Summoned Slaughterer - Capítulo 149
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Capítulo 149: Saliéndose con la suya
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Los soldados de Horant en el lado de Kuzemu se podían ver poco a poco cediendo en el frente, pero desde que empezaron a escapar hacia el lado de Nelgal que estaba justo en frente de sus ojos, se convirtió en un cuerpo a cuerpo que se tragó a ambos lados.
Cuando los soldados inmortales empezaron a atacar sin hacer distinción de si eran enemigos o aliados, los soldados de Horant correspondieron con espadas y lanzas así como con hechizos como bolas de fuego en ocasiones, sin embargo los soldados inmortales no dejaban de moverse aunque sus cuerpos estuvieran cubiertos por las llamas, por no hablar de que fueran cortados por armas blancas. Por el contrario hay incluso soldados inmortales que se aferran a los soldados mientras están en llamas.
“¡Detente! ¡Suéltenme! Por favor, suéltame!”
“Aaaah…”
Hay un grupo que irrumpe en la mezcla de gritos y rugidos furiosos.
“¡Mallas! Sujétenlos con las redes que trajimos para los grandes!” (Alyssa)
“¡Entendido!”
Los soldados de Fokalore liderados por Alyssa han pasado por la fuerza frente a los subordinados de Nelgal, que son un caos debido a los ataques de los soldados inmortales, con un carro de plataforma.
Mientras involucran a muchos de los soldados de Horant, los soldados de Fokalore lanzan una red tras otra mientras aplastan a los soldados inmortales.
“¡Alyssa-san!” (Nelgal)
“¡Las lanzas!” (Alyssa)
Debido a la voz de Nelgal que finalmente volvió a la primera línea, Alyssa grita en breve.
Entendiendo con esa sola palabra, Nelgal se enfrentó a los soldados en las inmediaciones y les lanzó instrucciones.
“¡Ataquen simultáneamente a los soldados enemigos con los lanzadores de lanzas! Los que tengan las manos libres, que lancen las lanzas”. (Nelgal)
Una lluvia de lanzas fue lanzada hacia los soldados inmortales, que están luchando mientras son enredados por las redes, desde un lado.
“¡Ayuda!”
También había algunos soldados de Horant que estaban atrapados en las redes junto con los soldados inmortales mientras luchaban entre ellos, pero las lanzas, que caían a pesar de la locura, los atravesaron sin piedad también.
“Aunque sólo sea este caso, me cargarán con un pecado considerable”. (Nelgal)
Los soldados que deberían ser mis subordinados una vez que me convierta en Rey.
Nelgal murmuró con una expresión tensa mientras los veía morir con gritos agónicos mientras se mezclaban con los soldados inmortales.
“Sin embargo, con esto…”
“¡Todo el mundo, aléjese! ¡Retírense! ¡Retírense!”
Varios de los soldados de Fokalore encabezados por Alyssa, que salieron por la parte delantera izquierda del grupo de Nelgal, regresan mientras gritan la retirada.
Debido a sus expresiones, que no pueden ocultar su impaciencia, Nelgal observó el frente con mucho cuidado y especialmente miró a los soldados muertos de Horant que fueron atravesados por las lanzas. Sin embargo, los soldados inmortales habían comenzado a salir arrastrándose después de cortar las redes con sus armas.
Aunque se encuentran en un estado similar al de un erizo después de haber sido golpeados por las lanzas, rompen con indiferencia las redes que les estorban, con miradas serias.
“Qué decir… nos retiraremos. Mientras los lanzadores de lanzas se giran hacia el frente, ¡retiraros todos hasta que os dé una señal! No os descuidéis y no dejéis que las filas se deshagan!” (Nelgal)
Nelgal desplaza su atención hacia el lado opuesto de los soldados inmortales que intentan escabullirse de debajo de las redes.
En ese lugar estaban las figuras de los soldados de Horant que habían sido asesinados uno tras otro por los soldados inmortales incapaces de hacerles frente al igual que su bando.
