Soy un Jefe Legendario - Capítulo 233

Capítulo 233: La Invitación de un Sabio

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Esta solía ser una pequeña ciudad de los Elfos Moonlight.

Ahora se había convertido en una Gran Ciudad que podía albergar a millones de ciudadanos.

Con la ayuda de Encantadores y Grandes Encantadores, la velocidad de desarrollo había sido asombrosa. La calidad también era de primera.

Las murallas de la ciudad tenían 50 metros de altura y estaban repletas de vides verdes luminosas. Las enredaderas facilitaban a los enemigos la escalada de las murallas.

Pero el mayor beneficio de las plantas era un plus defensivo. Las enredaderas no impedían que los enemigos escalaran los muros, pero podían impedir que las criaturas oscuras utilizaran sus cañones mágicos.

Los Elfos habían utilizado barreras mágicas y estructuras defensivas para defenderse de las criaturas oscuras. Sin embargo, la mayoría de sus ciudades habían caído ante las criaturas oscuras.

Detrás de las murallas de la ciudad había muchos árboles altísimos. Habían crecido con formas extrañas porque se habían convertido en torres de flechas y cañones. Los Elfos aprovechaban los árboles para construir sus fortificaciones.

Cuando William entró en esta ciudad, que estaba llena de vegetación, observó a muchos plebeyos elfos deprimidos. También parecían ligeramente furiosos. Por la situación de la batalla, parecía que los Elfos estaban ganando la partida.

Millones de Elfos Moonlight habían muerto, mientras que decenas de millones de criaturas oscuras habían sido derrotadas. Los Demonios también sufrieron grandes bajas.

Los Elfos Moonlight habían pasado de estar a la defensiva a la ofensiva.

Querían recuperar el control de su palacio y no permitirían que los traidores siguieran vivos. Mataron a los traidores para honrar a sus camaradas muertos.

Pero William sintió que los Elfos eran lentos en su pensamiento…

En otras palabras, eran lentos en sus reacciones.

Después de vivir durante mucho tiempo, los Elfos estaban acostumbrados a un ritmo lento. Estarían bien aunque la guerra durara decenas de años.

Pero olvidaron que su situación no era la misma que antes.

Ahora, ni tenían los números, ni eran tan poderosos como antes. No podían luchar durante decenas de años.

Las guerras de la cuarta era eran rápidas y brutales.

Los Elfos tenían una larga vida. Sin un líder destacado, si tenían una guerra prolongada, sufrirían grandes bajas.

William siguió a algunos Elfos hasta el centro de la ciudad.

Se dio cuenta de que algunos Elfos eran hostiles.

“¿No tienen una buena impresión de mí?” William frunció el ceño. Mientras caminaba, muchos Elfos tenían una buena impresión de él. Pero estos compañeros estaban actuando de forma muy extraña.

Por lo tanto, preguntó a los Elfos poco amistosos.

Llegó a saber que eran los guardias personales del Segundo Príncipe.

“¿El Segundo Príncipe?” William reflexionó un rato antes de llegar a una conclusión.

Cuando llegó al centro de la ciudad.

William descubrió que estaba debajo del árbol más alto de Moonlight.

Este enorme árbol Moonlight tenía miles de metros de altura, y su follaje era espeso y extenso.

En él se habían construido muchas pequeñas casas en los árboles, y estaban llenas de funcionarios Elfos. La longitud de las ramas inferiores era de unos cientos de metros.

Las hojas superiores brillaban con luz plateada.

Las hojas giraban de tal manera que permitían que la luz del sol brillara en el suelo. Este mecanismo permitía a los Elfos que estaban en la superficie disfrutar de la luz del sol.

La luz plateada brillante era la fuente de magia para que los profesionales se entrenaran.

No era el único árbol Moonlight.

Había otros árboles Moonlight cercanos que tenían unos cientos de metros de altura. Pero el árbol de enfrente era definitivamente un árbol ancestral.

Los Elfos de la segunda era plantaron muchos árboles místicos.

Los Elfos les tenían mucho cariño a los árboles.

Además del Árbol del Mundo, todos los árboles místicos, incluidos los viejos sicomoros, habían sido arrebatados por los Elfos.

El Imperio de los Elfos había sido muy poderoso.

