Soy un Jefe Legendario - Capítulo 219

Capítulo 219: La Llegada de un Guardián Legendario

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Después de la gran batalla, del millón de efectivos del ejército de la oscuridad, el tercio superviviente huyó en todas direcciones hacia la llanura de hierba, el bosque Blackleaf y dentro de la Nación Lava Negra.

Los guerreros, tras haber luchado durante siete días y siete noches seguidas, no tenían energía para perseguirlos. Estaban tan agotados que podían dormir sobre las pilas de cadáveres…

Muchos de los guerreros se habían aferrado a su último aliento para soportar las batallas.

Sólo cuando el peligro terminó, los guerreros pudieron relajarse…

Finalmente pudieron descansar.

En la batalla final, fue afortunado que los Demonios Avanzados fueran derrotados. De lo contrario, las fuerzas aliadas serían destruidas.

Cuando las criaturas oscuras perdieron a sus comandantes demoniacos, se volvieron como arena dispersa.

William y Lancelot se situaron en una esquina lejana mientras veían cómo se derrumbaban las guaridas de los Demonios. Los sonidos retumbantes reverberaban en el aire.

Los dos tenían sentimientos encontrados. La guerra se consideraría terminada cuando todas las Guaridas de los Demonios fueran destruidas.

El colapso de las Guaridas del Demonio ocurrió debido a que los Caballeros del Templo destruyeron los portales de tele-transportación en las guaridas.

Lancelot sabía que su pronta intervención le causaría algunos problemas. Por lo tanto, quería ordenar a los Caballeros del Templo que mataran a las criaturas oscuras antes de que llegara el mensajero del Templo de la Luz.

Anteriormente, William había colocado el pergamino de transmisión mágica en su anillo espacial…

Sólo los cielos sabían cuántos mensajes recibiría cuando sacara el pergamino mágico.

Tal vez, incluso podría haber un video de alguien regañándolo.

“¿Te vas?” William miró a su viejo amigo.

Lancelot suspiró y dijo: “Sí, me voy. El mensajero llegará muy pronto”.

“Aunque la misión de los Caballeros del Templo es destruir a las criaturas oscuras, ignoré la voluntad del Templo de la Luz e intervine preventivamente en la guerra. Incluso causé la muerte de 431 Caballeros del Templo. Aunque el resultado de la guerra es positivo… los líderes del Templo de la Luz no dejarán el asunto en paz. Muchos de los Caballeros del Templo más antiguos no me apoyarán más”.

No había opción.

Todos los miembros de los Caballeros del Templo de su grupo eran Caballeros del Templo de segunda generación.

Muchos padres de los miembros eran líderes del Templo de la Luz. Lancelot tendría que afrontar las consecuencias de estas bajas. Esos Caballeros del Templo de alto rango no dejarían que Lancelot se librara de matar a sus hijos.

Lancelot no dijo mucho. Estaba aquí para mostrar su gratitud en lugar de refunfuñar.

Ya que podía liderar a los Caballeros del Templo del Sabio de la Espada, tendría sus formas y medios para lidiar con la crisis.

Lancelot no sabía qué contrato tenían los poderosos líderes del gran continente con el Mundo Oscuro. Sólo era un comandante de legión y no un líder principal del Templo de la Luz.

Pero estaba seguro de que el Templo de la Luz tenía algo que ver.

El razonamiento era simple, ya que la Invasión de la Oscuridad a gran escala no podía pasar desapercibida para el Templo de la Luz. Todos sabían que había traidores humanos…

Como el Templo de la Luz sabía de la invasión, y querían retrasar la intervención durante un mes, eso indicaba que se había llegado a un acuerdo entre el templo y el Mundo Oscuro.

William sabía lo que Lancelot estaba pensando. Se rio con ganas y dijo: “La decisión de los líderes está fuera de nuestro control. En nuestra grave situación, no tenemos más remedio que pedir ayuda”.

En el momento siguiente, un rayo de luz blanca apareció en el cielo lejano mientras el aire explotaba detrás de una figura. La velocidad era muy rápida, pero no era su mayor velocidad.

La serie de explosiones llenó los oídos de todos. La presión era inmensa y hacía que todos se quedaran sin aliento. Tenían ganas de caer al suelo.

Pero después de todo, habían luchado en la batalla durante siete días. No eran débiles.

La presión no era capaz de hacerles ceder.

La luz blanca no se detuvo. Descendió del cielo y aterrizó pesadamente frente a William y Lancelot.

¡Pom! Fue como si un enorme meteorito hubiera aterrizado en la superficie de la Tierra.

Se podían sentir ondas de choque que emanaban del suelo mientras éste temblaba.

La figura suspiró, y las ondas de choque desaparecieron mientras el polvo se asentaba.

Lancelot se arrodilló inmediatamente y dijo solemnemente: “Presentando mis respetos al Emisario del Templo Sur”.

