Tsuki Ga Michibiku Isekai Douchuu - Capítulo 182

Capítulo 182: La Mañana Brumosa

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“Bueno, entonces, cuídate Waka-sama.”

“Cuídate Raidou-se-no, Raidou-dono.”

La frontera nacional de Kaleneon.

Una mañana de invierno cubierta por una espesa niebla.

En el puente que cuelga de un acantilado, un grupo estaba alineado con las cabezas agachadas ante los tres que partían.

La figura trasera de los tres ya estaba apenas oculta por la niebla y se había convertido en sombras.

No sólo es una mañana fría, en este día en el que incluso la niebla salió, el frío se sentía aún más fuerte. Pero la gente que los vio partir no se estremeció ni un poco y actuó con firmeza.

Pero el estado era ligeramente extraño.

Dentro de su grupo, había muchas sombras que no pertenecían a los hyumans.

“Ahora bien, para cuando vuelvan, necesito tener otro informe preparado”.

De las dos que estaban al frente del grupo que los vio partir, una de ellas abrió la boca. La voz que salía del cuerpo ligeramente pequeño era la voz de una mujer.

Pero la figura de la chica no era la de una hyuman.

“Realmente van a encontrarse con la raza demoníaca. Como siempre, qué persona tan imprevisible”.

Otro también abre la boca.

Esta también es una mujer. Una hyuman esta vez.

“Eva, estamos regresando. ¿Está bien? Tener cultivos que puedan crecer en invierno, me lo dijiste con orgullo, así que seguiremos con eso”.

“Ema-san, sí dije que tenía algunos en mente, pero lo importante es que no hay suficiente tierra cultivable para plantar. Primero deberíamos cultivar nuevas tierras y vigilar el progreso de…” (Eva)

“Ya lo he confirmado. Lento. Honestamente hablando, las acciones de ustedes son simplemente lentas. En el futuro, no aceptaré excusas culpando al invierno. Ah también, voy a comprobar la tasa de impuestos de nuevo”. (Ema)

“Uuuh, sobre la tasa de impuestos, ya que estamos empezando en un punto en el que prácticamente no tenemos tesoro nacional, creo que actualmente, este es el momento en el que tenemos que ahorrar tanto dinero de la nación como sea posible. Por supuesto, puse en primer lugar el sustento de los residentes y coloqué una tasa impositiva que está al nivel de las grandes naciones. Lo hice con la convicción de que este era el método más convencional de tipo impositivo”. (Eva)

Una conversación entre Eva y Ema.

Aunque sus nombres son similares, sus posiciones parecen ser muy diferentes.

Sobre todo, era una conversación entre una hyuman y una raza que no es hyuman, por lo que es bastante raro que la hyuman sea la que está en la posición más baja.

“Lo que es convencional sobre un gobierno 7:3. Waka-sama se ha tomado la molestia de organizar a los residentes y nos ha confiado sus vidas, no importa la raza, no aceptaré morir de hambre y de frío.” (Ema)

“7:3 ¿Qué?” (Eva)

“*El sistema de impuestos sobre la tierra del periodo Edo funcionaría mejor en esta situación. En serio, algo tan importante como conseguir una nación, y la parte interesada a cargo del gobierno sólo tiene este nivel de inteligencia. Solo puedo llamarlo estupidez. En esta nación donde hay una mezcla de hyumans y demi-humanos, no hay manera de usar el sentido común de la creación de una nación de hyumans”. (Ema)

“… Lo siento.” (Eva)

En este regaño que podría ser tomado como irracional, Eva se disculpa honestamente.

Porque en el tiempo que lleva conociendo a la mujer llamada Ema, ha entendido más o menos sus habilidades y personalidad.

Eva no entendía el significado de las palabras 7:3 gobierno o el sistema de impuestos sobre la tierra del periodo Edo, pero Ema debió juzgar que el sistema de impuestos que iba a establecer no era el más adecuado.

