Vermillion - Capítulo 53

Capítulo 53: Yulia (2)

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Una débil sed de sangre, como el punteo de un violín, perturbó la atmósfera.

Inmediatamente, Kei, guiado por sus sentidos, se dio la vuelta y blandió su espada hacia un lado.

Con un chasquido, una rama que había sido lanzada hacia él fue bisecada.

Mientras Kei fruncía las cejas, preguntándose qué estaba pasando, un lánguido sonido de palmas llegó a sus oídos.

“Oh, tío, eso ha sido maravilloso”.

Cuando Kei levantó el rostro, un joven rubio con una leve sonrisa entró en su vista.

-Alexei.

“…¿Qué significa esto?”

Preguntó Kei disgustado mientras envainaba su espada. Cualquiera estaría descontento si alguien le lanzara algo sin previo aviso.

“Lo siento, lo siento. Tu manejo de la espada parecía tan deslumbrante… que me apetecía darle una puñalada. Verás, soy de los que acaban derribando una torre de naipes cada vez que encuentro una”.

respondió Alexei en broma, sin sentir culpa alguna por sus acciones. Pero antes de que Kei pudiera responder algo, continuó.

“Aun así, tu espada no era un mero adorno, ¿eh? Era una habilidad notable con la espada. Tu maestro debió ser alguien extraordinario. Estoy celoso”.

“…Gracias, supongo”.

“Es racional, y tenía algunas partes que me resultaron útiles también… Pero sabes, eso no es algo que debas mostrar fácilmente a los demás, ¿de acuerdo?”

“Viniste a ver sin invitación”.

“Bueno, sí. Sólo te digo que tengas cuidado. Este mundo está lleno de mucha gente que no es tan amable como yo. Y podrían robarte sin que te des cuenta, ¿sabes?”

Dijo con una sonrisa, con un aspecto algo provocador. La incomodidad de Kei creció en intensidad.

“…Tienes mi agradecimiento por la advertencia. ¿Y? Si no tienes nada más que decir, me gustaría irme”.

“Ah, no eres divertido”.

Al ver que Kei trazaba una línea clara, Alexei se limitó a reír de forma tonta, pero sus ojos permanecieron serios.

“…Me gustaría preguntar una cosa”.

Ya sin reírse, preguntó con un dedo levantado.

“Seré claro. Me he enamorado de Aileen. Así que lo que quiero saber es qué tipo de relación comparten ustedes dos. Seré directo: ¿es tu mujer?”.

Su pregunta directa dejó perplejo a Kei.

“…Eso sí que fue bastante directo”.

“Supongo que sí. Pero hablo muy en serio sobre ella. Si es tu mujer, bueno, hay modales y etiqueta para hacerlo de otra manera”.

Dijo con una seriedad sin precedentes. Su mirada franca y honesta despejó a Kei de su malicia, despertando en él cierto tipo de sinceridad. Ligeramente turbado, evitó su mirada, y respondió.

“Aileen es mi… amiga íntima. Pero si tenemos una relación romántica o no es… difícil de responder”.

“Como, desde mi perspectiva, no parecen exactamente amantes. Más bien, su relación es como… Cierto, como la de una princesa y su caballero guardián”.

“Esa fue una analogía bastante acertada, aunque lo diga yo”, asintió Alexei repetidamente por sí mismo. Kei, en cambio, tenía una expresión de amargura.

“…Huh. Espera, ¿Realmente son una princesa y un caballero?”

“¿Eh? Como si fuera el caso. ¿Qué parte de mí te parece un caballero?”

“Mis ojos para la gente no son lo suficientemente buenos como para juzgar a la gente basándose en su apariencia. En primer lugar, no he conocido a muchos caballeros, y casi nunca he visto a una princesa… Sin embargo, ustedes dos son bastante misteriosos. Por eso no puedo saber nada de ustedes”.