“Presentando nuestros respetos al Emisario del Templo Sur”. Los otros Caballeros del Templo se arrodillaron y miraron al emisario con reverencia.

El emisario de mediana edad observó el campo de batalla y a los guerreros que estaban llenos de ira. Sentía que era incómodo para él exhibir su dominio.

William se fijó en el emisario y frunció el ceño. No esperaba que apareciera un jefe tan poderoso, y no se atrevió a ser imprudente. Dijo alegremente: “La Ciudad del Alba, presentemos nuestros respetos al Guardián del Sur”.

La voz de William se escuchó en un radio de cien millas. Su tono feliz no sonaba para nada falso.

Todos los guerreros y razas se levantaron inmediatamente y bajaron la cabeza antes de arrodillarse en el suelo. Miraron con reverencia al hombre y gritaron: “Presentando nuestros respetos al Guardián del Sur”.

“Presentando nuestros respetos al Guardián del Sur”.

“Presentando nuestros respetos al Guardián del Sur”.

“Todos ustedes… ¡Por favor levántense!” El hombre que estaba vestido de negro levantó la ceja. Murmuró para sí mismo: ‘¿Guardián del Sur?’

El emisario pensó: “¿Quién es este Elfo? ¿Por qué me adula?”

La región del sur era un lugar enorme. ¿Cómo podía el emisario ser un guardián de una zona tan grande?

El emisario era en realidad el Comandante del Templo Sur.

Sin embargo, decidió aceptar el título de cortesía.

Guardián del Sur sonaba mejor.

El emisario estaba muy satisfecho.

El hombre legendario de mediana edad tosió ligeramente y dijo: “No hay necesidad de destruir todas las Guaridas del Demonio. Deja algunos para que los soldados se entrenen. Todos los Caballeros del Templo… deben dispersarse.

En esta Invasión de la Oscuridad…

Ham luchado bien. Muy bien de hecho”.

“¡¡¡Roar!!!”

“¡Es maravilloso!”

“Lo sabía… sabía que lograríamos la victoria. No permitirían que fuéramos a la muerte”.

“¿Guardián del Sur? No he oído hablar de este nombre antes. Pero su aura dominante es bastante poderosa”.

“Pensé que era un tipo malo. Así que él es el bueno”.

Los profesionales que estaban en la llanura de hierba levantaron la cabeza y comenzaron sus discusiones.

Los jugadores estaban aturdidos. Cielos, ese era un BOSS Legendario*. <Nota(*): Nivel Legendario, el nivel que esta debajo de Sabio, no que su línea de sangre es legendaria como William>.

Era un Caballero del Templo Legendario.

Lancelot notó que el emisario estaba avergonzado. Cuando Lancelot estaba a punto de hablar, William se acercó inmediatamente al emisario y gritó: “Guardián del Sur, el guardián más poderoso y valiente de todos.

Usted… finalmente ha venido a rescatarnos.

La Invasión de la Oscuridad sólo terminó con tu aparición. Habíamos logrado la victoria. Eres el héroe por derrotar la Invasión de la Oscuridad”.

Los labios del Emisario del Templo Sur siguieron temblando…

¿Qué rayos?

El emisario no había hecho sus movimientos, ¿Y aún así se había convertido en el héroe?

Esa era una responsabilidad que el emisario no quería asumir…

Pero William avanzó unos pasos y se arrodilló ante el emisario. Abrazó y estrechó el muslo del emisario mientras gritaba: “Señor emisario, desde el comienzo de la Invasión de la Oscuridad, la Ciudad del Alba había sufrido innumerables bajas. Muchos soldados heridos siguieron luchando. Incluso cuando estaban lisiados, seguían luchando con valentía.

Fue muy duro para todos nosotros.

Eche un vistazo. Los guerreros estaban tan agotados que dormían sobre los cadáveres.

Mira. Los guerreros ni siquiera soltaron la empuñadura de sus armas cuando murieron.

Eche un vistazo… Son tus creyentes. Son los ciudadanos de tu tutela”.

‘¿Qué demonios?’

‘¿Tengo tantos creyentes?’

‘¿Por qué no lo sabía?’

‘Además, recuerdo que sólo había menos de unos pocos miles de creyentes en esta región del sureste olvidada de los dioses’. El Emisario del Templo Sur pensó en esta situación.

Estaba perplejo. ¿De dónde venía este elfo?

Sí.

Miró a la Ciudad del Alba y reflexionó. Luego miró profundamente a William Blackleaf y sintió un dolor de corazón. ¿Tan desvergonzado era el linaje del clan real Blackleaf?

“No, la raza Blackleaf no es desvergonzada. Es ese viejo desvergonzado”. El hombre de mediana edad recordó algo, y su expresión se volvió muy grave.

¿Pero por qué?

