Vermillion - Capítulo 22

Capítulo 22: Poder Parte 3

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Cuando Kei terminó su lección de esperanto con Anka, Aileen dijo que tenía hambre. Le pidió a Cynthia que la atendiera de nuevo antes de salir de casa. Bennett aún no había regresado. Lo más probable es que estuviera jugando con su nieta, Jessica, como había prometido.

Kei corrigió la redacción de sus oraciones y, de paso, le enseñó algunos verbos útiles, órdenes y qué tipos de catalizadores preferían los espíritus. Tenía un aspecto espantoso, pero lo anotó todo en un papel antes de irse a casa mientras sollozaba de gratitud.

Como su profesor, se alegró de que estuviera contenta, pero sinceramente se sintió en conflicto. No tenía ni idea de la eficacia de la “magia ritual” sin un espíritu contratado, aunque su esperanto fuera perfecto.

En la magia ritual y en otras magias, el usuario transmitía su objetivo deseado al Espíritu a través de su lengua. El éxito dependía del poder mágico y del catalizador ofrecido; ese hecho no cambiaba.

Con la magia normal, el espíritu contratado por el usuario respondería a su llamada; la diferencia con la magia ritual era que el usuario no sabría si había un espíritu cerca, pero lo pediría de todos modos.

En pocas palabras, la magia ritual era poco fiable.

Los espíritus existían en todas partes, pero no existían en ninguna. Por ejemplo, el espíritu contratado por Kei, 『La Doncella del Viento』, podía manifestarse en cualquier lugar donde soplara el viento.

Ella era una sola ráfaga de viento, y sin embargo era toda la atmósfera. El nombre real de la “Doncella del Viento”, “Siv”, sólo lo conocían los que tenían contrato con ella. Originalmente, ella sería consciente de todos ellos mientras el viento pudiera alcanzarlos, pero para Kei, ella parecía ser consciente sólo de él.

No había ninguna razón para que ella prestara atención a la petición de un solo humano en una extensión tan vasta de conciencia.

Además, aparte de utilizar la magia ritual para atraer a un espíritu, era aún más importante crear un espacio que el espíritu prefiriera. El problema era que Kei no estaba familiarizado con el proceso que había detrás.

Los NPC sólo insinuaban la preparación y la redacción en el juego. El jugador nunca era capaz de preparar realmente un área. Por lo tanto, Kei no podía ni siquiera empezar a adivinar cómo hacerlo.

Por eso Kei le enseñó a Anka los catalizadores que preferían los espíritus de menor rango y más fáciles de manifestar, que aprendió consultando a un NPC.

…Supongo que es mejor que nada, pensó mientras recorría el camino principal de la aldea.

Anka pensó que mientras ofreciera un catalizador y rezara adecuadamente en el idioma de los espíritus, entonces un espíritu podría venir.

Kei sólo quería que ella pensara que aumentaban ligeramente las probabilidades, pero después de ver lo confiada que estaba, empezó a sentirse un poco culpable de que pudiera no cumplir sus expectativas. Mientras pensaba en eso, llegó a la plaza central del pueblo.

Era el único lugar empedrado de Tahfú.

En el centro de la misma había un pozo que les servía de sustento para sus necesidades diarias, como lavar la ropa y proveerse de agua potable. Pero ahora, todo el equipo arrebatado a los bandidos estaba dispuesto sobre la piedra de forma organizada.

Los que no tenían nada que hacer se quedaron mirando.

Los ojos de los niños y los hombres brillaban al ver todas las armas y armaduras raras. Los rostros de las mujeres decían, los niños serán niños, mientras miraban a los hombres mientras llevaban cestas de ropa.

Cronen, Mandel y el resto del equipo de recuperación parecían incapaces de unirse a la emoción, ya que aún les pesaba el recuerdo de los cadáveres.

“Oh, Kei-dono. ¿Ya has terminado tu charla?” Danny dejó de revisar el equipo, esbozando una sonrisa insincera.

“Sí. ¿Cómo está tu lado?”

“Fantástico. El equipo de los bandidos de Ignaz es tan bueno como se esperaba”. Se frotó las manos, tratando de ponerse en el lado bueno de Kei.

“De acuerdo”.

Kei asintió con calma y luego miró las espadas largas alineadas en el suelo.

…Las dispusieron para que no se llevaran las mejores, eh.

Miró para asegurarse de que la espada a la que había echado el ojo antes; la de mayor calidad, seguía allí. Era sólo una sensación, pero parecía que había muy pocas espadas en el suelo. Lo más probable es que, mientras hablaba con Aileen, alguien se las llevara a alguna parte. Kei sonrió amargamente mientras esos pensamientos pasaban por su cabeza.

Cuando vio la armadura de cuero junto a las espadas, su expresión cambió de repente.

-Ocho. Ocho piezas de pecho.

“¿Qué ocurre, Kei-dono?”

“…Danny-dono. Quiero preguntar una cosa. ¿Estas son todas las armaduras que se recuperaron?”

“Sí, esto debería ser todo. Precisamente ocho conjuntos, el mismo número de cuerpos”.

