completo el lugar del exterior.

“¿Qué pretendes? ¿Vas a matarnos para que nadie sepa la verdad?”. Wei Guang miró la entrada bloqueada con incredulidad.

El Castillo del Extremo Sur estaba a sólo unas decenas de kilómetros de aquí. Los miembros de la Alianza de la Asociación Mágica de los Cinco Continentes y de la Ciudad Sagrada estaban dentro del castillo. Representaban a las personas más sagradas y con más autoridad del mundo, y Mu Rong, uno de ellos, se atrevía a cometer un asesinato aquí.

Al principio, Wei Guang pensó que Mu Rong sólo utilizaba medios coercitivos para amenazarle. Sin embargo, pronto vio la brutalidad y ferocidad en los ojos de Mu Rong.

No se detendría ante nada para conseguir su objetivo, ¡Incluso si eso significaba matar a sus compañeros!

¡Mu Rong se había vuelto loco!

“Mu Ningxue tiene razón. Ya soy medio prisionero de la alianza. Si el Emperador del Extremo Sur no muere, tendré que cargar con la culpa. Seré ridiculizado por mis compañeros y abandonado por todos. Pensé que podrías ayudarme a escapar de esta situación, pero no esperaba que fueras tan estúpido. Te daré una última oportunidad. Si sigues sin tomar la decisión correcta, ¡Puedes quedarte aquí para siempre como un espécimen congelado!” El aura de Mu Rong se hizo más fuerte.

Era como una bestia mágica que hubiera estado congelada durante miles de años. Había acumulado mucho resentimiento y estaba a punto de descargarlo.

Wei Guang se dio cuenta de que Mu Rong iba a luchar hasta la muerte. No dudaría en matarle aunque fuera miembro de la Asociación de la Maldición Prohibida de China.

Miró a Mu Ningxue y bajó la voz. “Corre”.

Mu Ningxue corrió en dirección contraria a la Cueva de Hielo, pero la Gobernante Sagrada, Yvette, le bloqueó el paso.

Yvette sonrió como una asquerosa. “Parece que no conoces tu estatus. ¿Cómo puedes compararte con Lady Karolina con tu identidad y decir cosas tan atrevidas? Lady Karolina es la luna brillante del cielo, y tú no eres más que una apestosa luciérnaga”.

Yvette utilizó su magia y aparecieron en su cuerpo capas de Ondas Solares Llameantes. Eran como grilletes y cadenas doradas que atrapaban a Mu Ningxue en todas direcciones.

Mu Ningxue estaba preparada. De hecho, desde el momento en que entró en la Cueva de Hielo, sintió como si entrara en la guarida de una bestia. Sabía que la atacarían si se negaba a lo que quisieran hacerle.

Las Alas de Viento aparecieron en su espalda. Las plumas blancas de viento formaron una pequeña tormenta que barrió las Ondas Solares Llameantes y dio tiempo y velocidad a Mu Ningxue. Entonces, una esbelta sombra blanca pasó sobre ella. Mu Ningxue hizo rodar a Yvette como un tornado.

Yvette giró en el aire y se estrelló contra el suelo. Ahora estaba furiosa. Sujetó una Lanza del Juicio Sagrado y la lanzó hacia Mu Ningxue con fuerza.

Cuando la Lanza del Juicio Sagrado alcanzó a Mu Ningxue, se convirtió de repente en una lanza jaula, atrapándola dentro como en una jaula de pájaros.

Yvette sonrió. Su sonrisa se congeló en su rostro cuando se dio cuenta de que su jaula no había atrapado a Mu Ningxue, sino sólo a su imagen posterior compuesta de plumas de alas blancas. La verdadera Mu Ningxue llevaba mucho tiempo fuera de la jaula y se estaba alejando.

Yvette se quedó atónita. Nunca pensó que su magia no funcionaría con Mu Ningxue.

“¡No puedes escapar de aquí!” gritó Lady Karolina. Levantó las manos como si estuviera sujetando algo.

Un halo turbio apareció entre sus manos. Resultó que sostenía una bola de cristal turbio.

Dio la vuelta a la bola de cristal turbio formada por el halo y, de repente, el espacio empezó a retorcerse de forma extraña. Era como si el agua se agitara en el pozo, excepto que el espacio que les rodeaba se agitó en ese instante.

El proceso fue breve. Algo sonó en la cabeza de Yvette. Cuando volvió en sí, se encontró ante la entrada de la cueva bloqueada por las rocas de hielo.

Mu Ningxue, que había huido en dirección a otra entrada, también parecía haber sido transformada por el espacio. Volvió al lugar donde estaba antes y se enfrentó a Mu Rong y a Lady Karolina.

“¡Orden del Caos!”

Mu Ningxue era solemne. La fuerza de Lady Karolina era superior a la de Mu Rong. Su Elemento Viento le daba ventaja en velocidad, pero no era nada comparado con el Elemento Caos de Lady Karolina. Lady Karolina podía cambiar su dirección y arrastrarla al lugar que quisiera.

No podía irse.

“Ve. No me decepciones esta vez”, le dijo Lady Karolina a Yvette. Era arrogante y daba órdenes a la gente sin hacer nada ella misma.

Yvette asintió y volvió a acercarse a Mu Ningxue.

Mu Ningxue ya no pensaba escapar. Giró la muñeca. Una espada de hielo apareció de repente en el aire y atacó a Yvette.

Un Arco Lunar de Hielo acompañó el ataque. Yvette invocó un pesado muro dorado para resistir el poder de la espada de Mu Ningxue.

Sin embargo, Mu Ningxue era muy hábil con su magia. Aplastó la espada y la convirtió en innumerables cuchillas de hielo. Las hojas de hielo que cubrían toda la cueva eran como estrellas hundiéndose en el mar en pleno verano. Eran hermosas y estaban llenas de intención asesina.

Yvette estaba horrorizada. Tuvo que utilizar una armadura mágica para protegerse de las graves heridas. Las cuchillas de hielo de Mu Ningxue la hirieron. No podía esquivar ni defenderse del ataque, y mucho menos derribar a Mu Ningxue. Ni siquiera podía garantizar su propia seguridad contra la feroz magia de hielo de Mu Ningxue.

La magia de hielo de Mu Ningxue era infinita, e Yvette no podía luchar contra ella en absoluto.

Yvette se sintió humillada. ¿Cómo podía ser tan vulnerable ante Mu Ningxue?

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