Tengo la espada sagrada? - Capítulo 11
✨ New novels every Tuesday and Saturday, and new chapters every Wednesday, Friday and Sunday!
🔥 Check out the latest releases and chapters here!
🌟 Join our WhatsApp group to request novels and receive the latest updates
📱 To add us to your favorites, tap the browser menu and select “Add to Home Screen” (for mobile devices).
Capítulo 11 – Isuke
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
[Isuke], fue lo que respondió el humano.
Isuke.
Repitió Eleonora al instante en su mente.
Isuke…
Qué nombre tan corto…
Pero lo tenía que recordar.
Isuke, I-su-ke, Isu-ke, Isuke…
Repitió una y otra vez Eleonora el nombre del humano en su mente para no olvidarlo.
[Isuke, ¿podrías contarme más acerca de cómo llegaste aquí?]
Si Eleonora lograba averiguar la razón, podría pensar en un buen plan para lidiar con la situación.
Pasaron varios segundos, hasta que Isuke respondió:
[Fue un accidente de clase. Creo que un compañero usó mal el dispositivo de teletransportación y terminamos aquí]
¿Dispositivo de teletransportación?
¿Qué era eso?
Era lo que se preguntaba Eleonora.
Era la primera vez que escuchaba de algo así.
[¿A qué te refieres con dispositivo de teletransportación?]
[Es complicado de explicar, pero… es un dispositivo que permite viajar grandes distancias. Por desgracia, funcionó mal y varios de nosotros terminamos aquí, pero ya están viendo cómo ponerlo a funcionar otra vez], explicó Isuke.
¿Un dispositivo que permite viajar grandes distancias a tantas personas?
¿Algo así realmente existe?
Si eso era cierto…
No le quedaba mucho tiempo.
Le quedaba mucho menos tiempo del que había pensado inicialmente, Eleonora.
Respira…
Concentrándose en su respiración para no perder la calma, y con algo de miedo, Eleonora preguntó:
[¿En cuánto tiempo normalmente se soluciona ese problema?]
[No lo sé], respondió de inmediato Isuke.
¡Nunca sabes nada!
¿¡Cómo es que no sabes algo tan importante!?
Eleonora comenzó a reír una vez se aseguró de que el humano no la escuchara.
La situación era horrible.
¡Era mucho más grave de lo que imaginaba!
El pensar que otra vez tendría que estar un tiempo indefinido esperando a alguien…
Era aterrador.
¡Y pensar que iba a perder el tiempo conversando cosas estúpidas!
¿Debería intentar contactar con otro humano?
Fue lo que pensó Eleonora, pero descartó la idea, ya que, si bien Isuke era un idiota, le había dado información útil.
¡Si tan solo no fuera tan tonto!
Eleonora a lo largo de los siglos había tenido todo tipo de candidatos.
Desde los que se hacían pasar por héroes hasta aquellos que simplemente la usaban para adquirir un buen estatus. Por eso, ella podía detectar con cierta rapidez la mentalidad de sus candidatos para ayudarlos, pero este último humano…
¿Debería sentirse afortunada?
Ahora que Eleonora tenía la mente un poco más tranquila, empezaba a comprender por qué algunos humanos cortaban la conexión con ella debido a la respuesta de Isuke.
Miedo a lo desconocido.
Todos esos humanos habían sido arrastrados a un lugar desconocido, y si una voz desconocida les pedía que fueran a rescatarla…
Sí, era muy probable que lo consideraran como una trampa, además…
¿Qué podía ofrecer a cambio?
No bastaba con solo ofrecerles un poder que solo verían al hacer un contrato con ella. Además, considerando que existía esa clase de dispositivos…
Era difícil.
La situación era muy complicada.
[Isuke, ¿podrías averiguar cuánto tiempo tardarán en arreglar ese problema?], preguntó Eleonora con cierta duda.
Tenía miedo.
[Claro, pero si hago eso, creo que la conexión se cortará], respondió Isuke.
[¿Por qué?], preguntó de inmediato Eleonora.
¿Había hecho algo mal?
[Si no estoy mal… los humanos con los que perdiste contacto están en un área cercana al profesor. Si voy allí, es muy probable que no pueda hablar contigo por un rato], explicó Isuke, calmando así un poco la preocupación de Eleonora.
Ciertamente, Isuke tenía un poco de razón. Si ella perdía el contacto con él, sería bastante tedioso volver a establecer la conexión debido a la gran cantidad de humanos que había allí.
Además, ¿cómo debía confirmar que era él y no otro humano?
Una idea pasó por la mente de Eleonora.
