Tengo la espada sagrada? - Capítulo 19
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Capítulo 19 – ¿En serio no está pasando nada?
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Podía sentirlo.
Si bien la sensación no era tan intensa como antes, Isuke sentía cómo su cuerpo tenía la necesidad de ir en dirección al noreste.
Era… extraño.
“¿Entonces?”, preguntó Leo impaciente.
“Sí, puedo sentirlo, pero podría ser…”
“No importa”, contestó Leo de forma apresurada interrumpiendo a Isuke.
“Bien, ahora que confirmamos todo tenemos que prepararnos. Solo tenemos 2 días asegurados antes de que se vuelva a usar el dispositivo”, explicó Alexia en voz alta metiéndose de por medio entre Isuke y Leo.
Leo retrocedió varios pasos, ya que entendió las intenciones de Alexia.
“Nos vemos más tarde. Estaré entrenando”, comentó Leo antes de retirarse.
“Yo… volveré más tarde. ¡Nos vemos!”, dijo Camila al percibir que iba a quedar como tercera rueda.
Una vez Camila se marchó, Isuke y Alexia quedaron solos.
“¿Qué te preocupa?”, preguntó Alexia de forma directa.
“No es seguro”, respondió Isuke en seguida a lo que Alexia frunció ligeramente el ceño.
“Es obvio que esto no es seguro. Es muy probable que tengamos que alejarnos mucho del grupo para conseguir a esa espada”
“No, no me refiero a eso. Me refiero a esta sensación. Es… extraño. Nunca escuché acerca de una magia así”
“Porque no es una magia”
A pesar de que Alexia soltó este comentario como si nada, esto dejó pensativo a Isuke.
“¿Qué? ¿En serio no lo pensaste? Recuerda que no solo está existe la magia, también está el aura, los milagros, y qué decir de las habilidades que usan los monstruos, dragones, demonios… vampiros… son muchas cosas”
‘Mierda, tiene razón. ¿Cómo no pensé en eso antes?’
“Tranquilo, es normal que hayas pasado eso por alto, ya que has puesto todo tu esfuerzo en lograr que esa espada te contactara, ¿no?”
“¿Por qué aceptaste?”, preguntó Isuke en un intento de desviar el tema de la conversación, pero lo cierto era que tenía curiosidad en saber del por qué Alexia, una chica reservada la cual se dedica gran parte de su tiempo a ayudar a su padre en los negocios de la aldea, ahora decidiera aventurarse en algo tan peligroso.
“¿Por qué querías ayudar antes a esa espada?”, contraatacó Alexia de igual manera, ya que también tenía curiosidad en saber por qué su amigo de la infancia había decidido hacer algo como eso.
“Porque…”
Pensando en cómo responder, por unos segundos la mente de Isuke regresó al pasado.
…
“Oye”
Silencio.
“¿Estás durmiendo?”
Poco a poco Isuke empezó a abrir los ojos y al mirar hacia un lado se percató de que una niña con unas extrañas orejas lo estaba observando.
“¿Qué pasa?”, preguntó Isuke en un tono despreocupado.
Por unos segundos parecía que la niña no sabía qué decir.
Estaba nerviosa.
“¿Cómo puedes acostarte así como así en medio de la nada?”
La niña no podía comprender cómo alguien podía acostarse a dormir en medio del pasto que quedaba a una distancia considerable de la aldea.
“Es un lugar tranquilo”
‘¿Eh?’, pensó la niña al escuchar esa respuesta.
¿Había escuchado bien?
¿Un lugar tranquilo?
¿Cómo podía ser un lugar tranquilo una zona en la que no había vigilantes ni testigos que podrían ayudarte en caso de una emergencia?
¡Era ilógico estar calmado en un lugar así!
“¿No te da miedo?”
“¿Qué? ¿Por qué?”
“¡Podrías encontrarte con un monstruo o con alguien peligroso!”
Isuke comprendía en parte el punto de la niña, pero…
“Da igual”, respondió Isuke mientras se acomodaba para seguir durmiendo.
¿¡Daba igual!?
“¿Estas bien de la cabeza?”, preguntó la niña al instante.
“Supongo”, respondió Isuke en seguida.
‘¡Que niño tan extraño!’, pensó la niña mientras volteaba a ver los alrededores.
Por suerte, parecía que de verdad no había nada peligroso alrededor.
A pesar de que era una situación extraña, la niña estaba contenta de encontrar al fin a alguien de su edad con el cual hablar de esta manera.
No había insultos, miradas despectivas, formalidad innecesaria… nada.
Bueno, también era un hecho de que tenían menos de 10 minutos desde que habían comenzando a hablar así que todavía estaba la posibilidad de que pasara eso, pero…
Alexia, fijándose en como aquel chico descansaba de forma despreocupada, su curiosidad le terminó ganando.
Quería ver si podía lograr ser su amiga.
“¿Puedo sentarme por aquí?”, preguntó la niña nerviosa.
