Vermillion - Capítulo 70

Capítulo 70: Héroe (6)

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Una niña estaba envuelta en un futón encima del portaequipajes de cierto carruaje cubierto.

Mientras las llamas de la hoguera crepitaban en el exterior, la niña jugaba reflejando la luz de un espejo contra el dosel.

Pero entonces, una anciana con una larga túnica apareció dentro del espejo.

“Oh, Edda. ¿Aún no estás dormida?”

“…Abuela”.

Heidemarie subió al interior del carruaje con cierto esfuerzo. Edda dejó suavemente el espejo junto a su almohada y se dio la vuelta ligeramente.

“Hehe, no se supone que juegues con eso, ¿verdad?”

Heidemarie regañó ligeramente a la niña, recogió el espejo y lo volvió a guardar en un cofre.

“Si se entera, Holland te regañará”.

“…No hay problema. Tendré cuidado”.

“Ya, ya”.

No pudo evitar sonreír irónicamente ante la descarada declaración de Edda. Heidemarie suspiró profundamente al entrar en el futón junto a la chica.

“…Hoy ha sido realmente impactante”.

“¡Sí!” respondió Edda con los ojos brillantes. “¡El Hermano Mayor Kei estuvo increíble!”

-Cuando apareció el Urs Grande, Edda había estado dentro del carruaje cubierto. Ver al monstruo cargar en su dirección con toda su fuerza la asustó tanto que casi se desmaya.

Pero, por eso mismo, Kei, que abatió al Urs Grande con una sola flecha, le pareció un héroe.

-Sí.

Sin duda, Kei era la definición misma de un héroe tal y como aparecían en las historias para Edda.

“No es broma. Es realmente alguien extraordinario…”

Heidemarie, que también había escapado de la muerte por poco, se sentía igual que Edda, pero no lo expresó.

“……”

El silencio continuó durante algún tiempo. Edda parecía tan emocionada que se revolvía una y otra vez.

“…¿No puedes dormir?”

“…Mhm… mi mente sigue repitiendo los eventos de hoy, no importa lo que haga”.

El pensamiento de lo genial que era el Hermano Mayor Kei seguía aflorando en su joven mente.

Acompañando eso, la sonrisa de Aileen apareció en su mente, sólo para desmoronarse como un sueño fugaz y frágil.

“…Oye, abuelita. Cuéntame un cuento”.

“Una historia, ¿eh?”

Heidemarie empezó a reflexionar sobre la petición de Edda.

“…Déjame ver. Entonces déjame contarte la leyenda del Espejo del Verdadero Ser”.

“¿El Espejo del Verdadero Ser?”

“Sí. Se trata de la historia de un misterioso espejo y de cierto hombre… Érase una vez, vivía un hombre…” Heidemarie comenzó a narrar. “Ese hombre era muy frágil y siempre estaba postrado en la cama. Como no podía moverse bien, se sentía atraído por los cuentos heroicos, así que no dejaba de molestar a su familia para que le contaran las historias de caballeros que mataban dragones, o de guerreros que demostraban su temple en la guerra.

Pero un día, su reino recibió la visita de la guerra, lo que les complicó la vida. Por ello, el tiempo de su familia para cuidar de él fue disminuyendo paulatinamente. Con demasiado tiempo en sus manos, el hombre no tuvo más remedio que disfrutar soñando todo el día, hasta que finalmente, llegó a ser capaz de jugar dentro de sus sueños.

Dentro de esos sueños, era un héroe. Un guerrero que se hacía un nombre en los campos de batalla. Fuerte y galante, con un cuerpo tan robusto que no podía ser más diferente al suyo real. Creyendo que ese era su verdadero ser, el hombre pasaba la mayor parte de sus días dentro de esos sueños…”

Al escuchar la tranquila narración de Heidemarie, Edda frunció un poco el ceño.

“…Qué persona tan triste”.

“…En efecto, habría sido un hombre triste, si las cosas hubieran seguido así.

Pero un día, tuvo un extraño sueño. Había un gran espejo, tan grande como su cuerpo. Y en su sueño se enfrentó a ese espejo.

En el espejo se reflejaba un valiente guerrero. Al verlo, el hombre pensó: ‘Sí, éste es mi verdadero yo’. Ese guerrero era la forma imaginaria de sí mismo dentro de sus sueños.

