Soy un Jefe Legendario - Capítulo 150

Capítulo 150: El Campo de Batalla de los Dioses

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La primavera era la estación de las lluvias en la región del sureste.

William montó en el Oso Mayor y llegó a la playa. Había empezado a soplar el viento y a llover. Algunos jugadores que estaban pescando junto al mar lo vieron, pero no se acercaron a saludar.

En cambio, miraban al mar con entusiasmo, ya que era más fácil conseguir capturar algo cuando llovía.

Para los pescadores, no había nada tan emocionante como atrapar un pez.

En el mundo real sólo había un número determinado de peces. Los pescadores reales se aburrían. Normalmente, sólo las diversas especies de peces exóticos de los juegos despertaban su curiosidad.

Los jugadores que pasaban el rato y disfrutaban los paisajes en GODS se habían unido a este juego por diversas aficiones exóticas.

En particular, no sólo los pescados del mar podía satisfacer las papilas gustativas de los jugadores, sino que muchas criaturas marinas también tenían magia en sus cuerpos. Al comerlas, los jugadores podían ganar experiencia. Si conseguían pescar una bestia mágica de nivel principiante, ganarían mucho dinero.

William ya lo sabía. La magia en el mar era fuerte, incluso más rica que en la tierra. Los peces de diez metros de largo se consideraban bestias mágicas. Sin embargo, su poder de combate era muy bajo, inferior al de los pequeños tritones…

Pero incluso los peces que no se clasificaban como bestias mágicas contenían generalmente mucha magia en sus cuerpos. Eran beneficiosos tanto para los jugadores como para los NPCs.

Esta era la razón principal por la que William insistía en desarrollar la industria marítima.

En su vida anterior, había mucha gente a la que le gustaba la pesca con caña. Iban a las orillas de los lagos, a los mares e incluso a los barcos para pescar.

¡El mar era misterioso!

Estas cuatro sencillas palabras generaban una curiosidad infinita en el corazón de los jugadores.

Si la historia principal del juego estaba en tierra.

¡Entonces la trama secundaria del juego era el mar sin límites!

El juego ‘GODS’ nunca había utilizado la historia principal para encerrar a los jugadores. O, si se trataba de un juego de ficción, el juego no utilizaba las misiones de la historia para encerrar a los jugadores.

Mientras los jugadores estuvieran dispuestos a explorar, todo estaba disponible para su disfrute.

Incluso el mar sin límites podía dar resultados inimaginables.

La libertad de este juego lo hacía sentir como otro mundo. Los jugadores nunca tenían que seguir la misión de la historia. Este tipo de juegos, que permitían un alto grado de libertad, eran extremadamente populares.

“La Ciudad del Alba” quiere desarrollar el mar y poseer barcos que puedan recorrer largas distancias. La misteriosa Atlántida, el imperio de las bellas sirenas, las naciones de los siete mares, incontables tesoros, minas mágicas…” William miró las docenas de barcos de pesca en el mar. No eran ni mucho menos suficientes.

Sólo los barcos de guerra de calidad dorada podían recorrer largas distancias.

Y lo que era más importante, los profesionales no eran lo suficientemente fuertes. Todavía no tenían la fuerza necesaria para adentrarse en las profundidades del mar.

Llegó al astillero y saludó con la cabeza a algunos de los guardias. Luego, entró en el enorme astillero y observó el Buque de Guerra del Alba que le pertenecía.

Durante un tiempo, el Señor de la Ciudad se sumió en un sueño. Su vasta ambición seguía extendiéndose.

William levantó la vista y vio a Andrew en la cubierta. El constructor naval era ahora demasiado perezoso para ponerse siquiera su túnica mágica, y se había puesto una simple camisa blanca. Estaba revisando la estructura general de la nave de guerra. Esperaba poder hacer su trabajo a la perfección, sin que hubiera ninguna laguna.

Para los elfos, ser cuidadoso y preciso era tan importante como la belleza y la elegancia.

“¡Andrew!”

“¿Quién es?” Andrew se giró y se dio cuenta de que William había llegado. Se apresuró a darse unas palmaditas en el pecho y se agachó. “No sabía que mi Lord había llegado”.

William subió ágilmente a la cubierta. Sonrió y preguntó: “¿Cómo están los huesos de dragón?”.

“Subestimé la complejidad de la composición de los huesos. Después de añadir Mithril, no hay problemas con la tenacidad y la absorción de la magia. También puede liberar el poder del Dragón en el mar”.

“Pero su dureza aún no es suficiente. Maestro, por favor, dame más tiempo”. Andrew negó con la cabeza. Actualmente, al Buque de Guerra Épico sólo necesitaba los huesos de dragón antes de ser completado.

