Tengo la espada sagrada? - Capítulo 13
✨ New novels every Tuesday and Saturday, and new chapters every Wednesday, Friday and Sunday!
🔥 Check out the latest releases and chapters here!
🌟 Join our WhatsApp group to request novels and receive the latest updates
📱 To add us to your favorites, tap the browser menu and select “Add to Home Screen” (for mobile devices).
Capítulo 13 – Voluntad
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
¿Invocaciones?
¿Qué era lo que Isuke quería decir con eso?
[¿Podrías explicarte mejor…? Creo que puedo hacerlo, pero necesito que me expliques más], dijo Eleonora algo nerviosa, pero la verdad…
¡No tenía ni idea de lo que era una invocación!
[Una invocación… es como cuando alguien, con un poco de magia y mucha voluntad, llama a algo desde lo más profundo de la nada. Entonces… es como si ese alguien te diera un toquecito en el hombro y te dijera: ‘Ey, estoy aquí para echarte una mano’, ¿entiendes?]
¡Eso no tiene ningún sentido! ¡Si algo así existe lo hubiera usado hace mucho tiempo! Pensó Eleonora, pero en seguida se percató de algo.
Ella nunca había intentado algo así antes porque…
No lo conocía.
Tal y cómo no conocía aquel dispositivo que teletransportó a esos humanos…
Era imposible que conociera de esa magia de invocación.
¿Y si lo intento…?
[¿Eleonora?]
[¿Sí?], contestó Eleonora por reflejo.
[¿Puedes hacerlo?], preguntó Isuke.
¿Puedo hacerlo…?
Eleonora todavía podía recordar la sensación de crear fuego con sus manos gracias a su energía. Lo mismo con el agua y el viento, pero…
¿De verdad puedo crear a un ser de la nada… con mi voluntad?
¿Debía decir la verdad?
¿O debería seguir con la mentira…?
[¿Todas las espadas sagradas hacen eso…?], preguntó Eleonora con cierta duda en su voz, pero aún así trató de no flaquear.
[Sí, ¿puedes hacerlo?]
¡No lo sé! ¿¡Por qué te has vuelto tan insistente con ese tema!?
La respiración de Eleonora se empezó a acelerar por los nervios.
Tenía que tomar una decisión rápida.
[Sí, puedo hacerlo], respondió Eleonora, pero luego se arrepintió.
¿¡Por qué respondí eso!? Debí de pensarlo un poco más, pero… ¿por qué siento que su actitud es diferente?, ¿estará molesto?
Eleonora sabía que la había cagado, y todo por no mantener la calma.
Concentrándose por un momento en su respiración, Eleonora se preguntó:
Voluntad… solo tenía que tener voluntad, ¿verdad?
Inhalar…
Exhalar…
La explicación de Isuke era extraña, pero por alguna razón le recordó un poco a la explicación de una de sus hermanas, con la cual pudo entrar en aquel extraño mundo donde practicó sus habilidades.
‘¡Sí! Si concentras tu energía mientras cierras tus ojos, en vez de hacer nuestra típica y aburrida meditación, tienes que concentrarte, sentir cómo esa energía se transforma en… algo que te guste. ¿Me entiendes, hermana? ¡Tienes que intentarlo!’
De solo recordar esas palabras no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
¿En serio solo tenía que poner voluntad?
◇◆◇
“Sí… puede hacerlo”, dijo Isuke mientras miraba a Leo.
¿¡Puede hacerlo!? Gritó Leo sorprendido en su mente.
Esto tenía que ser mentira.
Las pocas espadas-egos capaces de hacer algo así eran extremadamente raras, llegando al nivel de leyenda, por lo que tenían guardianes que las custodiaban debido a lo peligrosas que podrían llegar a ser en las manos equivocadas.
¿De verdad esta espada-ego simplemente se había perdido?
No lo podía creer, pero, por otra parte, Leo pensó:
¿Qué clase de invocación vendría a buscarlos para guiarlos?
¿Un hada?
¿Una pequeña ave fénix?
