Summoned Slaughterer - Capítulo 100 Parte 2
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Capítulo 100 Parte 2: Bienvenido a la Jungla
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Según la explicación de Puuse, la barrera para aprisionar a la raza demoníaca en las profundidades del bosque aparentemente se crea con el maná de los elfos en un lugar especial, donde se dibujó un cuadrado mágico, justo después de la aldea.
“¿Al final no funcionará a menos que pasemos por el pueblo?” (Hifumi)
“Por favor, me gustaría que tuviera conversaciones pacíficas en el pueblo”. (Puuse)
“Eso depende de su comportamiento chicos. No tengo una mente juguetona para tratar de estar en buenos términos con compañeros hostiles “. (Hifumi)
Por el contrario, Hifumi lanza rápidamente preguntas. Aunque Hifumi lo supo una vez que entró en el bosque de los elfos, la magia de percepción para protegerse se ha colocado cerca de la barrera. Se da cuenta de que no está claro si lo han hecho elfos, hombres-bestia o humanos.
Como solo se encontró accidentalmente con Shiku en medio de su patrulla, fue el grupo de Puuse, quien vino a darle la bienvenida por orden de Zanga.
Mientras mantenía tal conversación, el pueblo apareció a la vista.
Dos elfos, sosteniendo arcos, están parados frente a la sencilla puerta de madera.
“Ah, llegamos …” (Puuse)
Puuse creía que se convertiría en una pelea, si ella lo guiaba allí de esa manera, pero terminaron llegando sin que ella se le ocurriera al final.
“¡Esperen! ¡Deténganse!”
Los dos elfos, que vigilaban la puerta, los llaman.
“Humano, ¿eh? Nos dijeron que vendrías, pero ¿por qué Puuse … y en su espalda Shiku? ¿Qué pasó?”
“Déjame ver … Ya que será demasiado largo para explicar, primero quiero llevarlo al lugar de Zanga-sama.” (Puuse)
“¿Es eso así? Por favor, llévate al humano ya que yo llevaré a Shiku a su casa “.
Alzando a Shiku, que aún estaba inconsciente, uno de los elfos se va.
“B-Bueno, entonces es así”. (Puuse)
Mientras se siente aliviado de que al menos pudo evitar una situación crítica sin resolver las circunstancias inaceptables de ninguna manera a propósito, Puuse continúa guiándolo.
Todas las casas hasta donde alcanza la vista son casas de un piso, que fueron construidas con tablas de madera y algunas hiedras y ramitas. Sin tener nada parecido a una puerta, ropa ligeramente sucia cuelga en las entradas similar a una cortina de letreros colgada en las entradas de las tiendas.
“La casa de Zanga-sama está allí”. (Puuse)
El edificio, señalado por Puuse, es dos veces más grande que los demás. En la entrada se instaló una puerta sencilla, que se hizo con una tabla y no con una tela.
Hifumi, quien se detuvo y lo miró por un momento porque tenía una sensación de incomodidad, notó que el edificio no tenía ventanas. Los otros edificios tienen aberturas, aunque simplemente están ahuecadas, para dejar entrar el tragaluz, pero no se pueden ver en ese edificio en absoluto.
Sin darse cuenta de esa peculiaridad, Puuse se paró frente a la puerta y llamó hacia el interior del edificio.
“Zanga-sama, soy Puuse. He traído al humano “. (Puuse)
“Ah gracias. Ven y entra “. (Zanga)
Una voz ronca de una anciana resonó desde adentro.
“Ya que obtuvimos el permiso, por favor adelante”. (Puuse)
Siendo instado por Puuse, quien abrió la entrada separando la tabla completa, Hifumi entra sin dudarlo.
El edificio parece tener una sola habitación. Se ven una cama, que era un paño que cubría un montón de hierba seca, y una mesa baja de madera.
Con todo el edificio sin ventanas, solo una pequeña llama, que se balancea débilmente en un lugar, similar a un hogar hundido, en el medio de una habitación, ilumina débilmente el interior.