“Haz lo que quieras”, respondió Isuke mientras se tapaba los ojos con el antebrazo.
…
“Creo que quería imitarte”, respondió Isuke al terminar de recordar de forma vaga su primer encuentro con Alexia.
“¿Imitarme?”, repitió Alexia extrañada.
◇◆◇
A pesar de haberla evitado con éxito por 4 días, para infortunio de Camila ahora estaba cara a cara con Valentina.
‘Qué mala suerte…’, pensó Camila mientras agachaba la cabeza.
¡Nunca se esperó que su amiga la agarrara de la mano y la terminara arrastrando a un lugar apartado del campamento!
“¿Qué has hecho en estos días en el grupo de Alexia, Camila?”, preguntó Valentina en un tono calmado a pesar de que estaba enojada.
¿Por qué Camila la estaba ignorando de forma tan descarada?
¿En serio creía que no se daría cuenta?
Esta pregunta dejó confundida a Camila, ya que era obvio que Valentina ya sabía esa respuesta puesto que era la presidenta de clase.
Por más que Valentina quisiera o no, tenía que saber qué hacía cada uno de los grupos de estudiantes durante estos días en los que estaban en este extraño lugar mediante los informes de los líderes de cada equipo.
A pesar de que era la primera vez que los estudiantes experimentaban el estar en un lugar completamente desconocido, gracias a los campamentos de práctica que hacía la academia de forma periódica para explotar las habilidades de sus estudiantes al aire libre, pudieron usar la experiencia de esos campamentos para este momento.
Eso sí, a diferencia de aquellos campamentos controlados donde en caso de una emergencia podían volver a la aldea, en este lugar tuvieron que ser extremadamente cuidadosos a la hora de explorar y cazar.
Algo que cada vez empezó a preocupar a Valentina era el creciente descontento de los estudiantes por parte del profesor, ya que con el paso de los días la clase se empezó a dividir en varios grupos.
Estaban los que seguían al profesor debido a las habilidades que llegó a demostrar en los momentos que el campamento estuvo en peligro por parte de algún monstruo peligroso, pero también estaban los que dudaban de él, ya que…
¿Y si usaba mal el dispositivo otra vez?
Los estudiantes principales que más estaban en desacuerdo con el profesor fueron los que habían sido responsables de usar el dispositivo de teletransportación antes de que ocurriera este accidente.
En palabras de ellos, el profesor había hecho algo.
Al principio ellos no habían sido tan abiertos en compartir esa opinión ante sus demás compañeros de clase, pero debido a que el profesor no dejaba que ningún alumno se acercara al dispositivo de teletransportación desde el momento que se lo entregaron, las sospechas fueron creciendo.
Valentina se mantuvo neutral al igual que varios estudiantes, pero cada vez el ambiente en el campamento era más silencioso, incómodo y las discusiones entre los estudiantes cada vez eran más frecuentes por este tema.
Algunos decían que profesor planeaba secuestrarlos así que tenían que hacer algo.
Otros decían que era mejor quedarse en este lugar para esperar un rescate, ya que era obvio que un accidente como este iba a ser investigado por la academia.
Por eso, Valentina quería saber qué iba a hacer su amiga.
“Nada”, respondió Camila luego de estar callada por varios segundos.
Soltando un largo suspiro, Valentina se acercó más a su amiga.
Ya ella estaba mentalizada de que iba a ser difícil hacerle confesar algo a Camila, ya que suele ser muy reservada con sus pensamientos, pero en esta situación tenía insistir.
“Esto es serio, Camila. ¿No me estás ocultando nada?”
“¡No! Para nada.”
Camila estaba nerviosa.
Por nada del mundo quería contarle a su amiga de la espada-ego, ya que no quería disminuir sus posibilidades de obtenerla.
Valentina levantó levemente una ceja mientras su cola se movía de lado a lado.
“¿Segura?”
“Por supuesto”, respondió Camila mientras colocaba sus manos detrás de ella.
“¿En serio? ¿Entonces por qué mañana tu grupo se va junto a otro grupo a hacer una misión de exploración por dos días seguidos? ¿Sabes que dentro de 3 días el dispositivo ya estará listo? ¿Qué piensan hacer?”
“¿No lo decía en el informe?”, respondió Camila en un intento de finalizar el tema.
“Quiero escucharlo de tu boca.”
“¿De mi boca?”, preguntó Camila confundida.
“Sí, de tu boca. De tu maldita boca, Camila”
‘¿¡Por qué Valentina está tan violenta!?’, se preguntó Camila al ver a Valentina demasiado seria.
¿Acaso estaba pasando algo grave?
Cada vez que Valentina se comportaba de esta manera era porque estaba pasando por algún momento complicado, pero… Camila no lograba entender qué era lo que podía alterar así a su amiga.
“En serio, no está pasando nada.”
‘¡Esta idiota…!’, pensó Valentina mientras apretaba sus puños.
A veces Camila era demasiado distraída.
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