Cuando William era un jugador, tuvo la oportunidad de entrar en un fragmento de tiempo. Allí había sido testigo de la capital real del Imperio de los Elfos.

Era un mundo hecho de incontables árboles enormes.

El Árbol del Mundo más alto estaba situado en el centro. Árboles de diez mil metros de altura rodeaban el Árbol del Mundo.

Los Elfos de la segunda era no vivían en la superficie de la Tierra.

El denso follaje de los árboles formaba un área para los ríos, los lagos y las llanuras de hierba. Los Elfos vivían como los ángeles que permanecían en la ciudad del cielo.

Era una pena.

Todo terminó con la destrucción del Árbol del Mundo.

Fue una explosión impactante.

Destruyó muchos árboles raros.

Por lo tanto, el árbol guardián de los Elfos Moonlight se había convertido en un árbol Moonlight de sólo miles de metros.

William llegó a la tierra ancestral de los Elfos Moonlight.

Tras la caída de la capital de los Elfos y del palacio, el árbol Moonlight se convirtió en el nuevo palacio de la realeza y los funcionarios elfos.

Aquí estaba prohibido volar. William tenía que pasar por la entrada si quería subir al árbol.

Dos guardias lo escudriñaron mientras extendían sus armas para bloquearle el paso. Luego miraron a una figura familiar detrás de William.

“¿Quién es?”, preguntó el guardia, desconcertado.

“El Príncipe William Blackleaf y un amigo de la Princesa Annie. La Princesa me dijo que lo llevara ante ella una vez que lo encontraran”, respondió un guía Elfo y sonrió.

Los dos guardias se miraron y recuperaron sus armas. Asintieron a William como muestra de respeto antes de que uno de los guardias dijera: “Príncipe William, por favor, espere un momento. Informaré a Su Alteza Real”.

“No es necesario. Hágalo pasar”.

Los guardias se quedaron sorprendidos. Una voz de anciano había llenado sus oídos. Pero cuando miraron a todos, nadie más parecía haber oído la voz.

Uno de los guardias sonrió y abrió la puerta. Condujo a William al interior, pero estaba desconcertado. No era la voz de la Princesa Annie. Era la voz del Gran Anciano que les informaba.

Ambos entraron en el interior del Árbol Moonlight.

Un túnel mágico que conducía hacia arriba apareció ante William.

El guardia miró al tranquilo William y lo introdujo en el túnel. Entonces el guardia hizo un conjuro.

*¡Swish!*

La escena ante ellos cambió.

Habían llegado a la cima del árbol Moonlight. La persona que quería conocer a William definitivamente no era Annie.

El guardia notó que William estaba indeciso. Sonrió y dijo: “Príncipe William, no te preocupes. El Gran Anciano quiere conocerte”.

Por lo tanto, hizo un gesto para que William se acercara. El guardia no tenía intención de seguir a William.

William ya no mostró ninguna duda, y entró tranquilamente.

No tuvo tiempo de pensar por qué el Gran Anciano de los Elfos Moonlight quería verle.

Pasara lo que pasara, William tenía que mantener la compostura.

Confiaba en sus encantos, así que no tenía que temer a la muerte.

Salió del túnel del árbol y entró en la única casa del árbol.

La puerta de madera crujió al abrirse.

Un hombre de mediana edad, vestido con una túnica blanca mágica, estaba recostado en una mecedora. Miró con curiosidad a William.

Esos ojos.

Eran como dos lunas brillantes, llenas de un brillo sagrado.

No esperó a que William respondiera.

De repente, Camelot gritó: “¡Ladrón de la bóveda del tesoro!”

“¿Ah?” William se quedó perplejo durante dos segundos. Luego se recuperó y se inclinó mientras decía: “Mis respetos al Gran Anciano, el poderoso Sabio”.

Camelot ignoró a William y se acarició la barbilla mientras contemplaba.

‘¡Siento que es él!’

Pero lo más importante era…

¿Por qué?

¿Por qué?”

¡Ding!

[Aviso: La afinidad de Camelot por ti aumentó en 30 puntos]

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Nota de Tac-K: Listos los capítulos del domingo y lunes chic@s, más capítulos luego luego, recuerden que siempre pueden canjear sus puntos por capítulos extras, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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