Alexei volvió a reírse de forma tonta, y esta vez, sus ojos se volvieron inquisitivos.

“Antes, Aileen dijo que echaba de menos mi ciudad natal”.

Kei tragó saliva al escuchar esas palabras. Manteniendo su mirada inquisitiva sobre él, Alexei continuó.

“Así que le sugerí, ¿Por qué no vuelves durante algún tiempo entonces? Pero ella respondió con tristeza: “Puede que nunca pueda hacerlo”. No habla mucho de su hogar, pero no parece ser de ninguno de los clanes que conozco. Me parece que los dos vienen de un lugar bastante lejano”.

La pregunta de Alexei sonaba insinuante, como si tratara de que Kei revelara algo, pero a Kei le sorprendió ligeramente otra cosa.

¿Aileen dijo algo así…?

Sobre su ciudad natal -Kei casi no sabía nada de Aileen. Lo único que sabía era que era una rusa que venía de Siberia. Sólo estos dos.

Echa de menos su hogar… Nunca actuó así delante de mí… Nunca…

-dijo que quería volver.

“B-Bueno, si es algo de lo que no puedes hablar, no me hagas caso”.

Al ver que Kei se ponía serio de repente, Alexei se puso un poco nervioso, creyendo que había pisado una mina terrestre.

“No… Está bien…”

“De todos modos, si no es tu mujer, entonces no me contendré”.

Con el vago asentimiento de Kei, Alexei hizo un gesto con la mano y salió del lugar como si huyera.

Kei se sentó en silencio sobre un árbol caído en la orilla seca del río.

Reflexionó mientras miraba la superficie del agua. Sintiendo algo parecido a la soledad en su corazón.

…Así que al final, Aileen también es sólo una humana.

Se aferraba a sus propios pensamientos y actuaba según su propio estilo. A menos que tuviera una situación urgente como Kei, a quien le quedaban pocos años de vida en el otro mundo, era natural que añorara su ciudad natal.

Kei no tenía ningún apego a ese mundo. Era lamentable que no volviera a ver los rostros de sus padres, pero hacía años que no se veían en el mundo real y su intercambio se limitaba a correos electrónicos cada pocos días. Y como había estado postrado en la cama desde su infancia, sus sentimientos hacia su ciudad natal o su cultura eran más bien débiles. Ahora, su alegría por obtener un cuerpo sano era mayor que la tristeza por separarse de su viejo mundo.

Era triste que ya no pudiera contactar con sus otros amigos, pero -al llegar al pensamiento, Aileen, con quien he estado más cerca, está conmigo, así que está bien, llegó a una conclusión.

La existencia de Aileen estaba actuando como un gran apoyo para su corazón.

Tardó mucho en darse cuenta de ese simple hecho.

…Si ella no hubiera estado conmigo cuando vine a este mundo…

¿Qué le habría pasado? Kei trató de imaginarlo.

Pensó que se las habría arreglado de una forma u otra. No era como Mandel de Tahfú, pero mientras tuviera su habilidad con el arco, podría haberse ganado la vida mediante el trabajo de mercenario o la caza.

Sin embargo, en última instancia, ¿Habría sido una vida agradable? ¿Podría haber llegado a disfrutar y esperar este mundo como lo hacía ahora?

…No, estoy seguro de que no habría podido.

Si estuviera solo, habría estado en constante inquietud. ¿Por qué estaba aquí? ¿Qué debía hacer a partir de ahora? Incluso ahora tenía muchas de esas preocupaciones. A pesar de estar afligido por las circunstancias, consiguió mantenerse optimista porque tenía como compañera de consulta a Aileen, que estaba en la misma situación que él. Su optimismo y sentido del humor habían sido un faro de luz para él.

Estaba seguro de que estaría temblando durante las noches oscuras, si ella no hubiera estado con él.

Por otro lado… ¿Y yo?

A la inversa, empezó a mirar su propia posición.

