Tengo la espada sagrada? - Capítulo 6
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Capítulo 6 – Están aquí
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Después de mucho tiempo, Eleonora logró entrar al lugar donde podía usar su cuerpo físico.
Al lograr conectar con aquel mundo, Eleonora sintió todo el cansancio acumulado reflejarse en su cuerpo físico.
Una vez más se encontraba en un paisaje opuesto al sitio nevado donde había estado enterrada.
Había calor, su cuerpo empezaba a sudar y la tierra se pegaba a su piel.
La respiración de Eleonora era agitada, pero levantó su espalda del suelo para sentarse en una posición más cómoda.
Eleonora quería ponerse en forma, o al menos, acostumbrarse a usar su cuerpo de nuevo.
Con la mente un poco más calmada, Eleonora comenzó a analizar el lugar.
Extrañamente, Eleonora sentía que conocía ese lugar, pero no lograba recordar exactamente cuál era.
¿Hacia qué lugar conducían esas escaleras?
Aunque Eleonora tenía la intención de subir las escaleras para averiguarlo, su dificultad para caminar aumentaba las posibilidades de tropezar.
El recuerdo de la caída anterior hizo temblar todo el cuerpo de Eleonora.
Pasaron varios segundos hasta que Eleonora logró tranquilizarse.
Eleonora se prometió que a partir de entonces se tomaría las cosas con calma, después de todo, tenía todo el tiempo del mundo.
◇◆◇
Después de varios meses, Eleonora logró caminar y correr con normalidad, pero ansiaba alcanzar un nivel superior.
“Ahora quería tener un control absoluto sobre su cuerpo.
Mediante varios ejercicios para recuperar flexibilidad y fuerza, Eleonora se esforzaba por dominar cada aspecto de su cuerpo a la perfección una vez más.
No iba a caerse otra vez como una estúpida.
Concentrada en alcanzar su objetivo mediante el entrenamiento, los años pasaban, pero ya no le importaba, pues después de mucho tiempo podía finalmente hacer algo.
◇◆◇
“Oh… empezó a llover”, dijo Eleonora mientras la lluvia empezaba a caer con más fuerza.
Pisando la tierra con fuerza, un bloque sólido de tierra se elevó y, al hacer gestos con su mano, Eleonora lo moldeó en un simple pero funcional refugio para resguardarse de la lluvia.
“Ah… qué fastidio”, dijo Eleonora al sentir su ropa mojada.
Juntando sus manos, Eleonora las separó rápidamente para invocar una fuerte ráfaga de aire y secar su ropa, pero accidentalmente terminó rompiendo el pobre refugio que había construido.
Algunos pequeños pedazos de roca cayeron en su cabeza y ella no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
Todavía le faltaba demasiado.
Debido a su enfoque en el entrenamiento físico, había olvidado practicar el control de su magia.
◇◆◇
Eleonora soltó un suspiro y dijo: ‘Bien, aquí vamos’, antes de iniciar una danza para practicar nuevamente su control sobre todos los elementos.
Comenzando con un giro ágil, Eleonora hizo que apareciera agua que luego dispersó en pequeños cubos de hielos que se derritieron al tocar el suelo.
Luego, con una voltereta, lanzó una patada, la cual dejo un intenso fuego rojo en su paso que se dispersó en el aire.
Concentrando una gran cantidad de maná en la punta de sus dedos, Eleonora apuntó frente de ella y un gran rayó perforo una gran cantidad de árboles sin piedad alguna.
Alzando su pierna, para posteriormente pisotear el suelo con fuerza, dos grandes pilares aparecieron a cada lado de Eleonora, los cuales cortó a mano limpia con la palma de su mano, cayendo así ambos al suelo.
Y para finalizar…
Ahora tenía que volar.
Dudando por unos breves segundos, Eleonora se agachó solo para luego saltar impulsada por una gran ráfaga de aire que la elevó varios metros hacia arriba. Antes de que aquella ráfaga se dispersara, aparecieron en la espalda de Eleonora sus alas azules con las cuales empezó a volar.
En esta ocasión, no voló hacia arriba indiscriminadamente; simplemente se elevó un poco y mantuvo la altura.
Eleonora soltó un suspiro de alivio, satisfecha por haberlo logrado.
Mirando hacia abajo, Eleonora observó el paisaje bajo sus pies.
Había varios árboles y extrañamente aquel bosque no parecía tener fin.
Eleonora voló en dirección a la montaña y ascendió para llegar al sitio donde se encontraba la escalera.
¿A dónde llevaba esa escalera?
Eleonora voló en la dirección de montaña y empezó a ir hacia arriba para ver al sitio en donde llevaba aquella escalera.
Eleonora comenzó a sentir un dolor en el pecho, pero lo ignoró porque, al subir, tenía la sensación de que estaba a punto de recordar algo importante.
Por un instante, Eleonora sintió cómo su corazón se detenía al ver aquel lugar que creía imposible de olvidar.
¡Era el santuario!
¡El santuario en donde se reunía con sus hermanas!
¿Cómo había olvidado algo así?
Eleonora se sintió enfurecida y apretó los labios con furia.
Al aterrizar, las alas se desvanecieron y Eleonora se apresuró a entrar a aquel lugar, pero…
No había nadie.
De pronto, Eleonora notó una molestia en su cabeza.
Luego fue otra.
Sin pensarlo dos veces, Eleonora rompió la conexión con aquel mundo y volvió a su realidad.
Sintiendo frío que la envolvía, Eleonora se enfocó en verificar si de verdad había ocurrido eso.
“¡Dónde estamos!”
“Cálmense y sigan las instrucciones de…”
“¡Usted está loco! ¿No ve en el lugar en que terminamos? ¡Vamos a morir!”
“¡Ayuda! ¿Hay alguien?”
Eleonora podía sentirlos.
Por primera vez en mucho tiempo…
¡Había varios humanos cerca que podían ser sus candidatos!
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