(Pensaba que la raza de los Orcos, aunque sus nombres y figuras fueran diferentes, eran todos gente de mente simple que se dejaba llevar por el instinto. Los Orcos de las Tierras Altas, esas chicas, no sé dónde habita esa raza, pero tienen conocimientos al nivel de los eruditos. Aunque imperfecta, yo era bibliotecaria en la Academia, y sin embargo, no puedo compararme con esta gente. Raidou-sensei, las personas que te apoyan desde atrás, realmente no hay ninguna normal). (Eva)

Eva fue presentada a Ema por Makoto en el momento en que llegaron a Kaleneon.

‘Ella es una persona amable y confiable’. Es lo que dijo mientras miraba a Ema’.

Eva, que había prometido en su corazón tirar su sentido común y dejar de pensar que las cosas son anormales, vio su determinación aplastada en un instante.

Pensar que habría una escena en su vida en la que tendría una conversación con una Orco, Eva no sería capaz de imaginarlo ni en sus sueños más salvajes, así que no podía ser de otra manera.

Teniendo su nación natal destruida, perdiendo su territorio, y condenada por sus familiares; en esa severa situación, Eva que estaba medio controlada por la locura, conoció a Raidou- Makoto – en Rotsgard, y esa locura suya se esfumó.

Con estos sucesos consecutivos fuera de los límites del sentido común, tal vez esté recuperando la cordura, o es sólo que un nuevo tipo de locura la está tiñendo ahora; probablemente no lo sabe con claridad todavía.

“¿Y las otras situaciones?”

Ema se dio la vuelta a su espalda.

Allí estaban un hombre Lagarto de escamas azules, un Orco de mayor complexión que Ema, un Alado de color blanco y un Eldwa que tiene más o menos la misma altura que Ema.

“…Bien. Dejando de lado las palabras de Eva, ¿No hay ningún lugar que pueda ser recuperado actualmente? Si se trata de nuevas tierras de cultivo, tenemos bastante. Además, si nos limitamos a recuperar inútilmente terrenos nivelados, en el estado actual en el que no podemos enfrentarnos a los mamonos, no tendría sentido.”

El primero en responder fue el hombre Lagarto.

“Enfrentarse, ¿Te refieres a ese nivel de bestia demoníaca? Dentro de la población que ha llegado a Kaleneon, hay aventureros y antiguos aventureros. Sin embargo, en términos de experiencia en la batalla, debe haber una cantidad razonable…” (Ema)

El rostro de Ema se torna serio ante el informe del hombre Lagarto.

“Hay muchos que aún no se han adaptado al entorno de esta nación. Además, nos falta gente con verdadero talento. Después de la invasión de la raza demoníaca, la cantidad de hyumans que están acostumbrados a trabajar en un entorno nevado es muy baja. En primer lugar, si hubiera supervivientes de personas que vivieran en esta zona, la situación habría sido ligeramente diferente.”

“¿No los hay?” (Ema)

“Sólo hay unos pocos. Experimentados en la batalla, no hay ninguno. Esto probablemente ya ha llegado a tus oídos también Ema-dono, pero el grupo de aquí son personas que han estado viviendo confiando en la bendición de la Diosa. Es cuestionable el conocimiento que tienen sobre la vida independiente”.

“…Aunque tengamos nuevas tierras, la seguridad será necesaria. Pero son pocos los que podrían protegerse adecuadamente de los mamonos, ¿Es lo que intentas decir?” (Ema)

“Así es. Hay unos pocos aventureros, en un grado que apenas podemos utilizar adecuadamente. Sería más realista traer más de fuera con peticiones, o tenernos asignados. Según el resultado de la investigación, las bestias demoníacas que habitan esta nación son más activas en invierno. Por el informe de Eva diciendo que si vamos a hacer un entrenamiento debe ser en una época distinta al invierno, lo más probable es que los resultados de esa investigación no estén lejos de la verdad.”

“Entendido. Cooperación con el exterior. Respecto al tema de traer aventureros, lo dejaré como sugerencia por ahora. No tendría sentido si somos nosotros los que hacemos todo, después de todo”. (Ema)

“Entendido. Pero, ¿Está bien continuar con el entrenamiento y la guardia por ahora?”

“Por supuesto. Contaré con ustedes”. (Ema)

En esta ocasión, Eva apenas dijo nada.

Pero no había disgusto en su rostro.

No es que lo esté ocultando.

