Vermillion - Capítulo 83
✨ New novels every Tuesday and Saturday, and new chapters every Wednesday, Friday and Sunday!
🔥 Check out the latest releases and chapters here!
🌟 Join our WhatsApp group to request novels and receive the latest updates
📱 To add us to your favorites, tap the browser menu and select “Add to Home Screen” (for mobile devices).
Capítulo 83: Una noche [3]
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Cruzarse de brazos y adoptar una pose intimidatoria prácticamente desnudo ya era suficiente para llamar la atención, pero encima gritaba, así que no habría sido razonable esperar que no atrajera miradas de la gente que les rodeaba.
Los acompañantes que charlaban a un lado, los residentes que pasaban por allí e incluso los ajetreados comerciantes dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se le quedaron mirando.
“…¿Qué es todo esto?”
“¡Acéptalo!” Declaró Alexei con expresión frustrada. “¡Porque tú… eres el ganador de nuestro duelo!”.
En respuesta a sus palabras, Kei y Aileen se miraron por reflejo. Aileen se limitó a sacudir la cabeza inexpresivamente.
“No lo necesito”. Entendiendo lo que ella le decía, Kei respondió de forma clara y concisa.
Esto hizo que la pose de Alexei se viniera abajo.
“¿Por qué?”
“No estoy seguro de qué decirte. Tus cosas simplemente no me interesan”. Kei se rascó la mejilla, con aire preocupado.
Ciertamente había ganado el duelo contra Alexei, pero lo había hecho para proteger su honor y el de Aileen. Kei también resultó ligeramente herido, pero había golpeado a Alexei lo suficiente como para compensarlo. Para él, el duelo ya había terminado, y no tenía ganas de seguir sacando el tema.
A lo sumo, la armadura de Alexei -las grebas y los guanteletes hechos de una aleación que lograba repeler las flechas de Aguijón de Dragón, aunque sólo fueran las de plumas blancas- resultaba algo atractiva para Kei dada su armadura actual. Sin embargo, eso sólo valdría si fueran nuevas, desde luego no para las usadas por Alexei.
Consideró la posibilidad de coger el dinero como pago por todas las molestias, pero incluso eso le sonaba bastante mezquino. Una cosa sería si Kei estuviera solo, pero Aileen estaba con él ahora mismo. No tenía ninguna voluntad de actuar codicioso delante de ella.
“Pero sí, aceptaré tus sentimientos”.
“P-Pero… ¡Eso es problemático para mí!”
Alexei parecía abatido y nervioso por la contundente respuesta de Kei. Carecía por completo de su habitual actitud gallarda.
Mientras se divertía de que Alexei pareciera no haberse esperado en absoluto esta rotunda negativa, Kei le preguntó a su vez: “¿Por qué habría de hacerlo? ¿Esto no juega a tu favor?”.
“Tiene que ver con el honor de mi familia. Es costumbre que el retador ofrezca todas sus pertenencias al vencedor si pierde el duelo. He perdido en un duelo de amor que yo mismo empecé, y si encima me… ¡R-rechazan!”.
Las mejillas de Alexei enrojecieron mientras explicaba. Prácticamente exprimió las últimas palabras. Seguramente era muy humillante para él explicar todo esto siendo el perdedor.
“Así que… esto es para arreglar las cosas. Por favor, tómalo”.
“…Ya veo”.
Al oír la súplica desesperada en la voz de Alexei, Kei se rindió con expresión preocupada.
“Entonces, ¿Me estás diciendo que te avergonzarías de por vida si no acepto esto?”.
“Exacto”.
“Ya veo… bueno, entonces…”.
Con un suspiro, Kei se mesó el flequillo y cambió a una expresión seria.
“Entendido. Aceptaré tu petición”.
“¿Eh, lo harás?”.
Aileen parpadeó completamente sorprendida.
“Ohh, ¿Lo harás?”
Por otro lado, la expresión de Alexei se iluminó. Pero al mismo tiempo, entrecerró los ojos de forma solitaria mientras miraba la pila de equipaje… y a Kei no se le pasó por alto.
“Sí. Por cierto… soy libre de hacer lo que quiera con los objetos que he recibido, ¿Verdad?”.
“… sí, por supuesto. Véndelos o úsalos, haz lo que quieras”. Hizo una pequeña pausa. Pero aun así, respondió con decisión.
“Ya veo”, al obtener su reconocimiento, Kei asintió con seriedad, y continuó: “En ese caso, como ganador de nuestro duelo, te regalo este equipo”.
“…¿Eh?”
Todos a su alrededor parecían estupefactos, sorprendidos por las palabras de Kei.
“¡Deja de molestarme! ¡Entonces es básicamente lo mismo que no haberlo aceptado en primer lugar!”. Alexei acercó su rostro sonrojado a Kei con ímpetu, como si fuera a arremeter contra él, pero Kei no se inmutó.
“No, desde luego que lo he aceptado todo. Tanto tu resolución como tu valor”.
.
.
.