“¿Qué está haciendo el comandante de allí? Si sigue así…” (Nelgal)
Actualmente podrían ser enemigos, pero Nelgal, que tenía la intención de pedir su cooperación a través de la persuasión, maldijo su propia impotencia al tener que retroceder mientras rechinaba los dientes debido a que las cifras de los soldados de este país habían sido superadas.
“Si tuviera la fuerza de Hifumi-san…” (Nelgal)
Me pregunto cuántas personas reflexionaron sobre lo mismo en este mundo.
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“¡Qué persistente!”
Las cabezas de los soldados inmortales, que se aferraban al carro de la plataforma, son enviadas a volar por el wakizashi blandido por Alyssa.
Como era de esperar, parece que no se mueven si no tienen cabeza, los cuerpos de los soldados inmortales, que resbalaron, cayeron debajo del vagón plataforma y fueron aplastados por las ruedas.
“¡Directora! A este paso…”
“¡Por lo menos, toma un poco de distancia! Dejemos el resto a Horant!” (Alyssa)
No podemos agotarnos innecesariamente en este lugar por el bien de Horant, decidió Alyssa. Creo que es imperdonable ya que los estamos abandonando, pero tampoco quiero que esto se convierta en una escena de tirar la vida de mis subordinados.
Sería una historia diferente si la verdadera identidad de los oponentes estuviera clara y si conocieran las contramedidas como con los soldados gigantes, pero al ver a esos soldados inmortales por primera vez, eligiendo un cuerpo a cuerpo con un oponente, que es realmente difícil de tratar, Alyssa no es del tipo que le gusta tal imprudencia.
“Sin embargo, si nos limitamos a escapar, eso tampoco es bueno, ¿verdad…? ¿Qué hacemos…?” (Alyssa)
Aunque se ha estado diciendo a sí misma que mantenga la calma, los gritos audibles y el tumulto del bando de su propio ejército, que ha iniciado las hostilidades una vez más, aumentan su pánico.
Sin embargo, en el momento en que Alyssa estaba haciendo todo lo posible por recomponerse, su jefe no estaba nada tranquilo.
“¡No me jodas!” (Hifumi)
“… ¿Eh?” (Alyssa)
El que saltó por encima de Alyssa y plantó sus pies en el carro de la plataforma no fue otro que el propio Hifumi.
Mientras corría hábilmente a través de las redes que aún están en el suelo, golpeó la cabeza del soldado inmortal, que era el más cercano, con un barrido lateral.
Además, bisecó a otro soldado inmortal en partes izquierda y derecha e incluso apuñaló con su katana a un soldado de Horant que gemía y que había caído cerca.
“¿Hifumi-san?” (Alyssa)
“Alyssa”. (Origa)
“Uwah”. (Alyssa)
Alyssa, que parpadeó debido a la repentina aparición de Hifumi, se sorprendió con los hombros saltando tras ser llamada por Origa desde atrás,
“Acabo de saludarte. Disculpa”. (Origa)
“D-Disculpa. Ah, es la persona conejo. Hola.” (Alyssa)
“¿Eh? H-Hola.” (Viine)
Habiendo seguido de alguna manera el ritmo de Origa, Viine respondió mientras se desconcertaba al ser saludada amistosamente por Alyssa.
“Alyssa, a partir de aquí Hifumi-sama comenzará el exterminio. Dado que yo me encargaré de los que queden, ten cuidado de no ser un estorbo”. (Origa)
“¡Yo también saldré!”
Incluso Viine, que puso en orden su respiración de alguna manera, agarra la varita corta, que estaba visible en su cintura, y anuncia su participación.
Origa mira a Viine a los ojos y da su consentimiento asintiendo.
“Ah, entonces yo también me uniré. El resto obedece a la princesa-sama convenientemente. Saludos cordiales”. (Alyssa)
Persiguiendo a Origa y Viine que perseguían a Hifumi que saltó del vagón plataforma, Alyssa, que dio a sus subordinados una orden demasiado irresponsable, también bajó del vagón plataforma con su wakizashi en la mano.