En el tiempo que lleva en contacto con los mamonos y demi-humanos que Raidou le ha presentado, había decidido en su corazón aprender su sentido común.

Las líneas que exigen son absurdas, pero en primer lugar, el punto mismo de obtener una nación está en la clase de argumentos de los locos y temerarios.

Raidou y la Compañía Kuzunoha que fueron capaces de lograr esa misma hazaña en una tierra que estaba completamente en control de la raza demoníaca, no hay necesidad de decir que no es más que anormal.

Pero ella fue la que confió en ellos, y la situación actual es que no tiene a nadie más en quien confiar en Kaleneon aparte de ellos.

En ese caso, ella se resuelve a moverse en las mismas normas que ellos.

Por eso está en pleno proceso de aprendizaje.

Ema y el resto de la gente definitivamente no están despreciando a Eva.

Tampoco la toman a la ligera.

Sólo están tomando la medida de formarla como una representante adecuada de una nación.

Asombrosamente estrictos.

Eva estaba en un punto en el que incluso si se rompía, no la dejarían.

Después de que el hombre Lagarto retrocedió, Ema miró al Orco.

Pero el Orco que fue mirado, sacudió la cabeza hacia los lados.

“No hay nada que informar por mi parte. Seguimos recopilando información sobre las bestias demoníacas mientras nos aseguramos la comida. En cuanto a la caza, hay que decir que está centrada en los aventureros, y su progreso es razonable. Desde la perspectiva de Ema, probablemente estaría en torno al 80% en términos de número”.

“… Así que el otro 20% no se está poniendo al día eh. ¿Crees que todavía podemos aumentar el número de personas a cargo?” (Ema)

“… No habría problema, pero si queremos evitar ciertamente los imprevistos, sugeriría que dejáramos a unos cuantos. Aumentar el número no siempre es bueno. Para nosotros los guardianes, y también para la gente que se esfuerza en cazar”.

“Entendido. Lo organizaré, así que por ahora, lo dejaré a tres”. (Ema)

“Entendido”.

Después de la breve charla entre los Orcos, el siguiente es el Alado quien dio un paso adelante.

Dentro de los presentes, es el que tiene la apariencia más cercana a un hyuman, pero las alas en su espalda niegan esa posibilidad. También hay varios rasgos especiales que son diferentes a los de un hyuman. Eva se sorprendió mucho cuando se enteró de que son una existencia herética incluso entre los demi-humanos.

“No hay problema en la seguridad de la frontera nacional. Hubo avistamientos de personas que parecían ser demonios, pero no han invadido. Ha habido casos en los que algunos han ignorado nuestras advertencias, llegando a convertirse en una pelea. Pero pudimos aplastarlos. No hubo daños por nuestra parte”.

“Buen trabajo. Entonces, ¿El número de personal para la seguridad y otras tareas es el adecuado en este momento?” (Ema)

“No es necesario. Las personas que están a cargo de la seguridad están empezando a tener tiempo libre en sus manos. Como se están acostumbrando, el área de la que pueden encargarse aumenta. Esto es gracias al entrenamiento de Tomoe-sama en las técnicas de búsqueda de enemigos. No habrá problemas en colocar a algunos en otras tareas”.

“Ya veo. Es muy bueno escuchar eso. Entonces, ¿Puedes nombrar algunos candidatos más tarde?” (Ema)

“Entendido”.

Kaleneon es una nación especial que tiene un acantilado como frontera nacional.

Su seguridad ha sido encomendada a los Alados que poseen la habilidad de volar, y no han permitido que ninguno la invada.

Para entrar en el actual Kaleneon, es completamente necesario tener el permiso de la Compañía Kuzunoha.

Y el último en dar un paso adelante es el Eldwa.

Antes de decir nada, ya tenía una expresión preocupada.

“Ahora bien, ¿Con qué debo empezar?”