[¿No tienes algún amigo al que pedirle ayuda? Ya sabes…]
[Oh, tienes razón. Es una buena idea]
Conforme más Eleonora hablaba con Isuke, más se daba cuenta de lo idiota que era.
[Por favor, hazlo], dijo Eleonora mientras soltaba un suspiro.
◇◆◇
“¡Oh! ¿Ya se te pasó el enojo?”, dijo Alexia al ver que Isuke la estaba llamando con un gesto de mano.
Levantándose del suelo y abandonando a Leo, Alexia caminó hasta donde estaba sentado Isuke.
“¿Puedes hacerme un favor?”, preguntó Isuke de forma directa.
“¿Qué quieres?”, preguntó Alexia confundida.
“Averigua cuánto tiempo queda para que se arregle el dispositivo”, explicó Isuke, pero Alexia lo miró fijamente.
“¿Y por qué no vas tú? No está tan lejos”, dijo mientras señalaba el lugar en donde estaba el profesor con los demás alumnos.
“No puedo”
Alexia miró de abajo hacia arriba a Isuke antes de preguntar:
“¿Te lesionaste?”
“Sí”, respondió Isuke al instante.
La verdad era que mintió para que así ella fuera.
Soltando un suspiro al escucharlo, Alexia se acercó a Isuke para intentar levantarlo, pero él hizo fuerza para quedarse en donde estaba.
“¿Qué haces?”
“Quedarme acá”
“¿Por qué? ¿No ves que es peligroso? Leo y yo te estábamos vigilando, pero ya todos están casi con el profesor. ¿No es lo más lógico estar con ellos?”
Alexia intentó arrastrar a Isuke, pero sorprendentemente tenía la fuerza para resistirse.
Al fijarse, Alexia notó que Isuke se estaba apoyando en el tronco de un árbol que tenía cerca.
“Alexia, solo ve, tengo que quedarme aquí por ahora”
“¿Cómo que por ahora? ¡Leo! Ayúdame a mover este idiota para…”, Alexia detuvo su discurso al notar que Leo se había marchado hacia donde estaba el profesor.
◇◆◇
[Parece que tomará alrededor de 7 días. El dispositivo tiene que cargarse y por el maná que hay en el ambiente, ese será el tiempo que tardará], explicó Isuke de forma apresurada.
7 días.
Escuchar ese tiempo tranquilizó un poco a Eleonora, pero también le creó cierta incertidumbre.
A pesar de que no conocía esa tecnología, si era algo que absorbía el maná del ambiente para funcionar, era muy probable que si ellos cambiaban su ubicación, el dispositivo podría cargarse más rápido.
Esto era problemático.
Si se alejaban más de su alcance, no podría contactar con ellos, pero si se acercaban…
Espera.
Eleonora, al tratar de buscar una solución, notó algo que por mucho tiempo había ignorado con facilidad, y era aquella sensación de fuga.
Por siglos, ella había sentido cómo su energía se filtraba a través de las fisuras de su cuerpo físico, cómo espada, pero debido a su capacidad de almacenar y generar su energía, pudo ignorar esa sensación con facilidad.
No era tan desagradable como el hecho de ser rodeada por nieve, pero…
¿Y si intentaba transformar esa energía en maná?
Aquella pregunta que se hizo a sí misma Eleonora la dejó congelada, ya que no sabía qué hacer.
¿Debía intentarlo?
[Y Eleonora… ¿cómo funciona tu poder?]
¿Por qué tenía que preguntar eso ahora?
[¿Qué? ¿Qué quieres saber?], respondió Eleonora tratando de mantener la calma.
Estaba nerviosa, pero no sabía por qué.
[Tu capacidad de comunicarte directamente a la mente de las personas, es una habilidad curiosa. ¿Qué más puedes hacer?]
¿Qué más podía hacer…?
Si Isuke le hubiera hecho antes esta pregunta a Eleonora, ella le habría respondido sin titubear y con cierto orgullo, pero al haber escuchado de aquel dispositivo de teletransportación…
¿Qué tan atrasadas estarían sus habilidades?
[¿Eleonora?], preguntó Isuke al no escuchar ninguna respuesta de Eleonora por varios minutos.
[Sí. Aquí estoy, te escuché], respondió Eleonora.
No podía dudar.
No ahora.
[Yo… soy una espada. Si haces un contrato conmigo, serás capaz de usar los elementos, como lo son la tierra, el aire, el agua, el fuego, el rayo, y tu cuerpo… ¡se volverá resistente y no envejecerás! Serás capaz de regenerar extremidades, siempre y cuando no te corten la cabeza, claro…], explicó Eleonora con cierto entusiasmo, pero en parte no paraba de dudar.
¿Se había olvidado de mencionar algún elemento?