“… ¿Qué vamos a hacer?”
“Qué, preguntas… Lord-sama hizo su aparición. Es probable que ya no sea nuestro turno”.
Los soldados de Fokalore, que afirmaron aquello con un “Cierto, así es”, se retiraron de momento a la ubicación de Imeraria para comunicarle la noticia.
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“¡Oh, mierda! ¿Qué es eso?” (Tannin)
Mientras observaba el estado caótico del frente debido a los soldados inmortales, Tannin midió el tiempo para una retirada.
Estaba nervioso debido a la escena visible desde lo alto de su caballo.
El hombre, que recuerda haber visto en la oficina de Kuzemu, está blandiendo una fina espada mientras corta a los soldados inmortales y a los soldados
Horant sin ninguna distinción.
En estos momentos se trata de un evento que tiene lugar en la línea del frente, pero probablemente sea cuestión de tiempo que llegue a este lugar.
Una vez que mira bien, tres mujeres están atacando a los soldados de los alrededores para apoyarlo.
“¿Ese tipo, era así de fuerte…?” (Tannin)
“¡Tannin-sama! Los soldados inmortales serán derrotados!”
Tannin no pudo responder inmediatamente a la pregunta “¿Qué hacemos?”
Cuando miró hacia atrás, pudo ver fugazmente que Kuzemu seguía en el centro de las fuerzas sin mover el carruaje al que había subido.
“Hay una unidad más de soldados inmortales, ¿verdad? Transpórtalos a la línea del frente y libéralos allí. Iré a la ubicación del primer ministro para informarle”. (Tannin)
“¡Entendido!”
Al ver que su subordinado se dirigía al lugar del carruaje con los soldados inmortales en él, Tannin cambió la dirección de su caballo.
Sin embargo, su destino no es la ubicación de Kuzemu.
“Nuestra magia fue bloqueada y los soldados inmortales también son inútiles. Si tampoco podemos abrumarlos con números, no hay posibilidad de que ganemos, supongo”. (Tannin)
Una vez dijo eso como si escupiera las palabras, abandonó las filas de los soldados y escapó simulando dirigirse a la retaguardia.
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“¡Apartense, muertos vivientes!” (Hifumi)
Cortando los pies de un soldado inmortal, le aplasta la cabeza bajo sus pies.
El soldado inmortal, que sufrió un espasmo, no volvió a levantarse.
“¡U-Uwaaah!”
También hay un soldado de Horant que acuchilla a Hifumi mientras está confundido.
“¡Yo!” (Hifumi)
Hifumi, que golpeó la espada a un lado con su mano izquierda, palmea el hombro del soldado, cuya postura se desequilibró tras ser arrastrado por la espada, lo tira boca arriba y le atraviesa la garganta con la katana.
“… Así que, ¿Todavía hay algún cabeza de chorlito?” (Hifumi)
Debido a que Hifumi se acerca avanzando, los soldados de Horant se congelan de miedo y sólo los soldados inmortales atacan mientras babean.
“¡Humph!” (Hifumi)
Aplastando con el pomo la cabeza de un soldado inmortal que se le puso delante, repele su cuerpo, que ha caído gracias a que tenía demasiado impulso, con una patada frontal.
“¿Por qué? ¿Por qué resultó así?” (Hifumi)
Hifumi señaló a los soldados de Horant frente a él.
“Algo como luchar sin pensar no tiene sentido, no importa cuántas veces lo hagas. El grupo de Ma Carme te lo dijo, ¿no es así? Deberías haber sabido que incluso los soldados reforzados, el tipo que aplasté fácilmente antes de usar, también eran inútiles. Y sin embargo…” (Hifumi)
Los soldados inmortales estaban atacando al Hifumi parlante sin importarle, pero al ser enviados a volar por las patadas y tener sus cabezas cortadas, se vuelven incapaces de moverse uno tras otro.