Estaba a punto de tener una buena afinidad con William.

Y no pudo evitarlo…

[Aviso: La afinidad de Roland Fecker con William ha aumentado en 80 puntos].

Roland se volvió cordial. Además, estaba siendo halagado delante de decenas de miles de personas. No se atrevió a hacer nada que pudiera empañar su imagen.

Por eso, el emisario inspiró profundamente. Extendió la palma de la mano hacia el cielo antes de cerrar el puño.

El cielo cambió de color.

Una luz resplandeciente llovió del cielo.

Todos los guerreros supervivientes sintieron una esencia de vida que los elevaba.

Sus heridas se recuperaron rápidamente. Incluso los profesionales lisiados sintieron que sus heridas se recuperaban a la velocidad inimaginable.

Todos vitorearon al “Guardián del Sur”.

Nadie se dio cuenta de que el rostro del Guardián del Sur se había vuelto espantosamente negro.

¿Quién era este William?

Era el Príncipe Elfo que gozaba de gran popularidad.

Era el popular NPC con encantos divinos.

Tras observar la reacción del emisario, William se arrodilló mientras presentaba un pequeño frasco al Guardián del Sur.

Roland relajó la palma de la mano y exhaló con fuerza. Aunque tenía cierta afinidad con William, había sufrido una gran pérdida. ¿Por qué hizo el viaje él mismo?

Pero cuando Roland abrió el frasco y echó un vistazo.

Lo cerró inmediatamente.

[Aviso: La afinidad de Roland Fecker por William ha aumentado en 270 puntos].

[Aviso: La afinidad de Roland Fecker por William ha aumentado en 130 puntos].

[Aviso: La afinidad de Roland Fecker por William ha aumentado en 480 puntos].

“Hay 300 gotas de la Poción de Vida, y son del Árbol del Mundo”. Aunque Roland era un guerrero Legendario, seguía sintiendo admiración por la Poción de Vida.

Había otros tipos de Poción de Vida además de la Poción de Vida del Árbol del Mundo.

Pero sólo la Poción de Vida del Árbol del Mundo era capaz de revivir a una persona muerta en todo el continente de los Dioses.

La Poción de Vida derivada de otras plantas y objetos era de calidad inferior, por lo que el emisario no estaría interesado.

Roland empezó a tomar en serio a William.

Tenía curiosidad por saber cuántos recursos había invertido la raza Hoja Negra en William.

Le interesaba más saber cómo de desvergonzado era William en comparación con su padre.

El frasco tenía 300 gotas de Poción de Vida.

En un momento, su ira por haber sido manipulado se desvaneció. Estaba aquí para imponer castigos, pero se había olvidado de ello. ¿Y el contrato de la Invasión de la Oscuridad con el Mundo Oscuro?

Eso era sólo un acuerdo verbal.

El emisario había obtenido generosos beneficios.

Así que no había necesidad de imponer castigos.

Las criaturas oscuras sólo tenían que culparse a sí mismas por el fracaso de la invasión.

La culpa no debía recaer en los 3.000 Caballeros del Templo.

Sólo eran transeúntes…

“Genial, fantástico. Este muchacho tiene futuro. Estoy a favor de William”. Roland guardó el frasco en su anillo espacial. Ayudó alegremente a William a levantarse.

Lancelot estaba incrédulo y casi se le salen los ojos.

Los demás jugadores y NPCs se quedaron boquiabiertos.

¡Maldita sea!

¡Legendario! Ambos eran NPCs Legendarios.

¡El Guardián del Sur ayudó a levantarse al Príncipe William!

Innumerables jugadores se quedaron sin palabras. No podían entender lo poderoso que era el encanto de William.

William Blackleaf se secó las lágrimas y dijo indignado: “Lord Emisario es muy amable al ayudarnos con la Invasión de la Oscuridad. Nunca olvidaré su amabilidad. Por favor, no castigue a Lancelot, que ha venido en nuestra ayuda.

Si quieres castigarlo…

¡Por favor, castígueme a mí primero!”

El Príncipe William se arrodilló en el suelo.

Roland frunció el ceño. No dijo que estuviera imponiendo castigos.

Un grupo de Caballeros del Templo inmediatamente gritó: “Hemos venido por nuestra cuenta. Por favor, perdonen a nuestro Comandante Lancelot”.

Los Profesionales de la Ciudad del Alba gritaron: “Por favor, perdona al Príncipe. Si quiere imponer castigos, por favor, castíguenos a nosotros”.

En pocos segundos, muchos profesionales narraron todas las buenas acciones de William.

Roland estaba sumido en sus pensamientos.

Volvió a ayudar a William a levantarse y le agarró la mano para evitar que se arrodillara de nuevo. Entonces Roland dijo con voz suave: “Basta. Estoy dispuesto a renunciar a los castigos”.

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