“¿Se está retrasando el despliegue de herramientas como se esperaba?” (Ema)

“Eso es porque en el Kaleneon actual, no importa cuántos artesanos como nosotros haya, nunca sería suficiente. Sin embargo, si hubiera más residentes aquí especializados en el elemento tierra, la situación podría ser un poco diferente. Pero la falta de personal ha llegado a un nivel de impotencia. Aun así, estamos en una situación en la que no podemos sacar más personal de nuestras filas. Ya lo he sugerido antes pero, ¿No es posible llamar a otros enanos para que sean residentes? Hay varios volcanes en Kaleneon, y lo he comprobado; parece ser un entorno relativamente bueno para que vivan los enanos”.

“Sobre ese asunto, estamos esperando la decisión de Waka-sama. Pero parece que está dudando ya que probablemente tendrían que reclutar de la Unión Lorel”. (Ema)

“Me siento mal por molestar a Waka-sama. Pero no creo que los enanos de Lorel tengan ningún apego a la Unión. Porque no importa de dónde seamos, somos artesanos de corazón. Incluso si excluimos a los que fueron a la religión del Espíritu, no sería un problema si los propios enanos lo aprueban. ¿No puedes decirle esto?”

“Lo intentaré y veré. Sólo que, Waka-sama está en ese estado probablemente porque podría convertirse en una situación en la que estemos desmenuzando el poder nacional de la Unión de Lorel, así que no estoy segura de si ayudará a que tome una decisión”. (Ema)

“Es cierto que estaríamos quitando potencial a su nación si los trajéramos. Incluso piensa en cosas tan difíciles. De todos modos, nos falta gente en nuestro lado. Tanto si son hyumans como demi-humanos, si hay alguien interesado en ser Herrero, me gustaría que me lo dijera inmediatamente. Armaduras, herramientas de labranza, construcciones; hay una montaña de cosas que hacer”.

“Lamento haberte hecho pasar por tanto trabajo. Intentaré tener en cuenta a los candidatos para hoy”. (Ema)

“Cuento con ustedes. Reuniremos en documentos la información de los rasgos especiales de la comunidad enana en Lorel y todo lo que pueda ser útil para Waka-sama. Se los enviaré cuando hayamos terminado”.

“Eso sería una gran ayuda. Bueno entonces Eva, creo que ya lo sabes pero, nos vamos a dormir a la misma hora de siempre. Volvamos”. (Ema)

Eva, que escuchaba su conversación con interés, endureció su rostro ante las repentinas palabras de Ema.

Todos los demás ya se han vuelto hacia el pueblo y han iniciado su regreso.

“¿Como siempre? Uhm… Me parece que en estos tres días no he dormido bien en absoluto. ¿Es eso a lo que te refieres como “dormir a la misma hora de siempre”?” (Eva)

“Ya estás durmiendo correctamente durante una hora. Te he dado un medicamento para que no tengas problemas de salud. ¿Me estás diciendo que no los has tomado?” (Eva)

“¡Sí! Es porque los estoy tomando que mi corazón está cansado pero mi cuerpo está extrañamente enérgico. ¿Cuánto tiempo va a durar esta situación?” (Eva)

Eva, que estaba haciendo lo mejor hace unos días, incapaz de ver el final de esta pesadilla, se opone a la declaración que era como si le dijera que esto es lo que normalmente será.

“¿Cuánto tiempo? Obviamente, será hasta que hayas crecido lo suficiente como para no necesitar nuestra asistencia. Después de todo, ya eres una adulta y aún no puedes dar respuestas adecuadas. Da lo mejor de ti”. (Ema)

“¡¿Respuestas adecuadas?! ¡Me sugirieron un plan tan absurdo así como así! Encima, Raidou-sensei no parece tener muchos conocimientos en política y gestión!!!” (Eva)

“¿Qué intentas hacer poniendo a Waka-sama como comparación? No tiene sentido. Señora, ¿Puede dividir despreocupadamente la tierra?” (Ema)

“…”

“Qué estupidez. Ahora, endereza tu espalda y camina con orgullo”. (Ema)

Ema rechaza el grito de Eva y rápidamente camina hacia adelante.

Persiguiéndola, Eva trata desesperadamente de enderezar su espalda que parece que se va a doblar en cualquier momento.

“Eva, convertirse en Representante de una nación no es algo sencillo. Conocimiento, sabiduría, poder. En esta situación en la que vivimos sin involucrarnos con naciones extranjeras, aún podemos buscar la estabilidad. En el futuro, cuando la diplomacia comience, no será en esta proporción. Si no se crece a un ritmo más rápido que el que marca Ema-dono, el futuro de Kaleneon será oscuro”.

