Vermillion - Capítulo 93

Capítulo 93: Ordalias [3]

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Aileen dijo que iba al baño, así que Kei se adelantó hasta el comedor del primer piso. El rico olor de una sopa a base de cebolla le hizo cosquillas en la nariz. El comedor, alineado con mesas redondas, no tenía clientes en ese momento, probablemente porque era una hora inusual para cenar.

“Oh, buenos días. ¿Le apetece comer algo?” Una joven dejó de limpiar la mesa en la que había estado trabajando cuando él entró en la sala.

Era la belleza de piel morena clara que les había dado la bienvenida ayer. Detrás del mostrador estaba el hombre enano que en silencio vertía alcohol de un barril a una jarra. Parecía que esta taberna estaba dirigida principalmente por ellos dos.

“Sí. Me gustaría un almuerzo sencillo para dos, y también un poco de agua”.

“¿Simple, dices? ¿Qué tal un panini con queso y jamón?”

“Suena bien”.

“Bien, por favor espere un momento”.

Una vez que Kei pidió al llegar a una mesa, la mujer le guiñó un ojo, se dirigió a la parte de atrás y regresó rápidamente con una jarra y unas copas de madera en la mano.

“Aquí tiene”.

“Gracias”.

Le entregó una copa llena de agua. Le dio las gracias y se la bebió de un trago, saciando su sed. Vaciando un vaso, buscó la jarra para rellenar su copa. Al ver cómo Kei se rehidrataba, la mujer sonrió significativamente y habló.

“Parece que anoche te divertiste bastante”.

“¡Pfff!”

Kei escupió agua por las fosas nasales.

“¡¿Q-Qué estás…?!”

“¿Qué preguntas? Tenemos un suelo muy fino aquí, ya ves”.

Mientras Kei se ahogaba con el agua, la mujer apoyó el codo en la mesa y se acercó.

“Eh, eh, señor. ¿Cómo conoció a esa chica rubia? Una pareja de habitante del Pueblo de las Llanuras-habitante del Pueblo de las Nieves suena muy romántico”.

Miraba la cara de Kei con expresión fascinada, con los ojos brillantes de curiosidad. Una vez que Kei hubo expulsado el agua y se recuperó de su ataque sorpresa, apartó su cuerpo y su silla de ella.

Los temas relacionados con sus días de juego seguían siendo una de las cosas que Kei quería evitar en la medida de lo posible. Necesitaba hablar con Aileen al respecto para que su ‘ambiente’ se alineara.

Mientras pensaba en eso, habló, tratando de inventar algo por ahora, “…No hay nada particularmente digno de mención. Nos conocimos en una taberna de cierto pueblo hace unos años y llevamos juntos desde entonces”.

“¿Ah, sí?”

Ella sonrió mientras trazaba la mesa con el dedo, como un jugador de ajedrez pensando en su próxima jugada.

“Entonces, ¿Qué taberna era?”

“Está en una zona lejana, demasiado lejos de aquí”.

“…Ya veo. Por cierto, he oído algo sobre un cazador de las Tierras de las Llanuras que viajaba con una princesa de las Tierras de las Nieves y que abatió a un Gran Urs en un pueblo del sur. ¿Te suena de algo?”

“…¿Quién sabe?”

Tiene el oído fino para los rumores, pensó Kei mientras daba una respuesta indiferente. La mujer hizo un puchero ante su respuesta, y estuvo a punto de presionar aún más.

“¡Jamie, déjalo ya!”

Se oyó un sonoro coscorrón junto a aquella voz ronca.

Con un aullido poco se%y y poco femenino, la mujer se levantó de un salto.

“¡Ooouch! ¿Qué fue eso!?”

“¡No preguntes como si no lo supieras! Si tienes tiempo para cazar hombres, utilízalo mejor para trabajar, ¡Maldita z%rra!”.

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