¿O tal vez sería una invocación de tierra como un golem?
¡Incluso podría venir un ángel!
“Isuke… eres un bastardo con mucha suerte”, dijo Leo mientras sonreía.
Jamás en su vida pensó que por un accidente de clase se encontraría con una espada-ego de ese nivel.
Incluso si dedicara toda su vida a ser un caballero y sirviera a la realeza, llegar a conocer a una espada-ego así…
Estaba emocionado.
“¿Por qué?”, preguntó Isuke confundido.
“¿¡Cómo que por qué!? ¿No eres consciente de todo lo que uno podría hacer con una espada-ego así? Fácilmente recibirás ofertas de trabajo en cualquier país o continente al que vayas”, explicó Leo emocionado.
Era una oportunidad única.
“Solo por si acaso… ¿de verdad no estás interesado en tenerla?”, preguntó Leo en voz baja.
“Yo le prometí que la ayudaría, pero tú sabes que me gusta más la magia. Creo que sería una espada perfecta para ti”, explicó Isuke con calma, a lo que su amigo, abrazándolo nuevamente, dijo:
“Isuke… ¡gracias!”
Luego de eso, ambos pasaron a la tienda de campaña para explicarle la situación a las chicas.
…
“¡No!”, dijo Alexia mientras negaba con la cabeza.
“¿Por qué?”, preguntó Leo exaltado.
“Ya lo dije, es muy peligroso”, explicó Alexia mientras se cruzaba de brazos.
Todos estaban sentados en la tienda de campaña y habían cerrado la entrada para evitar que otras personas entraran.
Leo no podía entender cómo Alexia, que era una chica muy amante de la aventura, se negara a buscar a una espada así.
“Sé que estaremos aproximadamente una semana en este lugar, pero explorarlo puede ser muy peligroso. No estamos en un territorio explorado y tampoco tenemos a gente que nos pueda auxiliar en caso de que a alguno de nosotros le pase algo grave”, argumentó Alexia.
Alexia… te entiendo, ¡pero se trata de un arma que me puede cambiar la vida!
Gritó Leo en su mente mientras creía que mantenía la calma en el exterior, pero todos podían ver que se estaban alterado por cómo se balanceaba de lado a lado.
¿Qué debía hacer?
Leo no les había contado todo acerca de la espada a Alexia debido a la chica que estaba al lado de ella.
“¿Cuál es tu nombre?”, preguntó Leo mirando a la chica.
“Soy Camila, un placer conocerlos…”, respondió la chica con timidez, tratando de mantenerse detrás de Alexia sin pisar su cola.
“En serio… Isuke, ¿qué le contaste para que Leo se pusiera así por una espada? ¿No se dan cuenta que puede ser una trampa de esta tal…? ¿Cómo se llamaba?” preguntó Alexia, intentando recordar el nombre que había escuchado antes.
“Eleonora”, respondió Leo rápidamente.
La mención del nombre de Eleonora hizo que Alexia se detuviera un momento, tratando de recordar dónde había oído ese nombre antes.
Alexia empezaba a sospechar del comportamiento de Leo. Si bien a los ojos de Camila, que apenas lo conocía, Leo parecía inquieto, era obvio para Alexia que le estaba ocultando información.
Sacudiendo su cuerpo antes de levantarse, Alexia dijo:
“Por favor… ordenen el interior de la tienda y aseguren otra vez que todo haya quedado bien afuera para que no tengamos problemas al dormir esta noche… Leo y yo iremos a dónde está el profesor”.
Tanto Isuke como Camila asintieron con la cabeza, pero evitaban mirarse entre ellos.
¡No! ¿¡Por qué con él!? ¿¡No me podías dejar con Leo!? Qué mala suerte… Pensó Camila mientras empezaba a ordenar sus cosas.
Isuke por su parte, comenzó a ordenar el interior de la campaña mientras Leo y Alexia salían.
Una vez que estuvieron lo suficientemente alejados del lugar, Alexia preguntó:
“¿Ahora me vas a contar lo demás?”
.
.
.