“Así que viniste, humano-san. Mira, siéntate allí”. (Zanga)
Sentada en el centro de la habitación, la anciana señala al lado opuesto de ella al otro lado del hogar hundido. Rompió hábilmente una rama delgada con solo su mano derecha y la arrojó al fuego.
Una tela, similar a la ropa de cama, cubre un montón de pasto seco en el lugar designado.
Hifumi, quien se sentó sin reservas, miró directamente a la anciana. Igual que los elfos, que quedaron reducidos a árboles y a quienes vio en el bosque, ella tiene rasgos bien regulados. Su rostro, tallado por profundas arrugas, puede incluso considerarse similar a las grietas de los árboles antiguos, lo que le da la impresión de haber vivido durante muchos años.
“¿Me invitaste especialmente a preguntarme eso?” (Hifumi)
“No, en absoluto. Solo intenté preguntarte porque estaba un poco preocupado por esto “. (Zanga)
“Eso”, Zanga señaló la katana, Hifumi dejó a un lado.
“Lo que hizo que el elfo falleciera hace algún tiempo fue esa espada, ¿verdad? Yo también quiero que me maten de la misma manera. No puedo hacerle tal solicitud a otro elfo “. (Zanga)
Los elfos no harán absolutamente nada como herir a sus hermanos. Parece que han establecido el concepto de que todos deben morir en el bosque, con la excepción de la muerte por enfermedad o accidente.
“Por lo que parece, tu transformación aún no ha comenzado, aunque … no, tu pie y tu mano izquierda, ¿eh?” (Hifumi)
“Tu perspicacia es bastante aguda, eh …” (Zanga)
“Como habías imaginado, mi pie izquierdo y mi mano izquierda ya están rígidos y he perdido la capacidad de moverlos”, dice Zanga.
“Sin embargo, tuve un cuerpo débil desde entonces. Mientras me recluía obedientemente dentro de mi casa, terminé arrastrando mi larga vida antes de darme cuenta. Sin embargo, me preguntaba si debería desaparecer en la muerte al irme al bosque, si esto progresaba un poco más … aunque es vergonzoso, me asusté “. (Zanga)
Zanga se rió con un sentimiento de burla de sí mismo, pero esa risa se calmó en poco tiempo.
“Por lo tanto, huésped humano, quiero morir antes de que eso suceda. La muerte no da miedo. Esperar la muerte sin poder hacer nada, da miedo “. (Zanga)
Bueno, está bien, supongo. Sin embargo, ¿está bien, incluso si los aldeanos mueren como resultado de eso? ” (Hifumi)
“… ¿Qué quieres decir con eso?” (Zanga)
“¿No lo sabes?” Hifumi miró a Zanga.
“No me importa particularmente matarte. No me importa de ninguna manera. Pero, los otros elfos, que se darían cuenta, probablemente intentarán vengarlo. No tengo un espíritu de auto-sacrificio para dejarme matar fácilmente debido a eso, es lo que estoy diciendo “. (Hifumi)
“… Me pregunto si no puedes esperar una noche. Les explicaré a los aldeanos “. (Zanga)
Después de dudar por un momento, Zanga dijo eso y le prometió a Hifumi que se aseguraría de que no sufriera ningún daño. Incluso si hubiera alguien que le hiciera daño a Hifumi y si ese alguien tenía las tornas en su contra, Hifumi tendría que hacer lo que quisiera, dice ella.
“Prepararé una cama. Aparte de eso, como intercambio por escuchar mi solicitud, me pregunto si no hay algo que pueda hacer por usted?” (Zanga)
“¿Por qué solo tú entre los elfos tienes miedo de entrar en el bosque?” (Hifumi)
Zanga rápidamente desvió su mirada debido a la pregunta de Hifumi.