¿Lo estaba diciendo bien?
Si bien se comunicaban telepáticamente igual era posible trabarse o…
[Increíble]
Escuchar esas palabras emocionó a Eleonora.
¿Era increíble?
¿Había escuchado bien?
¿Cuánto tiempo había pasado sin escuchar esas palabras?
[¿Es increíble?]
[¡Por supuesto! Nunca había escuchado de una espada así]
¡Pues todavía tenía más!
Emocionada, Eleonora siguió:
[En mi forma humana puedo ayudarte a entrenar. Te lo prometo, si haces un contrato conmigo no te arrepentirás. Haré lo mejor posible por cumplir cualquiera de tus sueños]
A pesar de que consideraba a Isuke un idiota, si él la ayudaba, ¡le devolvería el favor mil veces!
[Eres la primera espada que escucho que hace todo eso. ¿No serás algún tipo de tesoro perdido o el arma de algún héroe?], preguntó esto último Isuke y se le notó cierta emoción.
¿A este humano le gustaban los héroes?
Bueno, si era así…
Tosiendo brevemente, para asegurarse de escuchar bien, Eleonora explicó:
[Durante mucho tiempo he sido usada para pelear contra bestias, demonios, dragones…]
¿Qué era lo que seguía después?
¡Había olvidado su discurso a la mitad!
[¿En serio?], preguntó Isuke sorprendido.
[¡Sí! Algunos me han llamado la espada de dios o de los cielos, y en algún punto me consideraron una espada sagrada…]
Mientras más hablaba Eleonora otra vez sus dudas regresaban, porque no recordaba gran parte de los apodos que le habían puesto a lo largo de los siglos.
Además, no quería decir algún apodo que no fuera compatible con este candidato, cómo lo eran: espada de la muerte, espada del diablo, espada maldita, espada de la venganza…
¡Si se le escapaba algunos de esos nombres estaba jodida!
[Espera, pero que yo sepa las espadas sagradas no hacen eso], dijo Isuke interrumpiendo así a Eleonora.
¡Mierda!
¿Qué tipo de poderes tenían las espadas sagradas de estos tiempos?
[Disculpa, es que como entenderás fui creada hace mucho tiempo, así que puedo ser diferente a otro tipo de espadas sagradas que conozcas…], explicó Eleonora nerviosa.
[Buen punto…], respondió Isuke.
¡Sí!
Eleonora estaba contenta por haber logrado sonar convincente.
¡No había perdido el toque!
[Isuke], dijo Eleonora con cierta alegría.
[¿Qué pasó?]
[¿Me podrías hablar acerca de qué hacen las espadas sagradas de esta era?], preguntó Eleonora, manteniendo cierta emoción en su tono, pero la verdad era que quería saber las habilidades de su competencia.
[Bueno, normalmente las espadas sagradas solo las pueden usar aquellos que tengan solo energía sagrada en su cuerpo. Si tienen alguna impureza, como lo puede ser tener maná o aura en su cuerpo, uno no podrá usar la espada].
¡Qué exigentes!
Pensó de inmediato Eleonora, ya que en sus tiempos eran las espadas-ego las que le ofrecían habilidades a sus candidatos sin limitaciones, y por supuesto, el linaje de Eleonora era el mejor en eso.
[Ya veo…]
[Por eso… ¿Qué limitantes tendría al hacer un contrato contigo?]
¡Ninguno!
Era lo que Eleonora quería responder, pero no quería cometer el mismo error dos veces.
Pensando por un momento qué decir, Eleonora respondió:
[Una vez hecho el contrato no podrás romperlo hasta que mueras, ¡pero si piensas morir debes hacerlo en un lugar donde haya mucha gente!], explicó Eleonora con cierto enojo, pero al terminar de decir todo eso quedó satisfecha.
Chapter 13 – Will
Invocations?
What did Isuke mean by that?
[Could you explain better…? I think I can do it, but I need more explanation], said Eleonora somewhat nervously, but the truth…
She had no idea what an invocation was!
[An invocation… is like when someone, with a bit of magic and a lot of willpower, calls something from the depths of nothingness. So… it’s like if that someone taps you on the shoulder and says, ‘Hey, I’m here to give you a hand,’ do you understand?]
That makes no sense! If something like that existed, I would have used it a long time ago! Eleonora thought, but then she realized something.
She had never tried something like that before because…
She didn’t know it.
Just like she didn’t know that device that teleported those humans…
It was impossible for her to know about that invocation magic.
What if I try it…?
[Eleonora?]
[Yes?], Eleonora replied reflexively.
[Can you do it?], Isuke asked.
Can I do it…?
