Vermillion - Capítulo 90
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Capítulo 90: Una noche [10]
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En silencio, se miraron a los ojos con los rostros a la misma altura. Las miradas negra y azul se superpusieron y entrelazaron.
“……”
Atraídos el uno hacia el otro como agua que fluye, intercambiaron un beso. Como pajarillos picoteándose. Un momento en el tiempo en el que confirmaron sus sentimientos. Incluso mientras sentían las cosquillas y las risas placenteras del otro, no dejaron de besarse.
Sin embargo, en algún momento, uno de ellos empezó a jugar a morderse el labio del otro, rompiendo el silencioso equilibrio.
Como si se fundieran… su vacilación duró sólo un instante.
Ya no había nada que pudiera separarlos.
Sentían que se les entumecía la cabeza, como si les llovieran estrellas detrás de los párpados.
Deseándose, se besaron. Fue una sensación que les puso la piel de gallina. Deseaban que este momento durara una eternidad, pero como todas las cosas buenas, este deseo llegó a su fin cuando se quedaron sin aliento.
Sus labios se separaron, ambos jadeaban como personas a punto de ahogarse en el océano. Su respiración era tan confusa que resultaba vergonzosa. Sus corazones latían dentro de sus pechos como si hubieran terminado de correr a toda velocidad hace un momento.
“…Aileen”.
Kei abrazó con fuerza su frágil cuerpo. El golpeteo del corazón de ella, que latía tan rápido como el suyo, sonaba como música para sus oídos.
No quería parar, no podía parar por más tiempo. El ardiente deseo que brotaba de su interior le hacía temblar.
“Kei…”
Apartando un poco el cuerpo, Aileen le miró a los ojos.
Sus claros ojos azules decían todo lo que había que decir mientras su boca permanecía en silencio. Ella también temblaba.
Miró con inquietud la lámpara que parpadeaba en el techo.
Y entonces, el aire del exterior se agitó. Una pequeña brisa sopló dentro de la habitación a través de los huecos de la ventana, apagando suavemente la llama de la lámpara.
La oscuridad descendió sobre ellos. Estaba oscuro, pero los ojos de Kei lo captaron todo.
La figura de una chica, una chica increíblemente encantadora, destacando claramente con su cuerpo blanco.
“Aileen”.
Le susurró al oído, tirando suavemente de su mano.
“Ahn…”
La razón ya no jugaba ningún papel en esto. Ambos cayeron sobre la cama, sus cuerpos entrelazados.
Su noche no había hecho más que empezar.
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Nota de Tac-K: Tengan una muy linda noche, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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