Vermillion - Capítulo 119
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Capítulo 119: Biblioteca [2]
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Por otra parte, no se llevaban a cabo inspecciones estrictas en las puertas, a diferencia de Satyna con su control de dr%gas, por lo que no sería imposible colar algo, pero, en cualquier caso, eso no tenía nada que ver con Kei.
“Permiso… hmm, así que eres un ciudadano honorario, Keiichi Nogawa… este nombre…”
El guardia escaneó la identificación y cerró la boca bajo el casco.
“Ah, capitán. Esta persona es el ganador de la división de puntería del torneo”.
Otro guardia cercano señaló a Kei mientras se acercaba inestablemente.
“Le vi en el lugar de reunión, así que recuerdo su cara”.
“Hmm, ¿Es así?”
Ante las palabras de su subordinado, el capitán empezó a comparar de cerca a Kei con la identificación que tenía en la mano. Kei pensó que era bastante poco reservado, ya fuera por esto o por su anterior actitud amenazante, aunque no expresó su impresión con palabras, limitándose a mirar hacia atrás con la cabeza ladeada.
“…Ya veo, mis disculpas. Por cierto, ¿Quién es ella?”
“Ella es mi esposa”.
“Aquí está el certificado de matrimonio”.
Aileen abrió rápidamente el pergamino y lo mostró. Esta vez el capitán se limitó a ojearlo sin coger el certificado.
“Ya veo, mis disculpas. Parece que no eran individuos sospechosos”.
“Tus compañeros están haciendo guardia en la puerta, ¿Qué tal si les pones un poco de fe?”. comentó Aileen hinchando las mejillas, lo que le valió una sonrisa irónica y un golpecito en el casco por parte del capitán.
“Bueno, sí, tienes razón. Es sólo que no puedo excluir la posibilidad de que algunos anárquicos escalen el muro para colarse”, comentó. “En cualquier caso, culpa mía”, añadió y volvió a su puesto.
“Por favor, no deje que eso le afecte. A pesar de su comportamiento, nuestro capitán es un hombre muy diligente”. El guardia excusó a su superior con un encogimiento de hombros y luego se encaró con Kei: “Por cierto, ¿Me das tu apretón de manos? ¡Vi tus hazañas durante el torneo! ¡Estuviste increíble! Me emocionaste mucho”.
“S-Seguro. Me alegro de que lo disfrutaras”.
La contundencia del guardia abrumó un poco a Kei, pero aun así cogió la mano del hombre y se la estrechó, sin parecer realmente muy descontento por ello.
Al ver cómo se desarrollaba esta escena, Aileen frunció las cejas: “Oye, Kei, tu nombre y tu cara no son muy conocidos a pesar de haber ganado el torneo, ¿Verdad?”.
“¿Eh? Uhh… supongo…”
El guardia que aún sujetaba la mano de Kei le respondió con una ligera duda, “…creo que depende de la persona. No conocerían su cara si no hubieran estado presentes durante el torneo, y es probable que muchos perdieran el interés cuando se enteraron de que había ganado un desconocido”.
“Aww, ¿Qué pasa con eso?” se quejó Aileen con voz carente de entusiasmo y el cuerpo perdiendo la tensión por el abatimiento.
“Oh, aunque nuestro capitán es una excepción. Tuvo unos asuntos en otra ciudad hasta hace poco, así que se perdió el torneo y no sabe nada de él”.
“Ah, ya veo. Pero aún así, sería bastante irritante que te detuvieran así una y otra vez”.
“…¿Piensas venir aquí tan a menudo?”
“Sí. Tenemos asuntos en la biblioteca. Investigaremos cosas durante un tiempo”. Kei asintió profundamente.
“Ya veo. La biblioteca, ¿Eh…? El número de guardias es limitado, así que no tardarán mucho en conocer vuestras caras. Pero si no queréis esperar a eso, ¿Qué os parece ir en carruaje? Así nadie os detendrá cuando paséis la puerta”.
“…Ya veo, tiene sentido ya que no puedes colarte con un caballo y un carruaje. ¿Pero hay establos en la biblioteca?”
“Los hay. Después de todo, muchos nobles estimados vienen a visitar la biblioteca desde lejos. Mientras no sea algún animal feroz, vigilarán la mayoría de las cosas”.
“Oh. Entonces supongo que lo visitaremos con nuestros caballos la próxima vez”.
Probablemente también haría que Sasuke y Suzuka se sintieran mejor si los sacaban a pasear un rato cuando iban a la biblioteca, en lugar de obligarlos a quedarse en su establo todo el día.
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