Eleonora could still remember the feeling of creating fire with her hands thanks to her energy. The same with water and wind, but…
Can I really create a being out of nothing… with my will?
Should I tell the truth?
Or should I continue with the lie…?
[Do all the sacred swords do that…?], Eleonora asked, her voice tinged with doubt, but she tried not to falter.
[Yes, can you do it?]
I don’t know! Why have you become so insistent on this topic!?
Eleonora’s breathing began to accelerate with nerves.
She had to make a quick decision.
[Yes, I can do it], Eleonora replied, but then she regretted it.
Why did I say that!? I should have thought about it a little more, but… why do I feel like his attitude is different? Is he upset?
Eleonora knew she had messed up, all because she couldn’t keep her calm.
Focusing for a moment on her breathing, Eleonora wondered:
Willpower… I just had to have willpower, right?
Inhale…
Exhale…
Isuke’s explanation was strange, but for some reason, it reminded her a bit of an explanation from one of her sisters, with whom she was able to enter that strange world where she practiced her skills.
‘Yes! If you concentrate your energy while closing your eyes, instead of doing our typical and boring meditation, you have to focus, feel how that energy transforms into… something you like. Do you understand, sister? You have to try!’
Just by remembering those words, she couldn’t help but let out a small laugh.
Did I really just have to put my will into it?
◇◆◇
“Yes… she can do it,” Isuke said as he looked at Leo.
She can do it!? Leo shouted in surprise in his mind.
This had to be a lie.
The few ego-swords capable of such a thing were extremely rare, reaching the level of legend, so they had guardians who guarded them because of how dangerous they could be in the wrong hands.
Did this ego-sword really just get lost?
He couldn’t believe it, but, on the other hand, Leo thought:
What kind of invocation would come to find them to guide them?
A fairy?
A little phoenix bird?
Or maybe it would be an earth invocation like a golem?
An angel might even come!
“Isuke… you’re a lucky bastard,” Leo said with a smile.
He never thought that because of a class accident he would encounter an ego-sword of that level.
Even if he dedicated his whole life to being a knight and serving royalty, getting to know an ego-sword like that…
He was excited.
“Why?” asked Isuke, confused.
“What do you mean ‘why’!? Aren’t you aware of everything one could do with an ego-sword like that? You’ll easily get job offers in any country or continent you go to,” Leo explained excitedly.
It was a unique opportunity.
“Just in case… are you really not interested in having her?” Leo asked quietly.
“I promised her I would help, but you know I prefer magic more. I think she would be a perfect sword for you,” Isuke explained calmly, to which his friend, embracing him again, said:
“Isuke… thank you!”
After that, they both went to the tent to explain the situation to the girls.
“No!” Alexia said as she shook her head.
“Why?” Leo asked, exasperated.
“I already said, it’s too dangerous,” explained Alexia, crossing her arms.
They were all sitting in the tent, and they had closed the entrance to prevent other people from coming in.
Leo couldn’t understand how Alexia, who was very fond of adventure, would refuse to seek out such a sword.
“I know we’ll be here for about a week, but exploring it can be very dangerous. We’re not in explored territory, and we don’t have people who can assist us if something serious happens to any of us,” argued Alexia.
Alexia… I understand you, but this is about a weapon that could change my life!
Leo shouted in his mind while he thought he maintained his composure on the outside, but everyone could see that he was getting agitated by how he swayed from side to side.
What should he do?
Leo hadn’t told Alexia everything about the sword because of the girl next to her.
“What’s your name?” Leo asked, looking at the girl.
“I’m Camila, nice to meet you…” the girl replied timidly, trying to stay behind Alexia without stepping on her tail.
“Really… Isuke, what did you tell her to make Leo react like this over a sword? Don’t you realize it could be a trap from this… What was her name?” Alexia asked, trying to remember the name she had heard before.
“Eleonora,” Leo quickly responded.
The mention of Eleonora’s name made Alexia pause for a moment, trying to remember where she had heard that name before.
Alexia was starting to suspect Leo’s behavior. While in Camila’s eyes, who barely knew him, Leo seemed restless, it was obvious to Alexia that he was hiding information.
Shaking her body before standing up, Alexia said:
“Please… tidy up the inside of the tent and make sure everything is secure outside so we don’t have any problems sleeping tonight… Leo and I will go to where the professor is.”
Both Isuke and Camila nodded, but avoided looking at each other.
No! Why with him!? Couldn’t you leave me with Leo!? What bad luck… Camila thought as she began to organize her things.
Isuke, on the other hand, started tidying up the inside of the tent while Leo and Alexia left.
Once they were far enough away, Alexia asked:
“Are you going to tell me the rest now?”
.
.
.