Entonces, cuando se acercó el momento de despertar, el cuerpo del hombre se había convertido realmente en el del guerrero con el que tanto soñaba”.

Hizo una pausa para tomar aire.

“…Lo que vio en su sueño fue el Espejo del Verdadero Ser. Una reliquia legendaria que fue traída a este mundo por los ángeles en la antigüedad, y que luego se perdió.

Era un espejo inimaginablemente puro, del que se decía que reflejaba la verdadera forma del alma de uno. Como había soñado tanto, su alma había cambiado realmente”.

“¿Así que se convirtió en el héroe que estaba convencido de ser?”

“Sí… había obtenido el cuerpo de un héroe. Y era tan fuerte como fantaseaba ser…

Una vez sano, se lanzó a las batallas tal y como siempre había imaginado. Ganó fama y hazañas militares, obteniendo el éxito muy rápidamente…”

“¡Ohh! ¿Y luego qué?”

“…Y luego, murió en la guerra”.

La sonrisa de Edda se congeló ante las palabras de Heidemarie.

“…¿Por qué?”

“Le alcanzó una flecha perdida y murió. Era tan fuerte como un héroe y vivió como un héroe, pero no pudo convertirse en el héroe de las historias, el protagonista. Por muy fuerte que fuera, seguía sin ser más que un humano… Y así, sin más, murió sin sentido, por casualidad”.

“…”

“Este es un cuento que nos dice que los humanos, al fin y al cabo, viven su vida de una manera que se ajusta al entorno…”

“Fefefe”, Heidemarie dejoe scapar una breve carcajada. Por otro lado, Edda, que estaba arropada en el futón, reveló una expresión de sentimientos encontrados.

“…Me pregunto si el Hermano Mayor Kei es un héroe”.

Murmuró finalmente mientras miraba las sombras que parpadeaban en el dosel sobre ella, urgidas por el fuego que iluminaba la tienda.

“…Me pregunto”. respondió Heidemarie. “…Pero sí, es un héroe”.

Añadió y le dio a Edda una suave palmada en la cabeza.

“Para nosotros al menos… hoy ha sido realmente valiente. Creo que puede convertirse en un héroe.

Ahora, Edda. Es hora de que duermas. Tenemos que levantarnos temprano mañana”.

“…De acuerdo.”

Ella cerró los ojos obedientemente y se tapó la cabeza con el futón.

“…Buenas noches.”

“Buenas noches”.

Y entonces la noche avanzó-

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Al día siguiente, la caravana abandonó la aldea a pesar de que sus miembros sufrían una terrible resaca.

Partieron siendo despedidos por toda la aldea. Aunque Kei se sentía un poco avergonzado y le dolía la cabeza, seguía respondiendo de forma alegre.

Todo ello mientras reafirmaba una vez más su decisión de ayer y la grababa en su corazón.

El viaje posterior fue tan tranquilo que en realidad fue una decepción.

No se encontraron con ningún monstruo especialmente fuerte, y llegaron a la siguiente aldea al amanecer.

Aquí también se difundió la historia de la heroica batalla de Kei en todo su esplendor, y con la piel del Urs Grande a la vista, los aldeanos acudieron a él y las chicas le adulaban, dando celos a Aileen durante un tiempo. Y luego, aunque pasó esto y lo otro, el día llegó a su fin sin mayores problemas.

Eso ocurrió al día siguiente.

Cuando Kei se levantó y salió de la tienda por la mañana temprano, un joven le estaba esperando.

Era Alexei, con una expresión inusualmente seria.

Mientras Kei se preguntaba qué pasaba, Alexei sacó su espada.

Levantó la brillante hoja de plata a la altura de sus ojos y abrió la boca.

“-Guerrero del Pueblo de la Tierra de las Nieves, hijo de Sergei, Alexei”.

Comenzó con una voz clara y pesada.

“Arquero del Arco Bermellón, Kei, eres mi rival en el amor, persiguiendo a la misma doncella”.

“¿Otra vez?” Ignorando el murmullo de Kei, Alexei continuó.

“Por lo tanto, en nombre de mi antepasado, Alexandre,-” Fijó sus ojos azules en Kei. “-Te reto a un duelo”.

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Nota de Tac-K: Pasen una buena noche chic@s, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. OwO

Este capítulo se tradujo lo más antes posible gracias a Alonso!
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El capítulo 70

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