Qué clase de existencia era Nogawa Keiichi a los ojos de Aileen…

Mientras reflexionaba sobre ello, le asaltó una sensación como si el suelo bajo él estuviera a punto de ceder.

Desde su estancia en la posada de Satyna, donde había refunfuñado por no encontrar un barco que les llevara, Aileen nunca había mostrado incertidumbre.

Siempre se mostraba brillante, y Kei nunca lo había cuestionado, ni siquiera por un momento. Pero ahora que lo hacía, le parecía poco natural.

Es imposible que Aileen no esté ansiosa…

Aileen había dicho que no sabía qué hacer. También dijo que no sabía qué quería hacer.

Pero – no podía ser sólo eso. ¿Qué pasó con su familia? ¿Hubo un retraso entre los dos mundos? ¿Qué pasó con su cuerpo en el mundo anterior? ¿O pudieron volver a su mundo anterior en primer lugar?

¿No era que su no sé qué había expresado simplemente lo perdida que se sentía frente a todas las angustias? Yo le habría hecho compañía, si ella simplemente hubiera hablado conmigo -tal pensamiento cruzó la mente de Kei, pero entonces, llegó a una espantosa hipótesis.

Posiblemente el hombre llamado Nogawa Keiichi…

…ya no era digno de que le confiaran sus preocupaciones, desde el punto de vista de Aileen.

Pensando en el pasado, estaba aquel incidente en Satyna. La noche en que Lily fue secuestrada y él se opuso a Aileen tras sopesar los pros y los contras de rescatarla.

Por supuesto, no es que Kei no quisiera salvarla, pero teniendo en cuenta el riesgo de lesiones y de muerte, estaba en contra de lanzarse a por ella. Al final, Aileen se adelantó y la salvó con facilidad, pero viéndolo ahora, su yo del pasado parecía ser extremadamente patético.

Sabía que sólo era una opinión retrospectiva. Todavía no creía que considerar los riesgos y actuar con cuidado fuera un error.

Sin embargo, en aquel entonces, Aileen declaró que abandonarla era algo que sólo haría un monstruo…

¿Estaba decepcionada conmigo? Kei empezó a temer. ¿Quizás esa era la razón por la que había elegido consultar a Alexei en lugar de a él? ¿Quizás Aileen sólo fingía estar feliz mientras en realidad lo despreciaba?

No lo creía, pero la sola idea le producía escalofríos.

Su corazón apretado gritaba que no quería ser odiado por ella. Por todos, pero no por ella.

“…Qué debo hacer”.

Las palabras que murmuró en japonés no llegaron a los oídos de nadie. Un suspiro sombrío escapó de sus labios.

Anoche, intentó vengarse de Alexei utilizando el esperanto, pero al recordarlo ahora, le pareció tan vacío. Entre Alexei y él, naturalmente elegiría a un nativo. Su corazón estaba hecho un lío, y ni siquiera sabía si quería que ella lo hiciera o no.

“¿Qué es lo que quiero…?”

Era un hecho que no quería ser odiado por ella, pero…

Mientras seguía cavilando, escucho voces bulliciosas procedentes del campamento.

Sin darse cuenta, el sol ya había salido más allá del horizonte. Había pasado aquí más tiempo del que esperaba. Con otro suspiro, Kei se levantó de mala gana.

…Ni siquiera sé cómo debería enfrentarse a ella.

Últimamente, no, desde que llegaron a este mundo, Kei había tenido dificultades para calcular la distancia entre él y Aileen. Pero hoy, esto había alcanzado un nuevo nivel.

La superficie del río brillaba con fuerza al reflejar los rayos del sol de la mañana, pero no era más que una luz apagada y deslumbrante.

Kei no tenía la suficiente compostura para apreciar su belleza ahora.

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Este capítulo se tradujo lo más antes posible gracias a kuraori!
Canjeo 1 Zafiro x 1 Capítulo extra de Vermillion!
El capítulo 53

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