Tengo la espada sagrada? - Capítulo 48

Capítulo 48 – Estos humanos…

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“Es imposible que eso sea una invocación”, comentó Isuke, sin ocultar su confusión mientras observaba a la chica de cabello blanco, quien permanecía cerca de Eleonora como una sombra silenciosa.

Eleonora levantó una ceja, dirigiendo su mirada hacia Isuke.

Por un momento, su expresión se endureció al procesar las palabras de Isuke porque…

Él había sido la razón por la que creó esa invocación.

Aunque sus instrucciones no fueron las mejores, gracias a lo que él dijo, ella creó esa invocación, y ahora le decía que no lo era.

“Entonces, ¿qué se supone que hice?”, se preguntó Eleonora, desconcertada.

Pero sacudiendo la cabeza, no dejaría que la duda la consumiera.

Tenía una misión en mente mucho más importante que resolver lo que Isuke o los demás pensaran sobre su creación.

“Bueno, ahí está”, respondió Eleonora vagamente, señalando la invocación.

Su tono era despreocupado, como si el tema no le interesara en lo más mínimo.

Sabía que no todos entendían lo que estaba pasando, pero eso no importaba. Estaba acostumbrada a que los humanos que no eran sus candidatos no comprendieran lo que hacía o cómo lo hacía.

Isuke, por su parte, dejó escapar un suspiro.

Mientras observaba la invocación de Eleonora, no podía evitar pensar en lo que realmente era esa entidad. No había manera de que una invocación mostrara tal independencia o poseyera tanto poder sin un contrato explícito.

Y sin embargo, Eleonora la había desechado como basura minutos antes…

“Oh, por eso no hizo un contrato con ella”, pensó Isuke, recordando cómo Eleonora había decidido vincularse con Camila, una humana, en lugar de con esta extraña chica de cabello blanco.

Aunque no estaba del todo seguro, en parte le confirmó que esa chica no era humana.

Mientras tanto, Darius, aprovechando la oportunidad mientras discutían, se inclinó hacia Aiden y susurró:

“Tenemos que asegurarnos de que esa chica esté de nuestro lado”. Para él, era obvio que la invocación representaba un poder que cualquiera querría aprender a controlar.

Aiden, sin embargo, lo interrumpió con un leve gesto de su mano.

“Este no es el momento para discutir eso”, respondió con calma.

Sin embargo, su expresión dejaba claro que entendía la preocupación de Darius.

Si esa chica no era humana y era una invocación, significaba que alguien podría tomar control sobre ella.

Y ese alguien podría ser cualquiera de ellos, o cualquiera de la clase o del resto de la ciudad una vez que se unieran al grupo.

Marta, quien había estado observando con palpable curiosidad desde el principio, finalmente reunió el valor para hacer una pregunta, confirmando todo este tiempo que Eleonora parecía ser alguien bastante paciente.

La muestra de poder de Eleonora y su invocación habían despertado algo en la mente de la chica.

“Uh… disculpa. ¿Cómo lanzaste un hechizo tan poderoso?”, preguntó Marta, rompiendo el silencio con un poco de timidez.

Todo su valor y confianza se desvanecieron ante alguien que claramente podía acabar con ella con el más mínimo esfuerzo.

“Normalmente, para lanzar un hechizo de esa magnitud, necesitas un bastón o algún tipo de herramienta para optimizar el mana…” Su mirada se deslizó hacia la invocación de Eleonora, tratando de entender lo que había presenciado. “Y ella… lo hizo con sus propias manos.”

Eleonora levantó una ceja, claramente molesta por las continuas preguntas.

‘Estos humanos y su insaciable curiosidad…’, pensó Eleonora con irritación.

Si había algo que odiaba, era que la presionaran por información que claramente la pondría en desventaja.

Anteriormente, con Isuke, no había dudado en revelar muchas de sus cartas para convencerlo de hacer un contrato, pero revelar sus habilidades y cómo otros, que no había confirmado como aliados, podrían usar eso en su contra o contra su candidata…

Esa chica claramente había cruzado la línea.

“Eso”, comenzó Eleonora en un tono que indicaba su irritación, “es algo que solo yo puedo hacer”.

Su respuesta fue cortante, dejando poco espacio para más preguntas.

Marta, sin embargo, no se rindió, ya que Eleonora aún no mostraba una hostilidad abierta.

“Pero le enseñaste”, señaló curiosamente hacia la invocación de cabello blanco. “¿Cómo lo…”

Eleonora cerró los ojos por un segundo, tratando de contenerse.

Mientras toleraría a Isuke y a aquellos que parecían ser sus amigos, otros humanos con los que no tenía ninguna conexión…

De repente, Darius intervino, preguntando:

“¿Qué tipo de entrenamiento hiciste para llegar a este nivel?”

Eleonora tosió levemente mientras tomaba aire.

Quería matarlos.

“¿No es mejor ahorrar el aliento y acelerar el paso?” sugirió Eleonora con una sonrisa. Aunque su tono era ligero, sus palabras llevaban un peso evidente de molestia. “Llegar al grupo lo antes posible debería ser nuestra prioridad, ¿no creen?”

Los demás, conscientes de la tensión en el aire, asintieron en silencio.

Incluso Marta, que había sido tan insistente, decidió no seguir presionando.

El grupo comenzó a moverse de nuevo, con Eleonora liderando la marcha.

A pesar de su aparente desinterés, Eleonora estaba observando todo con gran atención.

Evaluaba a cada miembro del grupo mientras avanzaban, analizando cómo interactuaban entre ellos.

No solo se trataba de asegurarse de que todos mantuvieran el ritmo. Se trataba de entender las relaciones entre ellos y las posibles amenazas que podían representar.

Por ahora, una cosa estaba clara para Eleonora: había una clara división en el grupo.

Por un lado estaban Isuke y sus aliados.

Por el otro, Aiden, Darius y Thorne, quienes, en opinión de Eleonora, no parecían tener una buena relación con Isuke y menos aún con su candidata, Camila.

Eleonora había notado cómo ninguno de ellos había acudido en ayuda de Camila cuando estuvo a punto de morir, por lo que, para ella, esos tres eran más que desechables.

Las otras dos chicas con ellos… su comportamiento aún estaba por confirmarse.

Por otro lado, el grupo de Isuke era más interesante para Eleonora.

Leo, en particular, llamó su atención. Era codicioso, ambicioso, ansioso por volverse más fuerte. Eleonora podía ver en sus ojos el deseo de más poder, lo que lo hacía predecible.

Un humano que siempre querría más.

En cuanto a Alexia, Eleonora no podía entender por qué escondía su verdadera apariencia.

Estaba claro que la semi-humana tenía motivos ocultos, y Eleonora sospechaba que no todo lo que decía era genuino, por lo que tendría que mantener un ojo atento en cómo trataba a su candidata, Camila.

Y finalmente, Isuke.

Eleonora esperaba que mostrara más interés en ella, pero aún necesitaba evaluar cómo manejaba su relación con su candidata.

Eleonora sonrió para sí misma, pensando en maneras de hacer que él revelara su verdadero rostro.

¿Era realmente confiable?

¿O solo otro humano intentando desempeñar un papel?

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