“Bueno, no tiene sentido incluso si lo escucho. Estará bien si te quedas en silencio hasta tu muerte. No hay nada que quiera pedirte. Escuché todo lo que quería escuchar de esa mujer elfa “. (Hifumi)
“Es así…? Gracias. Si te vas derecho después de salir de este lugar, habrá una pequeña casa. Como la casa de Puuse está al lado si te reúnes con ella también organizaré una comida “. (Zanga)
“No hace falta, ya tengo comida”. (Hifumi)
“Entiendo. Si ese es el caso, nos vemos mañana. Por favor, venga a este lugar mañana “. (Zanga)
“Ya que tengo que decidirme por la muerte”, Zanga recuperó su sonrisa una vez más.
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En la cabaña designada, Hifumi, que descansaba sobre la hierba seca, se despertó después de sentir una presencia que entraba.
Aún es antes del amanecer.
“¿Quién es?” (Hifumi)
Lo que apareció ante la vista de Hifumi, quien tiró de la katana hacia sí mismo rápidamente y adoptó una postura de nukiuchi, fue el joven elfo Shiku.
“¡H-humano!” (Shiku)
Debido a que él grita torpemente mientras tiene miedo, Hifumi no suelta su postura.
“Es un movimiento inteligente atacar a alguien mientras duerme, pero eres demasiado poco hábil para borrar tu presencia”. (Hifumi)
“¡E-es diferente! ¡Puuse-neechan está en un gran problema! ” (Shiku)
“¿Puuse? Ah, esa mujer elfa, ¿eh? … no me importa “. (Hifumi)
Colgando la katana de su cintura, Hifumi se sentó en la cama de hierba.
“¡Tal cosa! Te lo ruego, ¡Por favor salva a Puuse-neechan! ” (Shiku)
“Dejando eso a un lado, ¿no sería mejor esconderse?” (Hifumi)
“¿Eh? … ¿¡Au !? ” (Shiku)
El perdigón, que salió volando de detrás de Shiku, rozó el hombro de Shiku sin golpear a Hifumi.
Las palas de viento, mezcladas con piedras de varios tamaños, vienen volando una tras otra.
La tela, que cuelga a la entrada de la cabaña, está hecha pedazos.
El haber caído en el momento de recibir una herida trae resultados. Con la excepción del corte superficial en su hombro, Shiku no ha sufrido ninguna lesión digna de mención.
Sin embargo, es poco probable que el edificio, que ha sufrido daños sucesivos, siga en pie.
Las paredes están plagadas de agujeros y los pilares también tiemblan grandiosamente.
“¡U-Uwah!” (Shiku)
Al ver el techo colapsar por fin, Shiku se aferró a Hifumi.
Al ver que la cabaña se derrumbaba por completo y quedaba envuelta en una nube de polvo, los elfos, que lanzaron los hechizos, soltaron risas.
“Hee, gente como los humanos. Pagarás con tu vida el crimen de haber matado a nuestros hermanos”.
Riendo tontamente, los elfos pueden escuchar la voz de alguien con sus oídos.
“Crimen, ¿huh…? No tengo ninguna intención de estar de acuerdo con tu juego de venganza “.
La nube de polvo se desvaneció en un instante y sobre la choza derrumbada un gran disco oscuro estaba girando.
Y el que se paró encima de él fue Hifumi.
Shiku se aferra a su cintura.
“Aunque tampoco tenía ninguna intención de hacer esto”. (Hifumi)
Hifumi metió su mano en la magia oscura redonda, que absorbió el techo y el polvo, y sacó el kusarigama.
“Respondamos con un buen servicio, ya que quieren matarme”. (Hifumi)
Mientras gira alrededor del contrapeso unido al final de la cadena, agarra con fuerza la hoz con la mano derecha.
Usa tu magia constantemente. Va a ser un divertido concurso de fuerza entre la fantasía y las artes marciales “. (Hifumi)
Hifumi dio un paso lentamente hacia delante.
Traducido por : Thrashie