“Una vez más has creado unos soldados basura. Poco a poco estoy llegando al límite de mi paciencia. Los destruiré a todos. Se lo he dicho a ese primer ministro. Lo mataré si se convierte en una molestia. Incluso si se queda en un lugar donde es un estorbo, lo mataré. Mi katana los alcanzará en el momento elegido”. (Hifumi)
Los soldados inmortales no entienden su discurso. Se dirigen hacia el grupo de Hifumi y Origa, pero uno, dos soldados de Horant tiran sus armas y huyen.
Entre ellos también había algunos que preparaban sus armas, pero la mayoría estaba en un estado de confusión incapaz de tomar una decisión.
“¡Mira! ¡Es el principio!”
Hace una rotación completa. Rebanando y mandando a volar las cabezas de los soldados inmortales, que pululan por los alrededores, sin fallar a ninguno de ellos, Hifumi comenzó a correr ferozmente hacia el ejército de Horant del lado de Kuzemu.
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“¡Mal! Eso es malo!” (Nelgal)
Nelgal estaba en el más alto pánico desde que comenzó esta batalla.
No era con respecto a los movimientos del bando de Kuzemu sino hacia la conducta de Hifumi.
“¡Así como está ahora los soldados de Horant terminarán disminuyendo completamente! ¡Deprisa, quiten las redes! En cuanto eso esté terminado, ¡avanzad!” (Nelgal)
Ante el grito de Nelgal, los soldados se dirigen a recoger las redes que fueron esparcidas por los soldados de Fokalore, pero además de haber sido esparcidas ampliamente, son enredadas por cadáveres de soldados inmortales, que están hechos pedazos, por todo el lugar.
“¡No hay tiempo! ¡Da un gran rodeo abandonando la carretera! La mitad de los soldados y los carruajes, que no pueden dejar la carretera, deben quedarse atrás…” (Nelgal)
“¡Por favor, esperen!” (Sabnak)
Sabnak llegó galopando en un caballo hacia la ubicación de Nelgal.
“Discúlpame por quedarme montado en mi caballo”. (Sabnak)
“¿Sabnak-san…?” (Nelgal)
“Quitaremos la mayoría de las redes tirando de ellas con nuestro carro de plataforma. Incluso si avanzan después de eso, no será demasiado tarde, creo”. (Sabnak)
“Sin embargo, si esto sigue así, las tropas de Horant…” (Nelgal)
“Nos daremos prisa. Pero, por favor, considera que es una buena oportunidad”. (Sabnak)
“¿Una buena oportunidad, dices?” (Nelgal)
Nelgal se decepcionó debido a la sugerencia de Sabnak.
“No me malinterpretes. Todo esto es una propuesta de Su Majestad la Reina para que usted, Nelgal-sama, se siente en el trono”. (Sabnak)
“¿Es una idea de Imeraria-sama? Déjame escucharlo”. (Nelgal)
“Te lo contaré brevemente”, Sabnak abre la boca con ese prefacio.
“Debido al informe de los soldados de Fokalore, Su Majestad, que estaba al tanto del grupo de Hifumi-san cargando al lado de Horant, se apresurará a la ubicación de los soldados de Horant, que se desorganizarán a este ritmo. Tras ella, el ejército de Orsongrande también penetrará en el centro del ejército enemigo a través del lugar abierto por Hifumi-san”. (Sabnak)
“¿Penetrar? ¿Pasará a la fuerza por el centro?” (Nelgal)
Sabnak asiente a la sorprendida Nelgal.
“Así es. No servirá a menos que luchemos contra ellos cuando estén en “frente” de nosotros. Si están en nuestra “espalda”, podremos dirigirnos a la capital mientras los ignoramos. Eso también evitará que se produzcan víctimas innecesarias en ambos bandos”. (Sabnak)
“Sin embargo, incluso si dices que te abrirás paso por la fuerza, eso es poco razonable, ¿no?” (Nelgal)
“Es posible porque es ahora”. (Sabnak)
Sabnak cortó por lo sano y se deshizo de las preocupaciones de Nelgal.