“En serio. Después de todo, tú misma no tienes ese atractivo abrumador que une a los demás. Los residentes de aquí son gente que no vivía aquí originalmente, así que unir a la gente es una cuestión difícil. Conocimiento y sabiduría. Y lo más fácil de obtener es el conocimiento. Aprender desesperadamente”.

“Cosas como los nobles y la realeza; porque te cuelgan esas cosas que están determinadas por la herencia, actúas de forma consentida cuando estás en una posición de tener tierras. Si quieres estar por encima de los demás, tendrás que ser capaz de mostrarles algo digno de ello.”

“Puede que sea un sueño surgido de una media locura, pero ya que se te ha concedido, tendrás que asumir la responsabilidad. Ríndete, no puedes escapar”.

Al ponerse al día con el hombre lagarto, el orco, el piel de ala y el enano, Eva recibió palabras de agradecimiento de ellos.

Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro.

“Podría ser más cómodo si termino loca como en mi época en Rotsgard”. (Eva)

“Locura eh. Eso también podría ser bueno. Sin duda te daría más resolución y poder que el que tiene tu yo actual”.

“Lo importante es que tengas un poder digno de un gobernante y que seas capaz de tomar decisiones. Para eso no hace falta estar cuerdo. ¿No está bien?”

“Tus resultados podrían decepcionar a Waka-sama. Aunque tengas que volverte loca, tendrás que mostrar buenos resultados”.

“No importa cómo termines, caerás en la misma situación, así que ¿La cordura no juega un papel importante en tu felicidad?”

Las palabras despiadadas vinieron volando.

“Todos, por favor, no estropeen a Eva-san. Esta chica llevará a Kaleneon y lo levantará después de todo. Ella es una persona que ha intercambiado tal contrato con Waka-sama. Conseguirlo más fácilmente volviéndose loca es simplemente-” (Ema)

‘De ninguna manera lo permitiría’.

Las últimas palabras que salieron de Ema se reflejaron en los ojos de los demás que se dirigían a Eva.

Eva agacha la cabeza.

El renacimiento de una nación arruinada.

Eso es un milagro.

Y sin embargo, se ha concedido.

Entonces, el precio de la misma, su compensación; no importa cuál sea, ella tiene que pagarla.

Se ha convertido en algo increíble.

Pensando en eso, Eva camina mirando hacia adelante.

Si se encontrara con su yo del pasado, tendría ganas de decirse a sí misma que mirara bien la realidad.

Contuvo ese pequeño sentimiento en ella.

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Una espesa niebla sigue cubriendo los alrededores.

Sabiendo ya que esto no es un hecho extraño por estos lares, la chica pensaba que habría sido mejor que la niebla no hubiera salido precisamente hoy.

Cruzando los brazos, espera a los invitados.

A su lado hay un gigante con cuatro brazos, y al igual que ella, estaba en silencio.

A su espalda, había soldados demoníacos de élite alineados y completamente armados.

Una sacudida.

El Gigante abrió sus ojos cerrados y miró al frente.

“¿Están aquí?”

“Parece que sí. Son tres”.

“Habría sido mejor si tuviéramos una vista más clara, precisamente hoy”.

“Cierto. Vamos a dar la bienvenida a eso, y sin embargo, tener nuestra visión tan mala me hace sentir incómodo.”

“Invitados eh”.

“Llamarle Demonio sería de mala educación, ¿no? Parece que esa vez no eran sus verdaderas intenciones. Creo que sería apropiado llamarle Raidou”.

“Bien. Io, déjame decírtelo por si acaso. No vayas a crear ningún problema hasta que lleguemos a la capital, ¿De acuerdo?”

“Te devuelvo esas palabras, Rona. Después de que haya jugado conmigo con tanta facilidad, no hay manera de que tenga hostilidad o algo así. Sólo siento temor”. (Io)

“Es al nivel que nuestro As General de los Demonios ha expresado su temor. Además, por alguna razón, nos encontramos con ellos justo en el centro de nuestro territorio”. (Rona)

Rona deja escapar un suspiro.

