Tengo la espada sagrada? - Capítulo 17

Capítulo 17 – La invocación debería…

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Todo comenzó como un intento apresurado en donde Eleonora intentaba invocar algo sin saber específicamente qué, pero, extrañamente, sintió una sensación muy similar a cuando entró por primera vez en esa… zona.

Por mero instinto, a pesar de ser consciente de que estaba fallando en lograr invocar algo, una parte de ella simplemente sentía confianza.

Era extraño.

¿Por qué tenía confianza en que iba a lograr invocar algo a pesar de que nunca había hecho algo similar antes?

Y por otra extraña razón, no quería detenerse.

Simplemente se sentía todo tan… extraño.

‘¿Qué estoy haciendo?’, se empezó a preguntar Eleonora al notar que… estaba perdiendo el tiempo.

¿No estaba en ese momento en medio de convencer a aquel humano de que la buscara?

Pero… era tan tonto.

Conforme más tiempo Eleonora invertía en crear aquella invocación, más extraña se sentía.

Tanto su fuerza como su capacidad de pensamiento… todo iba disminuyendo.

‘¿Acaso esto es parte del proceso de invocar algo?’, se preguntó Eleonora al notar cómo cada vez se sentía más cansada.

Su energía estaba siendo drenada a una velocidad increíble.

Voluntad.

¿De verdad solo era necesario eso para invocar algo?

A pesar de que Eleonora no estaba haciendo solo eso, ya que instintivamente sentía que le estaba proporcionando su energía a algo que se estaba formando en la superficie…

‘¿Cómo llamo a algo desde la más absoluta nada?’, se preguntó Eleonora a sí misma al percatarse de que probablemente solo estaba perdiendo energía en vano.

‘¡Mierda!’, gritó Eleonora en su mente al percatarse de que había perdido contacto con aquel humano, pero lo peor… era que cada vez la zona en la que podía contactar con humanos era más y más pequeña.

Se estaba volviendo cada vez más débil a un ritmo muy acelerado.

¿Tenía que parar?

A pesar de que se estaba volviendo cada vez más débil, una parte de ella no quería parar.

‘¡No puedo perder toda mi fuerza ahora!’, pensó Eleonora, asustada, ya que no sabía cuánto tiempo tardaría en recuperarse.

Aun así… por su mente no dejaba de pasar la palabra:

Voluntad.

‘Voluntad…’, repitió Eleonora en su mente mientras recordaba cómo había entrado por primera vez en aquel mundo donde practicó sus habilidades.

Lo había logrado por mera suerte y casualidad, pero por alguna razón, una parte de ella ahora tenía una gran confianza en que podía lograrlo.

Podía invocar a algo, pero… ¿Qué?

¿Qué iba a invocar?

Ante esta incógnita, poco a poco una imagen mental empezó a formarse en su cabeza.

Si ella invocara a algo capaz de ayudarla… le gustaría que fuera algo poderoso, confiable, fuerte, trabajador, observador, paciente, obediente, listo, que supiera de estética, superior, pero sobre todo…

‘Ahora que lo pienso, ¿no sería mejor invocarme a mí misma?’, pensó Eleonora mientras sonreía.

A pesar de que no sabía si de verdad iba a invocar algo, toda su atención estaba en dirigir su energía hacia la superficie en la que algo se estaba formando.

Era un proceso lento, pero Eleonora no fue consciente de esto, ya que toda su atención estaba en crear a este nuevo ser.

Un día entero pasó, luego fueron dos, tres… y en el cuarto día Eleonora perdió la consciencia.

Todo por un momento quedó en un negro absoluto y así pasó un día entero hasta que el sonido de un corazón palpitando la despertó.

Era un sonido leve, pero a pesar de lo débil que estaba podía escucharlo.

Algo estaba encima en la superficie moviéndose.

“¿Dónde estoy?”, dijo confundida una chica quien había tomado consciencia por primera vez en su vida.

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