“El enemigo inició una operación con sus propias fuerzas. La moral de los soldados comunes ya está en el nivel más bajo. Para empeorar las cosas, incluso la cadena de mando se ha desordenado gracias a Hifumi-san. No creo que quieran ponerse al frente de un gran ejército arriesgando sus vidas si no hay nadie dando instrucciones”. (Sabnak)
“Sin embargo”, Sabnak cambió completamente su expresión seria para revelar una suave sonrisa.
“Nelgal-sama, sin embargo tienes que llamarlos. “El rey de Horant está de paso. Abre un camino”, es lo que tienes que decir”. (Sabnak)
Al ver que la espalda de Hifumi se empequeñecía rápidamente, Nelgal transmitió su aceptación.
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“Entonces, ¿Por qué Hifumi-san está realmente así de enfadado?”. (Alyssa)
Mientras mandaba a volar la cabeza de un soldado inmortal con su wakizashi, Alyssa se acercó a Viine y preguntó.
“¿Eh? Yo tampoco lo entiendo bien, pero después de ver a estos extraños soldados, se volvió huraño de repente… ¡Ei!” (Viine)
Golpeando la cara de un soldado de Horant con un trozo de agua, el soldado se revuelve mientras esparce agua por la nariz y la boca.
“Ah~… de alguna manera lo entiendo. Más que eso, ¡puedes usar la magia! Eso es increíble!” (Alyssa)
“No, umm, no puedo usar nada más que la magia del agua, así que…” (Viine)
Alyssa dio una violenta patada a un soldado inmortal que se acercó a la avergonzada Viine.
“Como no tengo ninguna aptitud, no podría usar ninguna magia”. (Alyssa)
Mientras dice “qué lamentable, qué lamentable”, clava su wakizashi en un ojo del soldado inmortal que cayó y le destruye el cerebro.
“Si eres tan poderosa, siento que eso no es demasiado relevante…” (Viine)
Debido a que Alyssa hizo cosas que también podrían llamarse crueles, Viine perdió inmediatamente la confianza en sus propias habilidades.
“¿Poderosa, es así? Eso es porque mi modelo de conducta da esa impresión”. (Alyssa)
Mientras hacía que su cuerpo se moviera como si estuviera bailando, la mirada de Alyssa se posó en la figura de Hifumi que está bisbiseando a un soldado inmortal.
“Todavía no soy capaz de dominar del todo esa larga katana. La longitud de mis brazos es insuficiente”. (Alyssa)
“El maestro también es fuerte, pero incluso su esposa…” (Viine)
Delante de donde mira Viine estaba Origa de pie y balanceando su abanico de púas de hierro después de haber tomado un poco de distancia de Hifumi.
Observando la manera de hacer de Hifumi, aparentemente juzgó que está bien cortar las cabezas por el momento. Decapita a los soldados cercanos con su abanico de púas de hierro y a los que están demasiado lejos, incluso de Hifumi y Alyssa, con magia de viento.
No hay vacilación o confusión en sus acciones.
Ella quitó las cabezas de los soldados inmortales y los soldados de Horant en conjunto sin ninguna diferenciación.
“Origa-san ha practicado muy intensamente. También tiene su trabajo, pero parece que ha estado en ello todos los días”. (Alyssa)
“¿De verdad…?” (Viine)
Observando a Origa que es capaz de atacar directamente y con magia, la consideraba asombrosa, pero por encima de eso la consideraba aterradora.
“La señora…” (Viine)
“Creo que es mejor que no digas nada más”. (Alyssa)
“Sí, muchas gracias”. (Viine)
Al sentir que Origa le enviaba una mirada fugaz en el momento en que iba a decir algo, Viine se mordió la lengua.
Nota de Tac-K: Nuevo Capítulo!, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho OwO.