Ella, que está especializada en la recopilación de información, estaba dejando salir su debilidad ante los invitados que no podía comprender.

Ella no mostró esto a la persona en cuestión a través de la fuerza de la personalidad. Incluso ella estaba mostrando una ligera debilidad en una etapa en la que aún no han hecho contacto.

“Está a unas decenas de kilómetros del lugar en el que Reft había desaparecido eh. No recuerda lo que pasó en ese lugar, y el reconocimiento de Kaleneon también es…” (Io)

“No hay resultados. Como mucho, sólo sabemos que hay un acantilado donde en el pasado no lo había. Aunque tampoco se sabe si hay un puente colocado en él o no”. (Rona)

“Ha habido bajas en nuestras fuerzas, ¿verdad?” (Io)

“Los que se adentraron demasiado fueron aniquilados. Toda la unidad ha desaparecido, así que no sabemos en absoluto qué ha pasado. Es difícil pensar que sean ellos los implicados en esto, pero el momento es demasiado oportuno”. (Rona)

“Al final, la mejor opción sería esperar a que los recuerdos de Reft se recuperen eh. Mientras no haya más daño real, Kaleneon no es un lugar con valor importante para nosotros. No hay necesidad de aumentar el daño forzándolo”. (Io)

“Es mortificante, pero es así. Ahora mismo no tenemos más remedio que dejarlo”. (Rona)

(… Aunque interferiré un poco desde fuera del ejército) (Rona)

Rona añade esto dentro de su mente.

“Pero si están metidos en la anormalidad de Kaleneon como dices, y encima nos hacen reunirnos con ellos en un lugar cercano…” (Io)

“…”

“La Compañía Kuzunoha, y también Raidou; serían un grupo astuto. Sin embargo, ese hombre no parecía del tipo intrigante”. (Io)

“…Sí. Parece que ha hecho su aparición”. (Rona)

Io y Rona corrigen su postura.

De entre la niebla, aparecen tres sombras y sus figuras no tardan en hacerse visibles.

“¿Les hemos hecho esperar mucho?”

El hombre del centro miró a Io y a Rona, y dijo esto disculpándose.

“No. En términos de tiempo, yo diría que han llegado pronto. Bienvenido, Raidou-dono. Y también a tus compañeros. Por razones de seguridad, no hemos podido proporcionarles un servicio de tele-transporte. Les agradezco su comprensión en eso. Dado que desde aquí todavía hay bastante distancia, nos responsabilizaremos de guiarles. Perdón por la presentación tardía, soy Io. Sirvo bajo el Señor Demonio como General Demonio”. (Io)

“Ya lo sabes pero déjame hacerlo de nuevo, soy Rona. Al igual que Io, soy una de las Generales Demonio. Ha pasado un tiempo, Raidou. Hemos estado esperando ansiosamente tu encuentro con nuestro Señor. Te agradezco que hayas aceptado nuestra irracional petición”. (Rona)

En contraste con las palabras de Io, Rona da un saludo franco.

Su expresión también era seria y recta, y su sonrisa era suave.

“Representante de la Compañía Kuzunoha, mi nombre es Raidou. Encantado de conocerte. Estos son los amigos que mencioné antes, Mio y Shiki”. (Makoto)

“Mio-desu. Encantada de conocerlos”. (Mio)

“Shiki. Estaré a tu cuidado”. (Shiki)

Después de que Raidou hiciera su presentación, los otros dos que estaban a su lado también hicieron una ligera presentación.

La chica de cabello negro que llevaba un kimono negro se presentó como Mio y parecía algo fría.

El hombre de cabello rojo que vestía una túnica blanca era sombrío y compuesto. Se presentó como Shiki con una sonrisa. Su presentación también tenía una actitud notable.

“Bueno, entonces, será un viaje de varios días. Partamos”. (Io)

Con las palabras de Io como señal, las tropas demoníacas organizan su formación.

En este territorio donde los hyumans no han pisado desde hace varias décadas, y el territorio no pisado más allá del cual los hyumans no han llegado; el representante de la Compañía Kuzunoha, Raidou, da un paso hacia él.