También quería que el buque de guerra pudiera ir al mar inmediatamente, pero su deseo de que el barco fuera perfecto era aún más fuerte.

William sonrió amablemente. “¿Y si tenemos suficiente oricalco?”

“¿Oricalco?” Andrew tragó saliva. No pudo evitar preguntar: “Señor de la Ciudad, ¿Ha descubierto otra mina de oricalco?”.

“Fue el Pueblo Alado. Pero podemos obtener el 30% del oricalco. Puedo pasarle el oricalco para que lo utilice”.

“Señor de la Ciudad, muchas gracias por su trato preferencial”. Andrew no quería ser modesto. Tampoco utilizaría el oricalco que había obtenido para otra cosa. Si tenía suficiente oricalco, no sólo los huesos de dragón serían más resistentes, sino que todo el buque de guerra se volvería indestructible.

Aunque, debían tener muchos cañones y suficientes magos para encantarlos.

William pensó lo mismo. Entrecerró los ojos. Aparte de él, nadie más en el mundo sabía por qué tenían tantas minas raras.

“Si alguien pregunta por qué hay tantas minas de minerales mágicos, también debería preguntar por qué los Dioses han muerto todos aquí”.

Esta era una aldea de principiantes que pertenecía a los jugadores. ¡Pero en las partes posteriores del juego, este lugar llegaría a ser llamado también como el campo de batalla de los Dioses!

Los cadáveres de muchos Dioses fueron enterrados bajo tierra. Era la magia que se desprendía de los cadáveres la que formaba las numerosas minas mágicas.

En las últimas partes del juego, ya sean los NPC o los jugadores, todos se peleaban por este lugar. Todos querían los cadáveres de los Dioses, así como las armas y el equipo que habían dejado atrás.

“Pero no tienes que pensar en esto en tu vida…” A William no le preocupaba que esta información se filtrara. En aquel entonces, los restos del campo de batalla de los Dioses sólo habían aparecido debido a la lucha entre los dos Sabios. Su batalla había hecho que el suelo se agrietara y revelara la información.

Quería construir toda la Ciudad del Alba sobre los restos y no dejar ni un pelo. ¿Pero qué haría si los dos Sabios seguían queriendo luchar y pasaban por encima?

“Si quieren pasar, entonces adelante. ¿Qué puedo hacer yo? Yo también estoy indefenso. Pero Moisés no está muerto. Si todavía reside en la Ciudad del Alba en ese momento, podría ser capaz de detenerlos…”

“Ejem. En realidad, no hay mucho en el campo de batalla de los Dioses. Sólo están los cadáveres de algunos Dioses. En cuanto a las armas divinas, armas legendarias y similares, ya han perdido su espíritu”.

“Soy un Lord. Para mí, las minas son lo más importante. Los meros cadáveres de los Dioses no tienen ningún valor para mí”. William pensó en esto, pero nadie sabía qué otros planes tenía.

Desde que viajó al mundo del juego.

Avanzó con cautela y se consolidó a cada paso.

Emitió órdenes con una visión lejana. Normalmente, empezaba a planificar desde la versión anterior. Hasta ahora, no había habido ningún fallo importante. Si todo iba según el plan una vez comenzada la guerra, definitivamente sería capaz de proteger la Ciudad del Alba incluso después de que llegará la oscuridad.”

“Pero la versión 1.0 me permitía empezar con antelación. ¿En qué medida me afectará el efecto mariposa?” William tocó el buque de guerra, que estaba cubierta de piel de dragón. Sacudió la cabeza. No siguió pensando en esto.

Se levantó y se fue. Montó en el Osa Mayor y llegó al puerto. Muchos jugadores vieron a William, se dieron palmadas en el pecho y le saludaron. “Buenos días, Alteza Real”.

“Basta de saludos”. William nunca había rechazado su identidad como Príncipe. Mostró una sonrisa amistosa a los jugadores, y saludó a los guardias y charló con ellos.

No había ningún motivo detrás de esto.

Simplemente quería aumentar su afinidad y lealtad.

Como Señor de la Ciudad.

No se ocupaba de todo, pero quería que todos los soldados sintieran la mirada del Señor de la Ciudad. Esto les haría comprometer sus vidas y luchar por él.

Esto.

¡Era su carácter!

Nota de Tac-K: Listos los 5 caps de esta ocasión, las termine subiendo en 2 partes porque ayer me dió mucho sueño y no pude terminar de traducir, espero pasen un muy lindo día chic@s, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho (─‿‿O)