“Ya… veo…”

-No hay suficientes.

Kei se dio cuenta, aunque tarde, pero definitivamente luchó contra diez bandidos ayer.

-¿Se escaparon dos de ellos? Pensó mientras luchaba por no mostrar nada en su rostro.

Pensó en coger a Sasuke y volver a cabalgar hacia las llanuras para hacer una comprobación más, pero se detuvo al ver que Danny le miraba con curiosidad.

Este testarudo nunca habría pasado por alto los cuerpos extra, así que no debería acusarlo todavía.

…Al menos dame algo de los que se escaparon. Si tuviera siquiera uno de sus cuchillos, podría 『Rastrearlos』.

Kei se paró frente al equipo de orden, contemplando en silencio. “Hmm…”

Sólo tenía una esmeralda más, que era un catalizador necesario para su magia. Si tenía sus armaduras o armas, entonces, basándose en la『Esencia』, podría encontrarlos con 『La Doncella del Viento』 siempre y cuando estuvieran en un lugar donde soplara el viento.

Sin embargo, no sabía qué objetos eran los suyos. No tenía suficiente maná ni catalizadores para intentarlo al azar.

Kei se frotó la barbilla y lo pensó, ignorando la mirada interrogativa de Danny. De repente, rompió el silencio: “… De acuerdo. En cuanto al botín…” Se acercó a la espada larga que estaba mirando antes y la cogió lentamente.

La sacó de la vaina. Su peso se sentía bien en su mano. La hoja era del grosor adecuado, tenía unos ochenta centímetros de largo, y parecía que podía cortar bastante bien. La giró con una mano para probarla.

Hizo un sonido de swoosh al cortar el aire.

La ruidosa multitud se calló en cuanto empezó.

…Es rápido, pensó Cronen, con los ojos muy abiertos después de un solo movimiento.

…Es perfecto. Mandel contempló la fuerza ilimitada de Kei; la espada se detuvo perfectamente con la forma adecuada.

“Danny-dono”.

“¿Si?”

“Me llevaré esta espada y las platas que hemos recuperado”, con la espada aún desenvainada, Kei declaró en un tono que decía que no iba a esperar la aprobación. “A cambio, les daré todo lo demás. De todas formas, todos me han ayudado bastante. ¿Les parece bien?”

“¡¿Qué?!” Danny se quedó con los ojos abiertos de sorpresa, porque una propuesta así no tenía precedentes. La plata en sí era una gran suma, pero si vendían la armadura, los accesorios y todo lo demás, los ingresos serían una suma aún mayor. Incluso los aldeanos que los rodeaban se agitaron y emitieron sonidos de sorpresa.

“¡Por supuesto! Por supuesto!”

“Bien… Por cierto, puede que sólo sea yo, pero parece que no estan todas las espadas aquí. ¿El herrero sigue trabajando en sus reparaciones? Realmente no importa, pero espero que no cuentes mal las monedas, Danny-dono”.

Con la taimada sonrisa de Kei, Danny sonrió y su rostro palideció ligeramente mientras sus mejillas se enrojecían.

Kei miró al cielo, teñido por el atardecer, y dio un pequeño suspiro. “…Hoy todavía estoy un poco cansado. Lo siento, pero ¿Puedo dejarte el resto a ti?”.

“S-seguro”.

“Gracias. Voy a volver a tu casa Danny-dono, discúlpame”.

Se dio la vuelta y comenzó a recorrer el camino de vuelta, con su espada tintineando al guardarla de nuevo en su vaina.

…No llevarme el resto del equipo es un poco desperdicio, pero no tengo tiempo de venderlo todo.

Según Danny y los demás, en una semana vendrán vendedores ambulantes.

Sería ideal si pudieran vender todo el equipo y reponer el dinero que se llevaron de los bandidos. Podría ser malo si algunos de los bandidos se escaparan.

El enemigo era un grupo de bandidos cuyo nombre era conocido en toda la región. Basándose en sus habilidades en la lucha de anoche, Kei pensó que no debían formar parte de la fuerza principal. Si ese era el caso, era muy probable que quisieran vengarse.

Ese equipo… los anillos… podrían ser un problema.

Podía llevar algunos objetos fáciles de transportar, pero los anillos tenían un diseño extraño que le preocupaba.

Si esos anillos son la marca del grupo, entonces podría terminar siendo yo el 『Rastreado』…

No sería extraño que un grupo grande tuviera uno o dos magos.

Aun así, decir: “Sólo tomaré esos anillos de aspecto extraño”, sería demasiado sospechoso. Así que, la única otra opción era darle todos los accesorios a Danny y a ellos.

…Oh, bueno, la plata y la espada no es una mala ganancia. Cuando Aileen vuelva a la normalidad, nos iremos del pueblo.

En su mano derecha, Kei agarró la vaina con fuerza.

El luminoso bosque estaba ahora teñido de una espesa oscuridad por el crepúsculo.

Inquieto, Kei corrió de vuelta a la casa en la que esperaba Aileen sin mediar palabra.