Vermillion - Capítulo 60
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Capítulo 60: Orilla del Lago (4)
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Con el pretexto de que tenía que prepararse, Aileen hizo que Kei esperara un rato fuera de su habitación. Dicho esto, salió de su habitación unos minutos más tarde, dispuesta a salir, pero entonces refunfuñó en voz baja: “Habría sido estupendo que al menos me hubieran proporcionado un espejo”.
Como Alexei y su grupo seguían armando jaleo en el piso de abajo, los dos pasaron a hurtadillas, saliendo por la puerta trasera.
“Kei, vamos a comer algo por el camino, ¿Vale?”
“Claro que sí. En realidad, hoy no he comido nada aún”.
“He comido alguna pasa seca, pero estaba algo escasa, así que tengo un poco de hambre”.
Paseando sin rumbo por la calle principal, recorrieron los carros de comida y los puestos callejeros. Crepes de trigo sarraceno con relleno de queso, cosas como trozos de jamón curado que se vendían por piezas, sidra de manzana de sabor dulce y tonificante, montones de frutas de temporada como cerezas y nísperos: no paraban de comprar todo lo que les llamaba la atención por ser aparentemente delicioso.
“Por cierto, Kei…”
“¿Mmh?”
“…Gracias por el sándwich.”
“…No hay problema.”
Mientras charlaban de esas cosas, Kei se encargaba de llevar todo, pero en el momento en que salieron de la calle principal, habían comprado tantos alimentos que era imposible que una sola persona los llevara todos.
“De alguna manera parece que hemos pasado hambre”.
“Esto ya no está al nivel de comer sobre la marcha… En realidad debería durarnos a los dos un día entero”.
“¿Dónde vamos a comer?”
En respuesta a la pregunta de Kei, Aileen se puso la mano en la barbilla y gimió. “…Ya que hemos venido hasta aquí, me gustaría comer mirando el lago”.
“Me lo imagino. Ahora que lo pienso, he visto algunos botes de remos”.
Tal y como le había dicho Dagmar, Kei se dirigió al embarcadero que había a las afueras del pueblo. Y allí pidió prestado un bote de remos al anciano de la cabaña con el techo rojo. El precio del alquiler era de apenas cinco monedas de cobre. Estaba a la altura de unos gastos ligeramente desmesurados que cubrían la comida de un día. Según lo que había oído, el anciano aparentemente se ganaba la vida con sus ingresos diarios alquilando las barcas sólo a la gente en la que podía confiar, a la vez que pescaba en el lago.
“Aun así, debo admitir que es mi primera vez en un bote de remos…”
“Lo mismo para mí. Me pregunto cómo funciona esto”.
Junto a la cabaña había un almacén de botes. Con aspecto nervioso, los dos se subieron a un gran bote de remos. Aunque el bote se balanceó sólo ligeramente cuando Aileen subió a él, el hecho de que Kei pusiera un pie en él desde el muelle ya fue suficiente para que se balanceara violentamente.
“…Esto no se va a hundir ni nada por el estilo, ¿Verdad?”
“Por lo que se ve, hasta tres hombres grandes pueden subir a este barco. Ustedes parecen tener un físico bastante bueno, pero al fin y al cabo no es más que el peso de dos personas, ¿Verdad?” Sujetando su bastón, el anciano se rio de Kei, que parecía inquieto, mientras esbozaba una sonrisa de estrechez.
“Ya, ya, con estas cosas es esencial ir a por ello sin ninguna duda. No pasará nada si pones el pie en el centro del barco y lo abordas de un tirón”.
Con la espalda golpeada repetidamente por el bastón del anciano, Kei se decidió y subió a la barca. Al ser zarandeado por el irregular balanceo, estuvo a punto de perder su tembloroso equilibrio y caer, pero de alguna manera se mantuvo en pie bajando su postura.
“Pheew, eso estuvo cerca…”
“Deja de exagerar”.
Aileen y el anciano estallaron en una sonora carcajada tras ver el rostro pálido de Kei.
No, verás, en realidad no sé nadar, ¿Vale?
Aunque pensó eso, Kei guardó silencio al respecto ya que odiaría estropear la oportunidad de que pasaran un rato a solas.
“Ten cuidado de no interponerte en el camino de los cargueros cuando remas el barco, ¿Vale? No detendrán su barco por ti, ya que su capacidad de maniobra es demasiado rígida para los cambios de rumbo repentinos. Como es obvio que los cargueros saldrán indemnes incluso si chocan contigo, asegúrate de mantenerte alejado de ellos. Además, hagas lo que hagas, no tires basura al lago. Enfadaría al Espíritu del Agua”.
“Le prestaremos atención”.
Escucharon el sermón del anciano mientras cargaban los alimentos en el barco. Kei entendió la parte de que debían prestar atención a los cargueros, pero como era un lago tan bonito para empezar, no sintió ningún impulso de contaminarlo arrojando deliberadamente basura en él.
“Comida lista, tripulación lista”.
“Todo listo”.
Kei sonrió mientras agarraba torpemente los remos, haciendo evidente que no tenía experiencia con ellos.
“Muy bien, ¡Salgamos entonces!” Le respondió Aileen con una sonrisa.
“¡Tengan cuidado y nos vemos luego!” El anciano los despidió mientras los miraba con cariño.
Kei y Aileen comenzaron a remar por el Lago Synapeia.
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Nota de Tac-K: Pasen un lindo fin de semana chic@s, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥
Este capítulo se tradujo lo más antes posible gracias a kuraori!
Canjeo 1 Zafiro x 1 Capítulo extra de Vermillion!
El capítulo 60
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